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Durante los próximos tres días, recopilé toda la información que pude acerca de los Despiertos. Decidí que Alex no era uno de ellos.

¿ Por qué, Melanie ? Piensa con objetividad, no porque sientas amistad por él.

Veamos...

Está claro que está entrenado para luchar de alguna forma ; yo misma vi como se cargaba a los tipos que intentaron abusar de mi hace unas semanas.

Recuerdo sus ojos amarillos cuando su mano se cerraba en torno a mi cuello intentando estrangularme, pero a simple vista siempre me parecieron color miel.

Y es indudablemente atractivo, ¿ verdad ? Eso no se puede negar.

Mierda. ¿ Es uno de ellos ? ¿ O simplemente me estoy volviendo paranoica ? Puede que "solo" tenga el virus y por eso actúa tan... Bipolar.

La pregunta es, ¿ porqué te importa tanto alguien que has visto dos veces en tu vida ?

Cállate, consciencia, soy yo la que maneja mi cerebro.

(...)

Cuando llego al stock donde se acumulan las provisiones es mediodía.

Saco la pistola y reviso el número de balas que me quedan : cinco.
También tendré que encontrar una forma de reponer eso.

Agazapada tras un viejo mercedes, tomo una gran bocanada de aire.

Los stocks son enormes edicifios de una sola planta que aún contienen todo tipo de alimentos y necesidades básicas. Muchos de ellos ya han sido desvalijados en diversos países, pero éste conserva la mayoría de las cosas. Por eso perdí cuatro horas en venir hacia aquí.

En cuanto entre por la puerta del almacén, se iniciarán las disputas.

Todos,luchando por conseguir comida, luchando por sobrevivir.

Mientras que camino hacia la puerta azul desteñida por la luz solar, me mentalizo.

Nadie tendrá reparo en matar a otro, excusándose con que no había ninguna otra opción.

Pongo la mano en el pomo.

Puedo encontrarme con cualquier cosa ; Saqueadores, gente infectado con el virus, una amplia y bonita variedad de locos e incluso con Despiertos.

Empujo la puerta con un chirrido y alzo la pistola, encontrándome a una veintena de pares de ojos inyectados en sangre observándome.

No puedo evitar reírme histéricamente mientras que ironizo mentalmente :

¡Bienvenidos a los septuagésimos cuartos Juegos del Hambre, y que la suerte, este siempre de vuestra parte!

Estado: FugitivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora