11

160 21 0
                                    


Pasan dos días, los dedico a encontrar un nuevo refugio.

No me han descubierto, pero no puedo confiar en que no lo harán pronto.

Al final me decido por quedarme en una casa medio destruida por las bombas.

No fueron lanzadas por los extraterrestres, como se podría pensar, sino por los propios humanos.

En el Soñar Despierto a mucha gente se le fue la cabeza. Quien sabe lo que estarían pensando para empeorar aún más las cosas...

Aparto algunos escombros de la entrada e inspecciono todas las habitaciones.

Pongo excesivo cuidado cuando subo al piso de arriba, las escasas tablas de madera que siguen en pie no tienen muy buena pinta, y crujen bajo mis pies.

Decido conservar mi vida y bajar a la planta principal. La mayoría de las habitaciones se han salvado del derrumbe, excepto el salón, y para mi suerte uno de los dormitorios y la pequeña cocina están intactos.

Abro la nevera, y aunque está casi vacía, aún puedo aprovechar varias cosas : Un brick de leche, un bizcocho y un par de latas de atún. Eso tendrá que bastarme para una semana.

- ¡ Naranjas ! - exclamo feliz agarrando una de ellas del fondo de la repisa superior.

En cuanto la toco, la suelto y cae al suelo. Suspiro decepcionada ; están podridas. Hace tanto tiempo que no como fruta...

Entro en el dormitorio, el más pequeño de los tres que hay.

Las paredes aún conservan un pálido tono rosa, y por la decoración se que es el cuarto de una niña.

Me acerco a la estantería y reviso entre las cosas. Sonrío al ver los libros de jerónimo stilton y de fairy oak ; yo solía leerlos cuando era pequeña.

Abro una pequeña cajita en forma de corazón que está llena de joyas. Las examino una a una, y un colgante llama mi atención.

No es muy lujoso, ni nada por el estilo, más bien al contrario ; la cadena, que supongo que antes fue de color plata, se ha oxidado con el tiempo, luciendo desgastada. El colgante es básicamente un trébol de cuatro hojas plastificado por fuera a modo de protección.

Con un deje de melancolía, me anudo el accesorio alrededor del cuello, y me lo escondo bajo la camiseta gris.

Me pregunto cómo sería vivir en las épocas pasadas, en un mundo con miles de parques y paisajes llenos de tréboles, de plantas, de vida.

Dicen que la Tierra fue un lugar hermoso. Pero no creo que ahora lo siga siendo.

Estado: FugitivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora