Capítulo 8

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     -¿No te hicieron nada?-me preguntó Skandar

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     -¿No te hicieron nada?-me preguntó Skandar.

     -Sólo me agarraron fuerte del brazo...pero estoy bien-respondí frotándome el brazo que me dolía.

     -¿Qué fue lo que te dije antes de que te fueras?-dijo levantando una ceja-.Es muy peligroso por aquí.

     -No te gastes. Nunca me hace caso a mi cuando le digo que puedo venir  a buscarla-repuso William,cruzado de brazos.

     Salimos de esa zona y nos dirigimos a una con más gente. El auto de Skandar seguía en el mismo lugar, seguramente me había seguido caminando. Nos paramos los tres y nos miramos.

     -Gracias Keynes-dijo William, en su voz ya no había rencor al hablar con Skandar-, y lamento que hayamos empezado con el pie izquierdo.

     -Tú y yo nos llevábamos mal desde antes de ese empujón. Ibamos a fútbol juntos, ¿recuerdas? Al principio nos llevamos bien pero luego empecé con las grabaciones y...todo fue en picada en el equipo-comentó Skandar, cabizbajo y con las manos en los bolsillos.

     -Claro que lo recuerdo. Después del último partido jugado el entrenador preguntó: "o te quedas en el equipo o te vas a actuar".

     -En ese momento mi carrera de actuación estaba despegando-murmuró Skandar.

     Los observaba hablar y sonreía. William raramente solía reconciliarse tan fácil con alguien. Se notaba que en algún momento habían sido buenos amigos.

     -Vayamos a comer juntos, ¿les parece?-comentó de repente William.

     Skandar,mirándome muy sonriente dijo:

     -Es una fantástica idea William.

     -¿Qué dices _______(tu apodo)?-me preguntó mi hermano.

     -Digo que...las papas fritas me fascinan.

     -Podríamos pedir y luego ir a mi casa-dijo Skandar.

     -No traje mi auto hoy...-murmuró William.

     -Yo sí. Vámonos.

     Fuimos hasta donde estaba el auto de Skandar y William quedó totalmente enamorado. Siempre le habían gustado ese tipo de autos. William se sentó en el asiento del copiloto y yo en los asientos de atrás. Pedimos que llevaran comida a domicilio y nos dirigimos hacia la casa de Skandar.

     -¿A esto le llamas casa?-dijo William,cuando bajamos del auto.

     -Yo dije lo mismo Will-solté riéndome.

     Skandar rió y abrió la puerta de su mansión.

     -Keynes esto es genial. ¿Fue un regalo de tus padres dijiste?-preguntó William. En el camino hacia la casa de Skandar habían estado hablando de bastantes cosas.

Un amor alocado (Skandar Keynes y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora