Capítulo 34

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     -¿Qué hace esa aquí?

     -No lo sé..-respondió Skandar, mirándola.

     Acercó su auto, mientras la verja se cerraba tras nosotros y finalmente paró a un costado de donde se encontraba la chica, quien hacía señas. Y la reconocí...reconocí esa tonta blusa y su rostro grabado en mi mente. ¿Recuerdan el día del partido de William? Sí, ese después del beso que nos habíamos dado ensayando..bueno, ahí, parada frente a MI novio estaba la p***  del autógrafo en los pechos, aquella a la que Skandar le había dado su número. Esa vez me había molestado, pero ¿ahora? estaba pensando cómo rayos había encontrado su casa, aún cerrando con fuerza mis puños, aunque traté de disimularlo acariciando a Scooby con la mayor suavidad posible. La verdad, prefiero omitir la parte en que ella se acercó y, sin el más mínimo respeto a mi relación con Skandar, mostró la mitad de uno de sus pechos para mostrar el tatuaje que se había hecho con la firma de él. Noté los nervios de Skandar, pero no hizo nada...era una de sus fanáticas, debía mostrarse "agradecido" por lo que hacía por amor a él, según decía quien era su representante, uno de esos expertos en publicidad y drama para todo. 

     Durante todo el viaje no emití ni una palabra, sólo me limité a acariciar a Scoob mirando por la ventana.

     -Sé lo que estás pensando...y no es así-dijo en un momento, cuando paró frente al semáforo en rojo.

     -¿Entonces si te importaba lo que pienso?-pregunté sarcástica.

     -Siempre me importó-respondió él, volteando a verme. Luego tomó mi mano izquierda y la apretó-. No estés así...

     -¿Tú no estarías igual si viniera un chico todo musculoso y sin remera a mostrarme un tatuaje con mi nombre?-dije enojada, también volteando a verlo.

     Pasaron unos segundos, en el cual nos observamos.

     -Está bien...es verdad-contestó ceñudo y volvió su vista al frente, poniendo el marcha el auto y soltando mi mano-. Lo siento, pero de igual manera nunca le di mi dirección.

     -Pero tu número sí-murmuré cortante, volviendo a mirar por la ventana.

     -Eso fue hace mucho-respondió sin despegar su mirada del camino-. Además, cambié mi I phone a las semanas...¿crees que guardé su contacto?

     -Aunque Cindy sólo fuera una interesada, ¿tú crees que estuvo bien darle tu número a cualquiera que vino a exponerse de esa manera?-elevé la voz, mirándolo.

     -Tú no sabes cómo era nuestra relación-respondió frío.

     Y a partir de esas últimas palabras ninguno de los dos dijo nada. Al llegar, unos 40 minutos después de la pelea, Skandar paró su auto frente a una casa de dos pisos, muy grande y con algunas enredaderas, esas que a mi me encantaban, ya que parecían de películas.

     -Iré a buscar eso-dijo él, desabrochando su cinturón de seguridad-, ¿vienes conmigo?

     -Sí-respondí firme, ya que quería ver quién era esa tal "Britt"-. ¿Puedo bajarlo?-pregunté señalando a Scooby, que parecía algo adormilado en mis piernas.

     -Claro-respondió encogiéndose de hombros, mientras bajaba.

     Tomé a Scooby con mucho cuidado en mis brazos. Abrí la puerta y Skandar apareció para tenerla, mientras yo bajaba. Luego la cerró y nos acercamos a la puerta de la casa, que era de un marrón claro y retoques rústicos. Él tocó y aguardamos. Pasado un segundo se escuchó el ruido de unas pisadas y el de unas llaves. La puerta se abrió y dejó ver a un chica, de casi mi misma estatura, morocha al igual que Skandar, solo que con rizos. Traía unos shorts, botas y una remera de Los Beatles. Al verlo su cara se transformó y dio un leve grito.

Un amor alocado (Skandar Keynes y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora