Capítulo 38. Maratón: Especial Skandar Keynes 3/3

1.2K 68 5
                                    

     Ambos subimos las escaleras y entramos en la habitación de Skandar. Aún seguía durmiendo profundamente por lo que se veía.

     -¿Sabes si ha estado mucho tiempo con fiebre?-preguntó sacando un estetoscopio de un maletín.

     -Yo...no estoy muy segura-respondí colocándome de lado contrario de donde estaba él-. Hoy había una fiesta en casa de Linsport, creo que lo conoces. En la fiesta se veía bien..al menos al inicio. Por un momento, cuando estaba bailando, lo perdí de vista. Desde ese momento ya no se veía tan estable como antes pero yo creí que había sido por el alcohol.

     -¿Y luego?-dijo sacando el aparato de su pecho.

     -Luego salí a tomar aire y vi a unos tipos corpulentos en ronda..supuse que estaban jugando entre ellos, sabes como son los chicos borrachos. Pero traté de observar con mucha más atención y cuando cayó al suelo me dí cuenta de que era Skandar.

     -¿Cuanto tenía de fiebre la última vez?-preguntó agitando un termómetro.

     -39 grados. Bajó a lo que tenía la primera vez-tomé el trapo de su frente y lo volví a humedecer, para luego dejarlo en el mismo lugar.

     -Al parecer no ha sido mucho lo que ha tomado-murmuró, dirigiendo ahora su mirada hacia mi-. Se habría notado demasiado un caso de sobredosis. Supongo que le afectó de esta manera porque debe ser la primera vez que ingirió algo como eso..

     -¿Entonces no es nada grave?-dije mirando a Chase, pero acariciando la cabeza de Skandar.

     -Puedes estar tranquila que no-se apresuró a decir, sonriendo levemente-. De todas formas no te descuides de él-levantó el brazo de Skandar con cuidado y tomó el termómetro-. 38 y medio.

     -Al parecer le hizo bien el baño que le di-sonreí y cambié nuevamente los trapos húmedos-. ¿Algo para recomendarme?-pregunté poniéndome de pie, mientras Chase guardaba sus cosas.

     -Es posible que la fiebre vuelva a subir, pero no te preocupes, no es nada malo. En caso de que suceda que tome esto-sacó una pequeña caja-. Es muy efectivo para la fiebre.

     -Oh, muchas gracias-contesté, mirando la medicación. La dejé sobre la mesa de luz y lo miré-. Te agradezco mucho que hayas venido...no que habría hecho sin ti.

     -Hey, no es nada, a esto me dedico-guiño un ojo-. Asegúrate de que tome mucha agua, ¿si? Es muy importante eso.

     -De acuerdo-asentí-.¿Y su pulso?

     -Se normalizará. En todo caso si sigue así o peor llámame de inmediato o ve al hospital, tendrá que quedarse en observación.

     -Yo espero que no..-contesté apenada-. Por favor no comentes esto con nadie...será un total escándalo si se enteran de esto.  

     -Tranquila, todo queda aquí-tomó su maletín y se acercó a la puerta.

     -Aguarda, te acompañaré-me apresuré a decir. Humedecí nuevamente el trapo, lo puse sobre la frente de Skandar y me dirigí hacia Chase, quien desde la puerta me miraba sonriendo. Bajamos las escaleras sin decir nada, hasta la entrada.

     -Es admirable todo el amor que tienes en ti...aún para quienes te hacen daño-murmuró, poniéndose frente a mí.

      -Chase..perdona haberte golpeado..se que no lo hiciste con mala intención-dije, frotando mis manos. Solía hacer eso cuando estaba nerviosa.

      -Yo me fui el que se equivocó _____, no tienes por qué lamentarte-dijo amablemente-. Mira, debo volver a mis estudios...o quizá-miró su reloj y abrió grande sus ojos- a dormir.

Un amor alocado (Skandar Keynes y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora