Mis Demonios (Jorey)

10.

Fue una semana de espanto, quizás hubiera ayudado a Sid en el trabajo, en el cual habíamos sacado un 10, pero este seguía metiéndose conmigo y llevaba algunos moratones sobre mi piel por su culpa, por suerte tenía a Eric a mi lado y me ayudaba a estar mejor de moral y me daba consejos para pasar de todo. Por otro lado el tema de Wed y Corey seguía igual, o incluso peor, intentaba distanciarme de ellos pero no podía o al menos de Corey no. Con Wed era más fácil estar mejor ya que como iba con Eric no se acercaba tanto ya que le parecía una traición que Eric estuviera saliendo con uno de los del bando rival, pero con Corey... estar lejos de Corey era muy difícil, me acompañaba del instituto a casa cuando a Wednesday no le daba la venada de acompañarme y se colaba en mi cuarto por las noches.

No me desagradaba que entrara en mi cuarto por las noches para ser sincero, hacía unos días que no podía dormir bien y cuando el entraba se tumbaba en mi cama y me hablaba de cosas aunque no le prestara atención y simplemente le abrazaba y me quedaba dormido como un bebe... era raro, solo me pasaba eso a parte de con él con mi hermana pequeña, ni mi madre había conseguido que me quedara dormido estando abrazado a ella cuando no me podía dormir. De esto le hablé a Paul un día que lo vi solo por la calle y me volvió a recomendar que me alejara de Corey, que a la larga me iba a traer preocupaciones y problemas, además de que si él se encariñaba de mi se convertiría en un...¿Acosador? Bueno, eso ya lo era, para mi era Corey «Acosador» Taylor.

Iba andando por la calle cuando al pasar por una bocacalle de la principal por la que iba me pareció ver a Corey en muy malas condiciones y enseguida me dirigí a él apurado...¿Qué le habría pasado?

-Corey...-preocupado, al parecer había heredado los instintos maternales de mi madre-¿Qué te ha pasado?-sujete su cabeza con mis manos e hice que me mirara-¿Por qué estas así? Joder, estás en muy malas condiciones.

-N-no importa-balbuceó y cerró sus ojos-s-solo llama a Paul o a James...

Mierda, no tenía mi teléfono allí y aunque lo hubiera tenido no tenía ni el número de Paul ni el de James y además... James realmente no sabía quien era, quizás conociera su cara pero no supiera su nombre.

-Corey...-vi una jeringa al lado tirada en el suelo y abrí los ojos como platos-no cierres los ojos.

Abrió un poco los ojos dejando ver el color azul de su iris y una mirada serena, sin preocupaciones, sin miedo de lo que le pudiera pasar. Miré su cuerpo un segundo, también tenía moratones y una herida en el costado que se lograba ver debido a que la camiseta estaba rota.

-Corey, mírame, estoy aquí, te voy a ayudar a salir de esta-sabía que no podía perder mucho más tiempo pero una parte de mi estaba en shok-ahora te ayudaré a levantarte y llamaremos a emergencias y saldrás de esta.

Hizo un vago movimiento de cabeza que no logre distinguir si era de de aprobación o de negación pero aun así lo ayude a levantarse con mucho esfuerzo, él no se podía mantener en pie, primer problema. El segundo fue que cuando pedí que me dejaran un móvil para llamar a emergencias la gente de apartaba o nos miraban mal, a nadie le importaba lo que pudiera pasar con el rubio asta que una señora mayor me dejo usar su móvil para llamar a emergencias de una vez por todas. No podía expresar lo agradecido que le estaba.

-Muchísimas gracias señora-le dije-¿Necesita algo? ¿Puedo hacer algo para darle las gracias?

-Ay, no hace falta que hagas nada joven, solo le he hecho por ayudar.

Tercer problema la lentitud y estupidez que tenía la maldita que me atendió, si yo fuera su jefe ya la habría despedido. Le expliqué todo y cuando ya me dijo que la ambulancias estaba de camino la colgué, no podía soportar tanta estupidez en una linea que supuestamente era de emergencias

-Corey, ya viene la ambulancia. ¿Vale? -sentadolo y con la espalda apoyada en la fachada de un edificio, no sabía que hacer en esas situaciones -por favor ni se te ocurra cerrar los ojos-cuando vi que estaba cerrándolos de nuevo-ni se te ocurra dormir.

Su respiración era pesada y forzada, muy forzada, al parecer también ponía de su parte para no irse, aunque solo fuera en mantener los ojos abiertos o seguir respirando aunque le costara. Sus pupilas eran tan pequeñas como la punta de un alfiler y tenía la boca medio abierta, cogí una de sus muñecas con una mano mientras con la otra aguantaba su cara para que me mirara. Le tomé el pulso, casi no se notaba y al mirar sus manos pude ver que sus uñas tenían un color azulado.

-¿Dónde estoy?-murmuró-donde...

-No importa, solo importa que...

-¿Qué haces Joey?-cuarto problema, Wed y los otros dos-¿Por qué estás así con Corey?

-Esta mal, muy mal...-intentando estar tranquilo y mirando a los ojos de Corey-respira Corey, no dejes de hacerlo, hazlo por... por mi...

-Y eso que más da... a mi como si se muere, me da igual, pero tu no puedes estar con él.

-WED NO PIENSES COMO UN CRÍO-levantandome y encarandole-ES UNA PERSONA, HAY QUE AYUDARLE JODER, NO VOY A DEJAR QUE SE MUERA.

-¿CREES QUE ÉL TE AYUDARÍA SI TE PASARA ALGO?

-QUIERO PENSAR QUE SÍ.

-DESPIERTA JOEY-me dio una bofetada cargada de ira-¿ÉL TE AYUDO CUANDO SID SE METIÓ CONTIGO?

Coloqué mi mano en la mejilla que me había dado, la sentía caliente, sentía como si su mano aun estuviera allí, como si no me parara de golpear. Mis ojos se aguaron y me di la vuelta para volver a prestar atención a Corey. El rubio había cerrado los ojos y me alarme, lloré un poco, no podía, el ambiente estaba muy tenso y Wed me acababa de pegar...

-Corey-tomando su pulso y viendo que aun lo tenía, casi no se notaba pero seguía allí-abre los ojos, por favor, sigue conmigo.

No lo habría, joder, debía de haber entrado en coma, joder joder joder, no sabía que podía hacer yo, encima la ambulancia estaba tardando. La ambulancia tardó en llegar un par de minutos más y cuando llegaron lo subieron a una camilla para seguidamente meterlo en la ambulancia.

-¿Puedo ir?-le pregunté a una médica-quiero ver como va y como esta, no podría estar tranquilo si no lo veo.

-Sí, puedes ir, permitimos ir a una persona para acompañar al paciente-me respondió la médica.

Afirmé con la cabeza y me subí pero antes de que cerraran las puertas miré hacia Wed y hice una mueca de asco.

-Que te jodan...-dije con un poco de dificultad-no eres una buena persona.

Cerraron la puertas y me senté donde me indicaron, en un compartimento donde no podía ver a Corey, pero al estar en aquella ambulancia me sentía más tranquilo que si no lo estuviera, así estaría más cerca de él y ojala le pudiera transmitir un poco de "energía positiva".

Jugaba con mis manos y tenía la boca seca por los nervios, respiraba un poco alterado y no paraba de dar leves golpecitos con el pie en el suelo. «El va a estar bien, el es fuerte» me repetía una y otra vez con la mirada fija en el suelo «todo va a estar bien».

Llegamos al fin, aquel trayecto me pareció el más largo de toda mi vida pese a que solo habían sido unos minutos en aquel vehículo. En cuanto bajaron al rubio se lo llevaron a tratarlo y a hacerle pruebas mientras que yo fui a la habitación a la que lo llevarían después de que le hicieran todo lo que le tenían que hacer.