15.

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Los malos recuerdos empezaron a llenar mi mente, me atormentaban, me destruían, hacían que me consumiera como un cigarro que estaba apunto de apagarse, y el apagarse significaba la muerte, así me sentía o me hacían sentir y por eso tenían todos que apartarse de mi, porque les haría daño, mucho daño, era como una bomba de relojería que le faltaba poco para estallar y destruiría a todos los que estuvieran a mi alrededor.

«Eres muy raro» así cortó conmigo mi primera novia «paso de tener mala popularidad por tu culpa, piérdete, bueno, mejor, púdrete literalmente» ella siempre tuvo la razón, yo era raro y hacía que los demás se metieran con los que estaban a mi al rededor.

«Eres un puto maricón, púdrete gilipollas»

«Uuuh...¿La nenita esta indefensa?¿Necesitas un príncipe que te salve? Tu madre seguro que no te dio en adopción por pena»

«Ojala te murieras hijo de puta, no sirves para nada en este mundo, lo mejor que puedes hacer es suicidarte»

Frases así siempre venían acompañadas de golpes, de palizas de una persona o de varias, esos eran los recuerdos que tenía en mi mente, cosas malas, cosas que me deprimían.

Agarré mi pelo y tiré de él y lloré de impotencia, no podía hacer nada para sacar eso de mi cabeza, y a las personas que podían hacerlo siempre les hacía daño y las alejaba de mi de una manera u otra, pero siempre se iban y aunque yo hubiera sido el causante me quedaba solo, destrozado.

Si lo pensaba mejor lo mejor que podía hacer era quedarme solo, así si me pasaba algo nadie se preocuparía por mi y no le haría nada malo a nadie.

-JOEY-oí una voz gritar.

En mis oídos rebotaban los sonidos así que no pude reconocer la voz. Alguién me sacudió diciendo algo pero no pude verlo porque las lágrimas me cubrían los ojos.¿O era porque me estaba mareando?

-Mick... ayúdame a meterlo dentro, no esta en condiciones de estar aquí solo...

Entre dos personas me levantaron y justo antes de que me metieran dentro de aquella carcel logre soltarme y resbalé cayendo al suelo y haciéndome dos buenas heridas en las rodillas y también raspándome los nudillos.

Me cogieron otra vez solo que más fuerte y me metieron rápido. Oí comentarios muy malos de la gente que estaba en los pasillos y cuando eso paso los músculos de los dos que me sujetaban se tensaron.

Me llevaron al baño y cuando me dejaron en el suelo con la espalda contra la pared uno de ellos me limpio las lágrimas, era Eric que me miraba preocupado y detrás de él se encontraba Mick.

-Joey... que cojones a pasado-mirando las heridas que me había hecho-y no me digas que nada porque por nada uno no está así.

-No importa...-sollozando-ni le importa ni le importo a nadie...

-Dios... no... a mi me importas...

-Eso no puede ser así... yo... te haré daño... haré daño a todos...

-Estoy dispuesto a que me hagas daño, solo cuéntame lo que te pasa, sabes que puedes confiar en mi, y si lo oye Mick... pues en Mick también puedes confiar, no hay que juzgar a la gente por su apariencia.

-Él me quiere...-susurré-eso esta mal... muy mal...

-¿Qué él?

Le miré pretando los labios, esa mirada lo digo todo, vi como su mirada su ilumino por un momento pero luego se oscureció y abrió un poco la boca.

-No me jodas... eso es... pensé que solo estaba obsesionado... no... joder...

-Le voy a hacer daño Eric... a él... a ti... a todos...-sorbí la nariz-y no quiero hacerlo... pero soy un ser repulsivo y lo haré... deberíais alejaros todos de...

La puerta del baño se abrió y apareció Sid con su grupito de bravucones. Me miró y se río el verme así. Se acercó a mi y apartó a Eric de un empujón.

-¿Por qué lloras?¿A caso el novio te ha dejado?-río axageradamente-que crío que eres en serio... que débil y asqueroso...

Miré a Mick quien miraba molesto a Sid se podía ver que en cualquier momento se metería por medio.

-¿O lloras porque eres un tipo raro que le da pena a todos y te acabas de dar cuenta?

Me hice una bola en el suelo soltando alguna que otra lágrima y cuando oí un golpe contra la pared miré un poco, Mick había estampado contra la pared a Sid.

-Uno, no vuelvas a empujar a Eric, dos no te metas con Joey si no te ha hecho nada, tres... si me entero de que has hecho algo de lo anterior te aplastaré la cabeza y con el resto de ti haré una parrillada.

-¿Qué pasa? ¿Eric es tu novio?

-Dejalo...-le respondió soltandolo-ahora vete gallito, haces que se me hinche la vena.

Sid salió prácticamente corriendo de allí y nos quedamos de nuevo los tres solos.

-Y bueno...¿Corey te quiere?-me dijo Mick levantando las cejas-no sufras por él, es un gasto innecesario de energía.

-Mick, esto es más difícil que decir no sufras por él... me imagino que cosas pasaran si Joey pasa de él aunque no las voy a decir porque todo lo que digo se hace realidad.

-Dime el futuro-riendo un poco-me apetece saberlo.

-Nos casaremos, adoptaremos gatitos, adoptaremos un chinito, un negrito y una india y viviremos en San Francisco, que bonito todo, respecto a otras cosas no puedo decir que vayan a acabar tan bien así que paso de decir sobre otras personas.

Mis Demonios (Jorey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora