19.

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Los días pasaron entre sonrisas fingidas al salir del instituto para no preocupar a mi rubio, entre besos, bellos momentos con mi novio, era todo tan perfecto al lado de Corey que ni siquiera podía creermelo, seguro que todo sería un sueño, pero perfecto era solo al lado del rubio, en el Instituto era todo un autentico infierno de había el corrido el rumor de que tenía novio, no se había dicho que era Corey,  pero todos me molestaban por mi identidad sexual.

—Vaaamooos al parque de atracciooooneees—dijo Eric riendo—pero hará frío... ummm...

—¿Qué te has tomado esta mañana?—pregunté sonriendo—estás hoy muy movido.

—Solo me he tomado huevos fritos, bacon, zumo de manzana... lo de siempre... pero es que... ¡Aaaah!

—Relaja la raja Griffin—le dijo Wednesday con un tono borde—ya sabemos que te encantan los parques de atracciones pero calla que no quieto oír tu puta voz.

—Deja al niño feliz—Sid riendo—¡PAAARTYYY!

Fueron todo el rato asta el parque de atracciones discutiendo, riendo... era una mezcla de todo, menos de buen rollo, Sid, Wed y Eric no se llevaban bien en absoluto, lo notaría asta un ciego.

Llegamos y todos se dispersaron dejándome a mi solo y caminé mirando todas las atracciones mientras veía a Sid, a Wed y a Eric discutir como crios por ir delante de los otros dos.

Caminé hacia los baños asta que unas manos se posaron delante de mis ojos. Sonreí, reconocía ese olor a desodorante y colonia, también conocía a la perfección el tacto de esas manos.

—Cucu... ¿Quien soy?—poniendo una voz más aguda.

—No se... un loco acosador—aguantandome la risa—tonto... se que eres tu, Corey.

Me destapó los ojos y pasé mis brazos por su cuello girándome para verle bien la cara. Me puse de puntillas y le di un beso sonriendo, me acaba de alegrar el día, así ya seguro que no estaría solo, encima, estaría con la persona que quería.

—Sabía que vendrías—susurré—siempre intentas estar lo máximo conmigo, me encantas.

—Pensaba que no te gustaba el rollo acosador...—susurró riendo y dándome golpecitos en la mejilla—ayy... que voy  a hacer contigo...

—Darme por detrás—guiñé un ojo y reí—creo que ya estoy preparado, después de estar dos meses saliendo juntos.

Me cogió en brazos riendo y la gente se nos quedó mirando, dios cuanta gente había allí y toda esa gente se nos quedaba mirando así que me sonroje por la vergüenza. Corey se dio cuenta y miró a toda la gente.

—¿Qué miráis?¿No puedo coger a mi novio?—la gente nos miró más extrañada—anda, ir a chuparla.

Negué con la cabeza riendo por la vergüenza y vi a una de las chicas de mi clase acercarse, en ese momento la risa del rubio desapareció y sus facciones se tensaron.

—Hola Coreycito—riendo y tocando su pelo teñido de azul—te extrañaba, hacía taaanto que no te veía, veo que cada vez estás más sexy.

Era una chica guapa, muy guapa, con ese pelo largo teñido de azul, esos ojos azules con un poco de marrón, una sonrisa hermosa, unos sexys hoyuelos... Era una chica delgada pero tenía buena delantera y buena trasera, ya nos entendemos, encima vestía unos pantalones pitillos de tiro alto, un jersey blanco que ponía "awesome" en negro y que encima tenía un buen escote y se le veía todo. 

—Sí, mucho tiempo sin vernos... Zenda—contestó sin animo alguno—la verdad es que no te he echado de menos.

—Una pena porque yo a ti sí—sonriendo seductora—aun recuerdo nuestro primer polvo y también cuando cortaste conmigo.

Tragué saliva y me bajé de los brazos de Corey, no me gustaba el rumbo que estaba llevando la conversación, al parecer la peli-azul sabia perfectamente de que quería hablar.

—Nunca pensé que me cambiarías por un tío emo, maricón que parece una puta tía.

Corey cogió mi mano pero yo la solté y suspiré.

—Pasa página Zenda, ahora tengo novio y le quiero mucho, y el es perfecto, no va zorreando como tú, siempre calentando pollas, al principio me gustaba porque te veía como sexo fácil pero luego me cansó, me di cuenta de que siempre era lo mismo.

—¿A caso con el gilipollas de Joey no será siempre lo mismo?

—Os dejo a solas—susurré tragando saliva y empecé a andar asta ver a Eric en la fila de los autos de choque—¿Puedo subirme contigo?

—Claaarooo, le tenemos que dar lo suyo a los gilipollas Sid y Wed, se van a subir juntos, eso es lo divertido, y solo se van a subir juntos porque yo les he ganada en una cosa de disparar, he sacado más puntos.

Reí y subimos a los autos, Eric se puso al volante y yo en el otro asiento para advertirle de donde venían. La alarma que daba comienzo sonó y la parejita, que no se aclaraba y no dejaban de discutir, fueron a por nosotros aunque Wed intentaba parar a Sid para que no fuera tan rápido y así no hacerme daño.

Terminó la atracción y Sid le dio una patada en el culo a Wed justo cuando bajaba del auto para que se cayera de morros. Eric y yo que eramos menos violentos nos bajamos como las personas civilizadas y miramos otras atracciones a las que ir, una de las montañas rusas era nuestro siguiente objetivo.

Fuimos hacia allí pero me pareció ver algo extraño e intenté enfocar hacia aquel sitio, a alguien le estaban metiendo una paliza, espera, no era un alguien cualquiera, era... salí corriendo hacia donde estaba y me metí por medio sin importar que me pudieran dar o no.

—Amor...—susurré mirándole a la cara y luego miré a los demás—hijos de puta...

—Anda nena, aparta de en medio, no te queremos dar a ti—dijo uno de ellos riendo—queremos darle a ese gilipollas.

Me levanté del suelo y me puse enfrente suya aunque no le llegaba a la altura de la cabeza y el alto río poniéndome un dedo en la frente. 

Mis Demonios (Jorey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora