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Le empujé fuerte pero no le moví ni un poco, la verdad es que era muy fuerte y era imposible que un blandengue como yo pudiera contra un tío como él. Me dio un pequeño empujón y caí al suelo pero me volví a levantar aunque tenía el culo un poco dolorido.

—No le vas a hacer daño a mi novio...—embistiendo contra él—no voy a dejar que hagas eso.

Me cogió del cuello e intenté librarme del agarre porque no me dejaba respirar, no volvería a meterme por medio de nada si lograba salir de esa.

—Dejalo—susurró Corey—el no tiene nada que ver, esto es entre tu y yo por culpa de Zenda, tu hermana.

El matón me bajó y corrí a abrazar a Corey para que no le hiciera nada, no quería que saliera herido, le quería demasiado. Corey me miró y me acaricio el pelo. Los dos gigantes Mick y James aparecieron detrás de Corey, era obvio que mi novio no iba a ir solo.

—Anda, gilipollas—dijo Mick—iros de aquí, es nuestro territorio, os dijimos que no os queríamos más por aquí.

—Yo estoy aquí por la excursión—Zenda riendo—mi hermanito solo esta aquí para protegerme.

No quería peleas y al parecer estaba de lleno entre dos bandas rivales.

—¿Y que te ha hecho Corey? Si es que te ha hecho algo...—James cruzándose de brazos—quiero una explicación antes de pegaros.
—Salir con este marica, Corey es mío y de nadie más—dijo riendo—haría cualquier cosa para tenerlo de nuevo junto a mi, incluso podría cargarme al enano.

Mick me dijo con la mirada que me llevara a Corey de allí porque si no montaría un espectáculo y así hice, cogí su mano y prácticamente lo arrastré asta llegar a un lugar tranquilo ambientado en un bosque encantado, un lugar muy remoto del parque donde nadie pasaba.

—¿Estás bien?—le pregunté acariciándole el pelo.

—Me los voy a cargar, jurado—dijo el rubio entre dientes—son... los odio.

—No, no hagas eso—le contesté—no uses la violencia, puede traerte serios problemas.

—¿Y qué más da? Te ha insultado Joey, TE HA INSULTADO, no puedo permitir eso.

—Corey... eso me da igual, pasa de los demás por favor, yo te quiero y eso es lo único que importa, quiero ser feliz a tu lado...

—Pero...

—Shh—poniéndole un dedo en los labios y diciéndolo en un tono íntimo—no te rebajes al nivel de los demás, se que eres bueno, conmigo lo eres, y mucho, así que por favor, se bueno con los demás también, pasa de todo el mundo que te haga daño y simplemente se feliz con las personas que te importen, se que puedes hacerlo... has cambiado mucho desde que te conocí y se que eso también puedes cambiarlo, se que eso de ser agresivo es solo un disfraz que en realidad lo haces para hacerte respetar pero... pero esa no es la manera amor, no, no lo es, me da igual que te pongas tozudo y digas que todo lo que he dicho es mentira, porque yo te lo seguiré diciendo asta que te canses de mi o te des cuenta de ello, te digo esto porque te quiero y quiero quitarte problemas de encima, otra cosa es que hagas lo que te he dicho o no.

Se hizo el silencio, me miró con los ojos muy abiertos y luego esbozó una sonrisa aunque se notaba que quería disimularla, así era Corey y así me gustaba. Le bese poniendo mi mano en su mandíbula y me eché un poco hacia atrás con la intención de tumbarme y él se recostó sobre mi poniendo su cabeza en mi pecho y dando besos por encima de la ropa.

—Te diría de ir a un baño pero no quiero que se corte el rollo—susurré sonriendo y acariciando su cabeza mientras me daba besos—te amo.

—Eso es que quieres que...—levantando la cabeza—dios... yo te haría mio en cualquier lugar.

—Solo te pido que no quites mucha ropa, lo justo simplemente—sonriendo—y se discreto.

—Se va a enterar todo el parque de lo que vamos a hacer—riendo y desabrochando mi camisa negra—voy a hacer que sientas más placer que haciendo cualquier cosa y también que todos los que están en el parque de atracciones se aprendan mi nombre.

Reí un poco y fue dando besos hacia mis pantalones mientras me miraba a la cara intentando estar serio para parecer un profesional.

Me encantaba como moldeaba mi cuerpo con sus manos, como me acariciaba todo el cuerpo sin que nadie nos molestara. Sus besos se estendían desde mi oreja asta lugares más íntimos, era increíble, parecía que ya lo hubiera hecho miles de veces y aunque seguramente fuera así me sentía como si fuera él único al que se lo hubiera hecho.

—Esto te va a doler un poco—susurro mientras metía un dedo—si duele mucho me dices y paro.

Afirme con la cabeza apretando los labios y los puños, la verdad es que sí, dolía un poco. Así hizo con varios dedos asta que dio por sentado de que ya estaba listo, lo suficiente excitado y dilatado.

Aquel momento fue mágico, el hacernos uno, el que me hiciera suyo, dolía al principio pero luego fue genial, una sensación de cine, ojala nunca se acabara porque era lo mejor que había sentido en toda mi vida, pero todo llegaba a su fin y había que aceptarlo... pero bueno, se podría hacer más veces.

Lo que no sabía es que tanto Wed como Zenda lo estaban viendo y eso podría traer problemas, muchos problemas.

Mis Demonios (Jorey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora