El Cambio De Mi Vida

Capitulo 20

—FRANCHESCA, TIENES QUE SALIR DE AQUÍ.—gritó Natalia—NO TE PEUDES QUEDAR ENCERRADA POR TRES DÍAS SIN COMER NADA. SAL DE UNA BUENA VEZ.—estaba furiosa al frente de mi. No sé cómo había llegado hasta mi casa pero aquí está, gritándome a que salga del encierro que estaba.

Explicó que es lo que está pasando, Natalia está aquí gritándome porque no he salido de mi habitación por tres días, tal vez no era mucho, pero no había comido nada ni siquiera me había bañando así estoy totalmente apestosa y me veo más como la mierda de lo que ya estaba. Por el trabajo no me preocupaba porque Bonnie me dijo que podía faltar una semana y apenas llevo tres días aquí, así que según ella regresaría el miércoles a trabajar de nuevo y hoy es viernes. Y todo esto tiene una razón según ella me veo como enferma y es la verdad, me veo como si estuviera en mis últimos días de vida.

Estaba cayendo en una depresión bien fuerte, no tenía ganas de hacer nada, ni tenias ganas de vivir así sola sin ninguna razón que me motivara a seguir, estoy devastada por todo lo que en ha pasado en esta vida. Es ahora que me doy cuenta que tengo en mi acumulado cada uno de mis sufrimientos, mis tormentos, que sin darme cuenta no los deje salir cuando tuvieron la oportunidad, los tenía tan acumulados que me están matando y todo por no desahogarme como debí hacerlo, por guardarme dentro de mi, el rencor, odio, dolor que sabía que me iba afectar en algún momento de la vida, yo por simplemente seguir y hacer como si mi dolor no me importara y no tuve la valentía de afrontarlo ahora lo estaba pagando, desde un principio debí deshacerme de cada uno de ellos. Pero así somos las personas nos dejamos acumular de una y muchas cosas más que al final cuando nos queremos librar de todos las cosas estúpidas y sin valor ya es muy tarde.

—Déjame Nata, ya veras que el lunes me tienes como nueva en la cafetería.— fui hacia el espejo y me mire en el, soy una masoquista, doy pena.

—¿Cómo que te deje? Mierda ¿Qué no te ves?, estas mal Franchesca, no sé que es lo que pasa pero no ten puedes estancar y no avanzar.— habló y caminó hasta donde estaba.

—Es que no lo entenderías Natalia, tú no estás sola en un país que no es el tuyo.— dije, esta es una de las razones por la que estoy así como estoy, le tengo miedo a la soledad y es así como estoy quedando.

—Fran, sabes que puedes contar conmigo y con mi madre. En el poco tiempo que te conocemos te hemos tomado un cariño enorme.— se sentó y en mi cama—Tal vez no entienda que es lo que estar sola en un lugar desconocido para mí, pero creo Fran, que no me quedaría estancada así, trataría de cualquier modo seguir adelante.— me tomo del brazo y me sentí con ella en la cama.

—Eso es lo que crees tú, lo que tú harías, pero cada quien tiene una forma distinta de ver la vida, mi forma de verla apesta Natalia, no puedo seguir adelante cuando tantas personas que creía importantes me han fallado.— me derrumbé, he estado sensible estos días. Había pensado en volver a córtame y ha drogarme pero después recapacite, si yo volvía hacerlo eso me llevaría directo a la tumba y peor en el estado que estaba.

Natalia solo me observó y me abrazo, lo necesitaba tanto que no dude en devolvérselo.

—Franchesca, dime ¿Acaso le estás dando el gusto de verte sufrir, de verte hundir?, las personas que te fallaron no merecen que tú estés así como estas, son unos idiotas por no valorar lo que tenían, son tan estúpidos que no se dieron cuenta que estaban lastimando a un ser que no le hace ninguna maldad a nadie, no le des el gusto de verte mal.— hablo seriamente—¿No crees que estando encerrada aquí, sin comer te estás haciendo daño a ti y no a los demás?.— preguntó.

Es verdad, tenía toda la razón a lo que estaba diciendo, me estaba dañando a mi misma, esto podría tener muchas consecuencia en un futuro.