Capitulo 29

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Llevamos mucho tiempo abrazadas, mi hermana necesita de mí pero confianza que me siento un poco incómoda, en el pasado, nosotras, bueno ella no soportaba que yo esté cerca de ella.


No dejaba de llorar, no paraba de lamentarse de todo lo que pasó, también está marcada, ella creía que nuestro padre era alguien ejemplo y que de golpe se le caiga la banda que tenía en los ojos, se dio cuenta del verdadero que es. Sé que también se siente traicionada, que todo lo que ella creía que vivía solo era una mentira.


—Fran, yo...—puse mi mano en su boca impidiéndole hablar.

—No digas nada, ahora hay que concentrarnos en otra cosa lucia.—ella asintió secando sus lágrimas—Primero hay que darle un entierro digno a nuestra madre, yo me encargo de todo.—ella otra vez asintió, la comprendo, no tiene las fuerzas mínima para siquiera hablar.


Estuve un tiempo más ahí y después me fui hacer todo lo que se requiere para poder enterrar dignamente a mi madre, los trámites de la funeraria, él acta de difusión, bueno todo lo que se requiere, hable con Mery, la funeraria no sería barata así que tuve que prestar dinero para poder costearla, buscar un lugar para que pueda su cuerpo descansar hasta la eternidad.


—Eres muy fuerte muchacha.—me dijo una mujer que estaba sentada atrás de un escritorio.

—La vida me hizo así.—hice una mueca y ella solo sonrió. Hasta ahora no he soltado ni una sola lágrima desde que llegue a este lugar, claro está que en la casa de Mery desahogue todo lo que tenía dentro de mi.



Acabo de dos horas ya todos los trámites estaban todos listo, ya se podía velar a mamá decentemente, así que le dije a Sabrina si podía estar en la funeraria para que reciba el cuerpo de mi madre y también si llegaba alguien a velarla que creo que serán muchos.



Era lo que más despreciaba, no me gustaban los velorios o sepelios, eso abundaban de personas hipócritas que solo van a chismear o enterarse de la vida de la difunta o que mismo pero van a chismear, van a criticar, mejor dicho solo van a ver la vida ajena. Solo las personas más allegadas al muerto es  el que siente el dolor de haberlo perdido.



Yo aún tenía que ir a la fiscalía, tenía que declarar y contar todo lo que me había pasado, aparte que en esta semana serían de juicios, careos, todo lo que se requiere para hundir a ese hombre. Solo pensaba el día que me toque verlo, no quería volver a recordar ese día, no quería que el viera lo infeliz que me hizo, como me destruyo.



—Buenas tarde señorita, soy el abogado que lleva el caso de su madre.—me dijo una voz ronca, alce la mirada y vi a un joven no más de 26 años, no era feo, por Dios, es guapísimo.

—Hola.—dije tímida, ¿Dónde salió esta Franchesca?. Ese hombre con solo la mirada intimidaba.

—Que gusto conocerla, lucia solo habla de usted.—me extendió la mano y se la apreté.

—Que bien.—no sabía que más hablar, no me salía las palabras.

—Tenemos que hablar sobre lo ocurrido, después de dos horas la llamaran a declarar.—me guió hasta una oficina y lo seguí.

—Ok.—suspire y me senté, estaba cansada de todo, solo quería que ya esto terminara.

—¿Usted sabía que su hermana estaba en peligro?.—asentí lentamente y él me miraba para que hablara.

—Ella me llamo, semanas atrás, lo dijo desesperada.—conté triste, es de algo que me arrepiento, no le creí.

—¿Por qué no hizo nada?.—me lo dijo un poco más enojado.

El Cambio De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora