JUNGKOOK PVO
– Kookie me tengo que ir, nos vemos a la hora del almuerzo. - escuchaba una pequeña voz a lo lejos, no quería abrir los ojos, no podía. Mi cuerpo se sentía exhausto y solo deseaba seguir durmiendo hasta que mis baterías estuviesen cargadas por completo.
– Adiós bebé. - escuché nuevamente aquella voz para luego sentir algo cálido en mi mejilla, solo fue un segundo, pero solo eso fue suficiente para hacer que una sonrisa saliera de mis labios.
Al abrir mis ojos mire la hora
– ¡Mierda! - no podía creer eran la once con cincuenta y cinco minutos, como pude quedarme dormido. Salté de la cama rápidamente, yendo en busca de Jimin.
– ¡Jimin! – grité dirigiéndome a la cocina debía preparar su desayuno, pero me di cuenta de que Jimin no estaba, de seguro se fue a trabajar sin desayunar. Me sentí mal de solo pensar aquello que clase de esposo soy, comencé a preparar algo para mí, a decir verdad, no tenía mucha hambre, pero la última vez Jimin se molestó conmigo al saber que no comía.
Tras terminar de comer me dirigí a la ducha, al entrar dejé que el agua caliente llenara mi cuerpo, se sentía tan bien, cerré mis ojos disfrutando de toda esa exquisita sensación, no sé cuánto tiempo estuve adentro solo sé que me comencé a marear nuevamente, el vapor me comenzó a afectar por lo que con la poca fuerza que tenía salí de aquel lugar, ni siquiera saque una toalla, necesitaba salir de aquel asfixiante lugar, al salir me tumbe en la cama. Me quedé un momento ahí tratando de calmarme, me sentía muy mareado, náuseas me invadieron.
– No más agua caliente. – susurré una vez que comenzaba a sentirme mejor.
Nuevamente fui al baño en busca de una toalla, terminé de secarme para luego comenzar a vestirme, cuando estuve listo miré nuevamente la hora y casi me dio un ataque, era tardísimo y ya no tenía tiempo de preparar el almuerzo, por lo que sin más salí velozmente del departamento.
Me dirigí a un pequeño restaurant compré dos almuerzos para luego tomar un taxi y dirigirme a la empresa, al llegar entre rápidamente, la secretaria de Jimin al verme me regaló una pequeña sonrisa la que yo correspondí con un movimiento de mano.
Al entrar a la oficina de Jimin me encontré con mi esposo recostado en el sofá, tenía los ojos cerrados, dejé las bolsas que contenían el almuerzo en su pequeña mesa, me acerqué nuevamente a su cuerpo, se veía tan tranquilo que sin pensarlo llevé mis labios a los suyos depositándolos un casto beso, beso el cual fue correspondido de inmediato, Jimin sin abrir los ojos comenzó a mover sus labios mientras llevaba sus manos a mi cintura tirándome sobre su cuerpo.
Me sorprendió su acto, pero sin más comencé a corresponder su beso con la misma intensidad, era un beso tan apasionado, tan profundo. Su lengua penetraba incansablemente mi cavidad jugando salvajemente con mi lengua, el aire nos comenzó a faltar por lo que nos tuvimos que separar, al hacer aquello Jimin recién abrió sus ojos para luego sonreírme.
– Te extrañé. - susurró mientras sus manos acariciaban la piel expuesta de mi cintura.
– T-también te extrañé. - mi voz sonó un tanto nerviosa, pero era entendible se me hacía extraño por fin poder expresar lo que siento por él.
Jimin volvió a sonreír para luego besar mi frente, y volver a abrazarme. Dejé que mi cabeza descansara en su cuello mientras sentía su exquisito aroma, me sentía tan relajado, su aroma me embriagaba cerré un momento lo ojos sintiendo como estos nuevamente me comenzaban a pesar.
– Kookie, ¿qué paso con nuestro almuerzo? – susurró cerca de mi oído estremeciendo por completo mi cuerpo. Sentí su sonrisa formase, Jimin se dio cuenta de lo sucedido.
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ENAMORÁNDOME DE MI DULCE ESPOSO
FanfictionPark Jimin, hijo perfecto, hombre perfecto, sonrisa perfecta, en resumen todo él es perfecto... ¿Gran defecto? ¡La mentira! Toda su vida en una mentira, Park solo aparenta ser perfecto para no decepcionar a las personas que ama ¿Qué pasará cuando p...