CAPÍTULO 21

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4° y 5° MES

JUNGKOOK PVO "4°MES"

– Madre ya no es necesario que sigas viniendo todos los días, no volveré hacer nada estúpido así que no te preocupes. - desde lo ocurrido la última vez mi madre ha comenzado a venir todos los días, no sé en qué estaba pensando Jimin al contarle todo a ella.

– Que estás diciendo Jungkook, ¿me estas echando de tu casa? - ¡sí!

– N-no madre, no es eso, pero ya no es necesario que vengas puedo cuidarme solo. Además, sabes que Jimin se ha preocupado de no dejarme solo. – murmuré, mi madre me miró un momento a los ojos viendo tristeza pura en sus castaños ojos, mierda no quería que se sintiera mal, pero estaba harto de que me siguieran tratando como un mocoso.

"¿También estás aburrida galletita? quieres salir a tomar un poco de aire, ¿verdad amor?"

– No diré nada más porque sé muy bien cómo te sientes, cuando estuve embarazada de ti, lo único que quería era estar sola disfrutando de mi bebé, pero ahora veo que mi bebé creció mucho, ya no necesita a su madre...- sonreí ante sus palabras, por lo menos si hay alguien que me entiende, me acerqué a ella para luego abrazarle, ella correspondió mi abrazo mientras acariciaba a mi pequeña galletita.

– Gracias por todo madre, pero ahora solo necesito estar solo...- mi madre asintió con su cabeza comenzando a acercarse a mí acarició mis mejillas con ternura para finalmente besar mi mejilla, susurrándome:

– No alejes a las personas bebé, sé que es difícil, yo pasé por millones de cambios, pero siempre necesitamos tener a alguien cerca, ahora me iré, pero volveré, te amo. -

Y-yo no alejo a las personas, ¿por qué todos me repiten lo mismo? Jimin también lo dijo...

– También te amo madre, adiós. - luego de decir aquello ella por fin desapareció, dejándonos a mí y a mi galleta en un silencio relajante.

– También extrañabas esto, ¿verdad bebé? - dije acariciando mi abultado vientre, me encontraba recostado en el sofá mirando caricaturas, no eran tan entretenidas como esperaba, pero de seguro a mi galletita le gustaran. Miré la hora y Jimin ya estaba por llegar, por lo que sin más me levanté del sofá para luego dirigirme a la cocina, comencé a preparar la cena para ambos, ¿hace cuánto que no preparaba nuestra cena? Preparar la comida para ambos era algo que me encantaba, pero Jimin ni eso me dejaba hacer, ¡vamos! Si solo estoy esperando una galleta parlante, no estoy incapacitado.

"Papi también puede hacer de todo, ¿verdad bebé?"

Comencé a ordenar la mesa, al momento en que tenía todo listo sentí que la puerta se abría, me acerqué rápidamente encontrándome con aquella hermosa sonrisa que solo me pertenecía a mí.

– Hola amor, te extrañé. – dijo apenas me vio, lentamente caminó hacía mí depositando sus manos en mis caderas acercándome a su cuerpo, instintivamente llevé mis manos a su cuello acariciando sus rebeldes cabellos, nuestra distancia comenzó a disminuir entonces nuestras narices se frotaron con suavidad.

– También te extrañé. - susurré aquello mientras movía nuestras narices de manera tierna, me acerqué a sus labios y finalmente le besé, nuestras bocas como siempre se movían en sincronía ambas se degustaban con un cariño especial, al momento de separarnos ambos nos sonreímos.

– Ven amor, te tengo una sorpresa. - dije con una enorme sonrisa en mis labios, Jimin me dio una mirada sorprendida y a la vez intrigado, le tomé de la mano para luego acercarlo a la mesa donde tenía todo listo, miré nuevamente la mesa y todo era perfecto todo se veía delicioso era una cena especial solo para los dos, mucho mejor que esa comida que encarga.

ENAMORÁNDOME DE MI DULCE ESPOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora