Me dicen papá (Soumako)

9. Color Color... (parte 2)

¿Cómo? ¿Cómo iba a decírselo? ¿Cómo iba a mirarlo a los ojos y decirle, a Nitori, a la persona que más amaba, que tenía miedo?

Él que siempre había ido al frente con todo, que jamás hizo una mueca de espanto ante nada, ¿cómo podía dejarse ver por él de esta manera?

Levantó sus manos para comprobar que efectivamente temblaba como una hoja, su rostro debía estar pálido, y su sonrisa se había borrado. Esto era lo que la estela de esta enfermedad empezaba a dejarle.

En este momento deseó con mucho ahínco estar con él, con su hermano. Sintió que necesitaba su abrazo, su risa casi molesta y confiada, necesitaba escuchar decirle que todo estaría bien, que él estaría a su lado ahora que lo necesitaba...y sin embargo la "profesión" los había alejado.

Abrió su chaqueta y de su bolsillo sacó esa foto que siempre veía, su hermano y él, la única pertenencia que se llevó de casa. El único equipaje.

Caminó de nuevo sin mirar hacia dónde iba, más bien, sabía a dónde quería ir, sabía que tenía que presentar la primera información obtenida a los Leicroos y hablar como siempre con Runa, y era allí a donde se dirigía.

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Rin golpeó la puerta ya con desespero.

-¡Haruu! ¡Sal de una vez! También tengo que bañarme...- escuchó para ver si tenía respuesta del pelinegro, pero nada. Volvió a golpear- ¡Haaruuu! ¡Aaahhhh! ¡Voy a entrar!

Entró sin esperar la respuesta y ahora dudoso fue hasta la ducha. El agua seguía cayendo y podía ver perfecto a Haru por detrás de la cortina, sentado en el suelo de la ducha.

Estiró su mano y dudó. Se quedó de pie.

-¡Haaruu...! ¿Qué sucede que no sales? -distinguió cuando el otro levantó la cabeza al oírlo, pero volvió a abrazar sus piernas- Haru... ¿Pasa algo?- habló más preocupado ahora.

-No.

-Si no me dices voy a correr la cortina.

-Hazlo. -Rin sintió correrle el enojo.

- ¡Bien!- cumplió la amenaza y el otro siguió en la misma posición, sólo dejando que el agua cayera en su cabeza.

Rin cerró la canilla, fue por un toallón y la puso en la cabeza de Haru para que cubriera hasta su espalda.

-Haru... ¿Qué te...

-¿Qué le dijiste a esa niña?

-¿Ah? -Haru chistó y su cara se puso roja. Apretó el rostro contra las piernas y volvió a hablar.

-La que se sienta delante tuyo. Vi que te llevó detrás de la escuela en un momento.

Rin entendió ahora. Haru había visto y de seguro sabía (porque era uno de esos secretos a voces) que "esa niña" se le había declarado.

-¿Y qué más iba a decirle?- le sonrió. Haru por fin levantó la vista y quedó fijo en los ojos rojizos del otro. -Yo no olvido mis promesas Haru.

El pelinegro quedó estático en el otro. Bajó la cabeza y se levantó para abrazarlo.

Rin le acomodó la toalla para que no se le cayera, lo separó para sonreírle y sacudió su cabello.

-Ahora sal del baño que lo necesito.

Haru asintió y salió de allí. Rin llevó una mano a su pecho.

-Haru... ¿Cómo se te ocurrió dudar de mi?

°°°°•••••°°°°Hace unos años atrás°°°°•••••°°°°