12. Lo prohibido

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Rin se despertó de golpe cuando sintió que lo sacudían.

-¡Oniii-saaan!

-Ay Goou... déjame dormir...
-Rin... nos dormimos...

El pelirrojo se sentó en la cama al escuchar a Haru.

-¡No puede ser! ¡Arruinamos todo!- se quejó Gou.

Pero Rin sonrió.

-¿Qué dices? Nuestro plan funcionó...

-¿En serio?

-¡Qué bien...! Pero ¿cómo sabes oni?

-Jeje... es que vi... cuando... -sus mejillas se pusieron rojas- bueno lo mismo que vio Haru.

Los niños abrieron sus bocas en una "o".

-¿Eso quiere decir que ya tenemos mamá? -dijo emocionada Gou.

-Ssshh... vas a despertar a papá.

-¿Vamos a ver si está despierto?

Los pequeños salieron de inmediato hasta el cuarto que estaba al final del pasillo, y se detuvieron en la puerta, cuando vieron el interior.

Rin le tapó los ojos a Gou y volvieron al pasillo.

-¡Oni! ¿Por qué hiciste eso?

-Porque sí, y porque tienes que ir a dormir.

La niña hizo un puchero y le sacó la lengua pero igual fue a dormir.

Rin entró a su cuarto y se metió a la cama.

-¿Qué pasó?

-Haru... ¿tú recuerdas lo que Momo nos había dicho, acerca de los papás... y que dormían juntos?

-Creo que si... tenía que ver con la intimidad...

-Si... c-cuando una pareja duermen juntos necesitan intimidad. Nosotros no tenemos que ir a su cuarto cuando estén ahí... o podrían enojarse con nosotros. Y mi papá estaba durmiendo con Makoto-sensei...

Haru asintió y miró su cama.

No lo pensó nada y fue a acostarse con Rin.

-Haru... ¿No te ha hecho pensar lo que te acabo de decir?- Rin se sentó en la cama.

-¿Qué tendría que pensar?

-Sobre dormir en una misma cama...

-No... además, nos vamos a casar ¿o no?- Haru abrazó al pelirrojo y cerró los ojos.-Yo puedo dormir contigo tranquilamente.

Rin se acostó un poco avergonzado, cerró los ojos, cruzó los brazos y frunció el ceño. Pero Haru se dio cuenta de que no podía dormir.

-Rin... duérmete.

-Si Si...

°^°^°^°^°^°^

Nitori miró la hora en su reloj. Se levantó y fue hasta la entrada, para ver si Momo ya volvía. Pero al abrir la entrada sintió una voz detrás suyo.

-No llegó aún.

Nitori dio un gritito por el susto, pero al girar y ver que era Taumaro sonrió con cierto alivio.

-Taumaro... ¿Qué haces despierto?

-No podía dormir...

Nitori lo miró un instante y descubrió su mentira. Taumaro apreciaba a Momo lo suficiente como para no dormir. Lo esperaba a veces, cuando pasaba mucho tiempo fuera de la guarida.

Me dicen papá (Soumako)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora