11. Cerca

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Durante la cena Sousuke no podía evitar demostrar el disgusto que le producía el no tener a Rin en la mesa.

Desde que él y Makoto habían llegado, el pelirrojo se había encerrado en su cuarto y cuando lo llamaron para cenar sólo contestó que no tenía hambre.

Ahora sólo estaban en la.mesa él, Gou y Haru.

Sousuke se sentía mal, triste, y la sensación se traducía en su rostro con un ceño fuertemente fruncido.

Resopló de pronto.

-¡Papá! ¡Te estoy hablando! -gritaba Gou y recién Sousuke la miró- ¿No va a haber postre?

Sousuke intentó procesar lo que Gou le había dicho.

-Si... -se levantó para sacar de la heladera unos pastelitos, pero sintió que lo habían tomado de su camisa.

-¿Pasa algo papi?-le habló la niña ahora más preocupada.

Sousuke no le respondió nada, sólo la miró absorto en sus pensamientos acerca de lo que le había dicho Haru.

-Rin la pasó muy mal... Gou al menos tuvo la suerte de no haber estado con él cuando todo pasó...

Sousuke cambió la expresión que tenía y le sonrió.

-Nada princesa, no pasa nada. -Gou sonrió más por aquel apodo y recibió aún más feliz el pastelito de crema que le había dado Sou.

Haru lo miró suponiendo lo que pasaba por su cabeza. Seguro estaba así por Rin, y un poco él se sentía culpable de haberle contado.

Sin haberse sentado, Sousuke salió de la cocina y fue directo al cuarto de los chicos. Cuando estuvo delante de la puerta sólo asentó la cara a la madera, para oír si estaba despierto aún.

-¡Auch!- oyó desde fuera, y tuvo el impulso por entrar al cuarto sin siquiera tocar.

Su sorpresa fue enorme cuando vio a Rin de pie, detrás de la cama, mirando su mano llena de sangre.

-¿Q-qué haces? -Sousuke reaccionó ciegamente.
- ¡¿Por qué te haces eso?! -tomó al niño del brazo y lo llevó pronto al baño, abrió la canilla y puso su mano bajo el agua, sin haber dejado de preguntar- ¡Dime Rin! ¡¿por qué te hiciste daño?!

Sousuke temblaba, ni siquiera miraba a Rin, miraba su mano y la sangre que salía de la cortada.

-¡P-papá! ¡Lo siento!

Sousuke reaccionó de pronto, tan perdido estaba en sus pensamientos que recién veía al niño a la cara, y sólo podía ver en él congoja y lágrimas.

Se agachó para abrazarlo y el pelirrojo lo aceptó.

-¿Por qué te lastimaste así, Rin? ¿Por qué haces que me asuste así?

-Me corté sin querer... -Sousuke resopló y se levantó para buscar el botiquín, sacó lo que necesitaba y le curó la mano al pequeño Rin.

El alboroto había atraído la atención de Gou y Haru que se hallaban fuera del baño, mirando para saber lo que sucedía.

Rin lo miró avergonzado.

-No quería morderte anoche- dejó salir con voz quebrada el niño, mientras aguantaba de no llorar sin consuelo. Se sentía muy mal.

Sousuke volvió a mirarlo, tomó aire e intentó cambiar su cara.

-No importa... no estoy enojado contigo por eso.

Sousuke le entregó una de sus sonrisas más cálidas para calmar al pelirrojo. Este igualmente se largó a llorar con mucha gana, tenía un gran peso que ningún niño de su edad debía cargar.

Me dicen papá (Soumako)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora