❝Kim Taeyeon ama hornear pasteles tanto como ama el Yaoi.
Si le preguntan cual es su pareja favorita de todo el Instituto Nacional De Seúl, ella responderá que es el Hunhan.
Todos ven una fuerte amistad entre Sehun y Luhan, estudiantes de segundo añ...
Caí en las baldosas, golpeándome las rodillas fuertemente contra ellas.
No llores, joder, no les demuestres lo patética que eres.
— ¡Y más te vale que dejes de hacer lo que sea que estés haciendo! ¡¿Oíste, estúpida?!
Sulli me jaló por el suéter y caí, golpeándome el costado derecho de mi cuerpo contra el suelo.
Me mordí la lengua para no soltar un quejido.
—Ya todos saben que Luhan es maricón y está hasta las patas de mi Sehun, pero no intentes contagiar a mi novio con tus estupideces homosexuales, rarita.
El sonido de sus tacones contra el suelo se volvió lejano, pero aun así me quedé en el suelo, mordiéndome el labio de impotencia y aguantándome las ganas de gritar para desahogarme.
No era que no me supiese defender, simplemente la perra me pilló desprevenida y me debilitó con insultos que siempre me dolían más de lo necesario.
Era tonta por creerlos, pero no débil.
Finalmente me levanté con dificultad, mis costillas dolían como la mierda y mi tobillo se había torcido durante la primera caída.
El timbre sonó y me apresuré a arreglar mi ropa, secar las lágrimas traviesas y poner mi expresión normal para no llamar más la atención.
Cojeando y con una rabia inmensa de fiera salvaje, salí de los baños hacia la cafetería, más que dispuesta a seguir con mi plan de juntar al Hunhan y hacerle ver a Sehun el monstruo que era su noviecita.
— ¡¿Qué te pasó?! ¡TaeTae, dios! ¡¿Estás bien?!
Le metí mi panqueque a la boca para que se callase; estaba levantando la voz y haciendo que los demás nos mirasen.
—Sólo me resbalé bajando de las escaleras —Le sonreí sinceramente—, ya sabes: soy torpe.
Luhan pareció más aliviado y se comió mi comida.
¡Mi comida!
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—Te traje un pastel de chocolate, ese que habías dicho te morías por probar.
Mis ojos se iluminaron al ver el pastel frente a mi, gritando cómeme mientras las calorías bailaban alrededor.
A la mierda la dieta imaginaria.
Estaba comiendo como cerdo cuando la mano de Luhan toma mi mentón, quedándome de piedra en mi posición mientras él retiraba un trozo cerca de la comisura de mis labios.
No lo creo.
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¡Mi bias acaba de...! ¡Puedo morir en paz!
Le sonreí estúpidamente y me sonrió de vuelta.
Y mirando de reojo hacia mi costado, pude ver la cara de estupefacción de Sehun, mirando con un brillo singular a su pasiva.
¡Demonios, si!
Ni todos los golpes de Sulli me harán dejar esto.
Mientras seguía devorando el pastel, ahora más feliz que antes, sentí una presencia a mi lado.
—Hola, Luhan.
Ay no, no, no, no.
Esa voz no.
Miré al chico junto a mí, teniendo que subir la mirada para dar con su rostro.
Maldita sea. ¿Por qué Myungsoo es tan alto? ¿O yo soy la baja?
Nah, él es el gigante.
—Hola, hyung.
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Le sonrió, bajando la mirada e intentando disimular su imperceptible sonrojo.
¿Sonrojo?
Ay, que no sea lo que estoy pensando.
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Sehun, es tu hora de entrar en acción, porque esto no lo tenía para nada planeado.
❪ ✧ ❫
Ya, lo siento por no responder comentarios de nuevo :(.
