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—Enana, ¿Qué hace Luhan con Myungsoo?

Fulminé con la mirada al negro antes de hacerle un gesto de desprecio.

¿Quién se creía para decirme enana? ¿La jodida muralla china acaso?

—No lo sé —Me sinceré, dejándome caer en el asiento en frente de Kyungsoo, quien alegremente comía uno de mis cupcakes—, el chico de la nada apareció y me quitó a mi mapsi.

—Mm, es extraño verles juntos...

Si mis orejas fuesen de perro, estarían levantadas mientras miraba expectante a Kai.

— ¿Por qué?

—Sehun y Myungsoo se odian mutuamente y por ello Luhan jamás se acercó al chico.

Oh por Satán.

Esto se ponía cada vez mejor.

Pasando mi mirada de un glotón Kyungsoo hasta unas mesas más allá, donde Sehun se mantenía rígido mirando en dirección a Lu y Myungsoo, mi sonrisa se ensanchó a más no poder.

—Deja de sonreír así, enana. No quiero que mi pequeño tenga pesadillas por tu culpa.

Kai abrazó a Soo, quien ni le dio la hora mientras seguía devorando el pastelito.

—Kyung —Él me miró y Kai frunció los labios—, Kai dijo que eras pequeño.

Y Satán reencarnó.

— ¡Maldita enana! ¡Me las cobraré después! —Gritaba el negro mientras era masacrado por la mirada de su novio.

Me limité a correr lejos.

¡Sería un pecado no molestar al negro!

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¡Sería un pecado no molestar al negro!

¡Sería un pecado no molestar al negro!

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Caminábamos hacia la salida del instituto casi vacío, ya que luego del taller de Lu, nos quedamos haciendo un par de cupcakes más para los encargados de la limpieza, quienes prácticamente se enamoraron de Luhan cuando se los dio.

Hunhan's stalker » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora