2 de Mayo de 2027
Fui a ver a Kyle por la tarde, estaba lloviendo y tenia un mal presentimiento. Pero tenia que hacerlo, por Jesús.
Llegué a su apartamento y le toqué la puerta, cuando entré me dijo:
-Ven pasa. Supongo que estas aquí por el encargo ¿No?-
-Pues si ¿Qué necesitas?- le dije curioso mientras observaba su departamento, era lindo lugar, nada mal para ser del Distrito 13.
-Bien la cosa es complicada pero creo que ya tienes lo que hay que tener para esto- sacó un plano de uno de sus estantes y lo puso sobre su mesa, eran unos planos de un depósito del puerto del Distrito 10.
-Tienes que entrar y robar la mercancía, deberías hacerlo rápido y fácil, sin nada de llamar la atención. Un amigo tendrá un camión donde podrás transportar todo- me dijo muy seriamente, pero yo simplemente pensé que era un chiste.
-Jajaja ¿Es un chiste? ¿Te das cuenta de que solo tengo 11 años no?- le dije mirándolo fijo a sus ojos.
-Lo sé Diego, pero justamente por eso eres el más útil, solo cuídate, lo harás bien- me dijo llevando una mano hacia mi hombro.
-Bien lo haré- le dije aceptando el trabajo -Pero es el último trabajo sucio que hago para ustedes-.
-Gracias Diego, contamos contigo- me dijo agradeciéndome como si le hubiera salvado la vida -El camión te esperará en el Distrito 10 a las 22:00-.
El Distrito 10 era la zona portuaria de la ciudad, siempre entraban y salían barcos, aunque nunca supe bien que transportaban. Supuestamente, casi todos los productos de afuera pasaban por ese puerto, incluidas las sustancias ilegales como bueno... ejem ya saben de que hablo. Jesús y su padre tenían un muy buen negocio de droga afuera de Capitol y todo dependía del producto en ese depósito. Yo, por supuesto, era el nenito que solo lo hacía porque si. No sabia en los problemas que me estaba metiendo en aquel entonces.
Cuando Kyle me llevó al distrito, me dejo en una calle oscura, llena de depósitos alrededor y una furgoneta negra en frente.
-Bien Diego, es la hora de la acción, sube a la furgoneta y mi amigo Franco te dirá que hacer ¡Suerte!- me dijo todo eso antes de bajar de la camioneta.
Caminé la calle recta para llegar a la furgoneta estacionada, abrí la puerta del acompañante y entré en ella, al parecer no había nadie hasta que de repente siento un metal frio por debajo de mi cuello haciéndome estremecer del susto.
-¿Cómo te llamas niño? - Me dijo una voz en tono tranquilo mientras me apuntaba con una pistola calibre 50', todavía no había reconocido su cara pero su voz era de aproximadamente de alguien de 16 años.
-Di..di..di..Diego, me envía Kyle- le dije con el corazón saliéndose por mi garganta, nunca antes me habían apuntado con un arma en la cabeza.
-¿A ti? Jajaja, no puedes ir en serio ¿Sabes disparar?- me preguntó sin retirar el arma de mi cabeza.
-Si, si sé ¿Ahora puedes sacarme el arma de la cabeza por favor?- le dije estremeciéndome aún mas.
-La verdad es que...- me dijo apoyando sus dedos en el gatillo haciéndome casi desmayarme del susto -¡Estamos juntos en esto amigo!- me dijo sacando el arma de mi cabeza y abrazándome, yo respiré ondo y hice una mueca porque la broma no me había gustado nada. Franco tenía un aspecto de un chico de 16 años y era uno de los mejores amigos de Kyle, era una persona que le encantaba hacer bromas pesadas sin duda, me caía bien.
-Bien Franco ¿Cuál es el plan?- le dije en tono serio.
-Cagarla con estilo, tu entras al depósito y me abres el portón para meter la furgoneta, cargamos las cosas y nos vamos- me dijo burlonamente.
Fuimos al depósito y yo baje esquivando a unos tipos que llevaban linternas, era fácil. Solo tenía que escabullirme, además al tener 11 nadie sospecharia tanto. Entre pasando por encima de una ventana rota y entré. En la entrada había un interruptor que abría el portón y fui a accionarlo. La furgoneta entró sin problemas y empezamos a cargar todas las cajas que podíamos. Cuando terminamos un tipo nos vio y accionó la alarma. Me cubrí dentro de la parte de la furgoneta pero Franco no, empecé a oir disparos y resulta que el muy loco se había lanzado a lo kamikaze contra 10 de ellos. En mi preocupación afortunadamente Franco salió ileso.
-Ya la cagamos, vayámonos de aquí- me dijo en tono agotador.
En el camino casi todo fue tranquilo eran las 23:47 por lo que lo habíamos hecho en un buen tiempo. De la nada pensaba en todo lo que estaba haciendo y me reí, mi vida no parecía tan aburrida después de todo.
-¿Por qué te lanzaste tan brutalmente sobre ellos?- le pregunté curioso
-Buena pregunta, a mi no me importa morir Diego. No tengo preocupaciones ni nada de lo que vivir, esta mierda es para lo único que sirvo y espero que mi momento llegue algún día- me dijo riéndose, parecía que en serio no le importaba nada.
-¿No tienes familia, amigos, no te preocupa tu futuro o lo que vas a hacer algún dia con el dinero que ganas?- le dije atónito por su respuesta.
-Cuando pierdes a todo lo que querías por tu culpa, ya sea porque lo mandaste a la mierda o porque los mataron o simplemente porque no aguantaban tu situación, las cosas dejan de importarte y el dinero se convierte en un papel sin importancia, en algo temporal- me dijo seriamente -A mi no me importa morir Diego. Y así estoy feliz, no digo que seas como yo pero a veces asi esquivas los problemas-
-Prefiero afrontarlos antes que decir que no me vale una mierda mi vida, lo siento Fran, no debí haberlo dicho- le dije algo triste por su situación.
-Ya cambiarás de opinión, lo presiento- me dijo con una cara extraña.
Me quedé pensando en esa frase mucho tiempo.
Llegamos a un garaje y nos bajamos, de ahí nos despedimos y yo me fui a mi casa escuchando "Smack that" de Akon y Eminem.
Cuando llegué a mi casa estaban Alex y mi mamá cenando y matándose de risa.
-Ahí estas hijo, ven aquí ¿Qué ha pasado que estas todo mugriento? - me dijo mi mamá con una expresión de felicidad y de preocupación a la vez.
-Me voy a bañar, provecho- les dije a las dos, mi vieja me resultaba un incordio y no quería escucharla ahora. Me fui a dormir y dejé que todos mis pensamientos fluyeran. No había sido nada mal para una noche en el puerto...
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Historias De Un Hombre En Capitol: Acto 1: Renacer
ActionDiego es un chico de 11 años, inocente, sensible, honesto que vive en las afueras de Capitol con sus abuelos en una gran estancia viviendo una vida de lujos lejos de su madre. Un dia Diego se ve obligado a abandonar su vida e ir a vivir con su madre...