Vida Imperfectamente Perfecta.

13

Gracias a dios sobreviví anoche. Y encima conseguí una amiga. Esto es como un récord. Se podría decir que yo soy muy antisocial. Quedamos en que nos veríamos y que le presentaría a Amelia. No estuvo mal del todo al final la cena.

Pero ya es lunes y como no, el despertador infernal está sonando como si no hubiera un mañana. Pi,pi,pi,pi,pi. Y lo peor de todo es que por más que nuevo la mano por la mesa para apagar el despegador no lo encuentro. Cuando por fin lo encuentro lo tiro contra la pared. Vaya, lo he roto... Empezamos bien la semana...

- Brooke, el desayuno - grita mi madre desde la cocina. Aagghh que estrés de mañana...

(...)

Estoy volviendo a casa después de clase de lenguaje musical en el conservatorio. Menudo día, dos exámenes sorpresa, un trabajo individual y ejercicios que cuentan para nota. No sé si podré sobrevivir a esto si es así toda la semana...

Mierda. No puede ser.

Me escondo lo mas rápido que puedo en un callejón. Igual tengo alucinaciones, pero juraría que Aiden estaba ahí en la calle parado y lo que menos me apetece ahora es hablar con él. Y menos después de lo que me dijo.

-Brooke -mierda, tengo que aprender a esconderme mejor.

- Adiós - me despido para salir corriendo, pero me sujeta antes de que lo pueda hacer ¿Por qué tiene que ser tan fuerte? No me parece justo, tiene ventaja.

- Igual te lo dije todo muy de golpe ¿Vale? - dice mirándome de arriba a abajo, como si estuviese estudiando cada movimiento mio. - Pero quiero que sepas que no me voy a rendir. Voy a luchar hasta que te enamores de mí.
Me gustas mucho.

- Éstas loco - digo y ahora sí, salgo corriendo.

Mi día ya no puede ir a peor. Bueno quien sabe. Igual mi madre me tiene preparado algo para cuando llegue.

Sigo caminando. Ya empieza a oscurecer cuando por fin llego a casa y gracias a Dios no están mis "queridos" padres. Al parecer tienen una reunión. Sí, lo sé. Raro a estas horas, pero la verdad me da igual. Pueden hacer lo que quieran con sus vidas mientras que a mí me dejen en paz

Ya en mi habitación llamo a Amelia y nos pasamos una hora y media hablando. Yo le cuento todo lo que ha pasado y ella me cuenta que ha hecho.

- Oye al final no me dijiste que tal ayer con Jack - digo a Amelia en fingido tono de reproche.

- Es que no hicimos nada interesante. Comimos, hablamos un poco y nos fuimos. - me contesta con cierto nerviosismo. Esta me oculta algo...

Acabo de colgar cuando oigo a mis padres llegar. Apago las luces y me meto en la cama lo más rápido posible.

Días normales por los Ángeles... Bueno, excepto por lo de Aiden. No me quito sus palabras de la cabeza: no me voy a rendir. Voy a luchar hasta que te enamores de mí. Me gustas mucho.

Este chico cada vez me confunde más ¿Habrá mentido para llamar mi atencion o lo ha dicho de verdad? La última vez que me habló con ese tono de voz, de total seguridad, fue cuando me dijo que adivinaría mi nombre, y lo hizo ¿Lo volverá a hacer o no? A esto me refiero, me vuelve loca ¿Y él me gusta? No, no, no. No me voy a dejar confundir por Amelia. Él no me gusta. Nunca me gustará. Yo le odio y él debería odiarme a mí también.

Mañana será otro día...

(...)

Me levanto y me preparo como un día cualquiera. Ayer me pasé la tarde estudiando para el examen de matemáticas que tengo hoy. Odio las mates. Voy a morir. Pero bueno, ahora a desayunar. Me muero de hambre.

Cuando bajo lo primero que veo es a mi padre saliendo por la puerta.

- Sí, me lo intentaré pasar bien papá. Igualmente. Yo también te quiero - murmuro irónicamente en cuanto sale. Mi madre ya se ha ido hace una hora por lo que estoy sola.

Entro a la cocina y me preparo mis amadas tortitas con nata y sirope de chocolate. Dicen que el desayuno es la comida más importante del día ¿no?

Cuando término cojo mis mochilas y salgo por la puerta. Pero nada mas salir hay un... ¿Ramo de rosas? ¿Quien hace el ridículo así hoy en día? Las cojo y veo que hay una nota.

" Dije que te enamoraría. Esto acaba de empezar. Buenos días, Aiden."