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A LA MIERDA LOS TIOS, YO ME QUEDARÉ SOLA Y CON TREINTA GATOS.

Así por lo menos paso de los líos estos. En serio, entre Jonathan y Aiden me van a matar. No se que pensar a todo esto. Por una parte tengo que admitir que me encanta que Aiden este celoso, pero por otra parte, no soy suya o de su propiedad, tengo derecho a tener amigos ya sean chicos o chicas. Es decir, estamos en el siglo veintiuno, el siglo de la tecnología y de la modernidad...

Entre tanta rallada de mente decido llamar a Amelia para que venga a mi casa a aconsejarme como buena amiga que se supone que es.

Mi amiga no tarda ni diez minutos en llegar a mi casa y empezar a tocar él timbre como si le fuera la vida en eso. Es que no se cansa... Y dale con el timbre...

- ¡QUE YA VA! - grito mientras sigo bajando las escaleras.

Cuando por fin llego a la puerta abro y me encuentro con que no es mi amiga la que esta en la puerta sino Maddie junto a Amber ¿What?

- ¿Eing? - pregunto en seguida confundida.

- ¡Hola amiga! Oh sí, yo también estoy muy bien gracias por preguntar - contesta sarcásticamente Maddie.

- Si, ya, ya... ¿Que hacéis aquí? - insisto.

- Es que te echábamos tanto de menos que hemos decidido venir a verte - responde aun sarcástica Maddie.

- A ver, la cosa es que queríamos avisarte porque nos caes bien - empieza a decir Amber. - No te acerques a Jonathan.

- ¿Por que nadie quiere que me acerque a el? - medio grito frustrada dejando que pasen mis amigas al salón.

- ¿Quien mas te lo ha dicho? - pregunta esta vez Maddie.

- A ver, técnicamente con palabras no, pero mi novio...

- ALEJATE de Jonathan - me interrumpe Amber en un grito.

No entiendo nada. Vienen a mi casa para ponerse a gritar que me aleje de un amigo mio.

- Yo puedo tener mis amigos - contesto borde.

- Bueno, nosotras te hemos avisado - me dice Maddie.

- Sí, nos vemos otro día Brooke - se despide Amber antes de irse.

Y al salir ellas por la puerta entra Amelia.

- ¡A buenas horas! - le grito mientras me tiro al sofá.

Amelia esta con caara de ni entender nada y sé que me quiere preguntar mil cosas, aunque no es la única confundida aquí... ¿A que habrá venido eso?

(...)

- Joder Amelia, no me mires así y dime que hago - digo enfadada.

- No se que quieres que diga... - responde. - ¿Tu estas con Aiden no? Pues ya esta. ¿Que mas da Jonathan?

- Aghhhh - grito frustrada. - Tienes razón, debería hacer caso a Maddie y a Amber, al fin y al cabo ellas le conocen mejor ¿No?

En ese momento el timbre suena y me toca bajar a abrir la puerta. ¿Por que todo el mundo viene hoy a verme? ¿No había otro día? Y adivinar quien es... Aiden.

- Hola - le saludo con una sonrisa.

El se limita a darme un abrazo, pero un abrazo bien fuerte, digamos que ahora no puedo respirar.

- Uouououooo - le grito para que me deje respirar aunque sea un poco. - ¿Y a ti que te pasa ahora?

- Que me encantas - responde sin pensárselo ni un segundo.

- ¿No será que estas celoso?

- ¿De quien? No hay nadie que suponga una amenaza para mi - responde muy seguro de si mismo.

- Ya ha vuelto el Aiden egocéntrico... - murmuro intentando que no me oiga.

A quien quiero engañar, quería que me oyese. Me encanta la cara que pone cuando le fastidio.

- Oye, venia a decirte que mañana no podré ir a verte - me dice de repente. - No te importa ¿Verdad?

Pues la verdad es que si me molesta, pero no se lo pienso decir. No pienso dejar que crea que le necesito, aunque así sea.

- No, no. Tranquilo - respondo forzando una sonrisa a lo que el responde con un pequeño beso en los labios.

Y después se va, dejándome ahí en la puerta con cara de retrasada mientras miro como se aleja por el camino que lleva a mi casa.

Vida Imperfectamente Perfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora