Vida Imperfectamente Perfecta.

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Y sin dejarme decir nada me besa. Yo le sigo el beso enseguida. No recordaba que sus labios eran tan... perfectos, ni que besaba tan bien. Las piernas me tiemblan Y él me acerca más a su cuerpo. No sabía que tenía tantas ganas de besarle, pero ahora que lo estoy haciendo no quiero parar. Quiero besarle hasta que anochezca, pero necesitamos respirar, así que nos separamos nuestros labios, dejando juntas nuestras frentes.

- Por fin - susurra Aiden sin separarse.

Como ha cambiado todo, hace poco más de un mes le odiaba, si me llegara a besar le metería de ostias, y ahora, sin embargo, estoy aquí queriendo besarle otra vez.

- Que no se te suba - le digo.

- ¿Te puedo volver a besar, princesa?

- Deja de llamarme princesa.

- Vale, pero ¿Puedo?

Y sin contestarle nada junto de nuevo nuestros labios.

- ¿Te he dicho que eres perfecta? - me pregunta nada más separarnos. A lo que yo niego con la cabeza. - Pues eres perfecta.

- Eres un cursi - le digo pegándole un empujón suave y empezando a caminar de nuevo hacia mi casa.

- Te encanta que lo sea y lo sabes - me dice.

- Yo no estaría tan seguro.

Seguimos caminando mientras que nos peleamos por chorradas. En cuanto llegamos a mi casa se despide con otro beso. Y ahora va la pregunta que más repito últimamente... ¿Por que es tan perfecto? Aghhh.