8

304 26 0
                                    

Poco a poco vamos profundizando el beso. Aiden me lleva, sin parar el beso, hasta el borde de la piscina para apoyarnos y no hundirnos. Yo aprovecho para pasar mis piernas por su cintura. Espera... ¡¿Qué estoy haciendo?! ¡¿ Qué hacemos besándonos?! Este esta mal. Enseguida me separo y me alejo todo lo que puedo de Aiden.

- Yo... - empieza este. - Esto...

¿Él sin saber que decir? ¿Hola? ¿Es el fin del mundo? Esto es nuevo. Pero antes de que Aiden diga lo que quiere decir salgo corriendo de la piscina y me subo a mi habitación sin encontrarme a Amelia por el camino. La verdad, mejor, no soportaría que me hiciera ahora preguntas. Ya tenía suficiente con las mías. Entro en mi habitación y cierro la puerta con pestillo. No se que hacer. Me cambio de ropa y me tiro a la cama ¿Qué he hecho? ¿Cómo le he podido seguir el beso? ¿Al final seré yo la que necesite ir al psicólogo? ¿Tendría razón Amelia cuando dijo que me gustaba? No, eso definitivamente no podía ser.

Necesito dejar de pensar. Y solo se me ocurre ir a tocar el piano. Pero no quiero que nadie me vea ¡¿Por qué es tan difícil mi vida?!

A la mierda todo.

Voy a ir a tocar, me da igual todo el mundo hoy. Espero que estén todos los suficientemente borrachos como para que si me escuchan mañana ya no lo recuerden.

Bajo por las escaleras y me dirijo a la habitación lo más rápido posible.

- ¡Brooke! - mierda, otra vez él no.

Me meto en la habitación y cierro con llave. Por fin segura. Quiero saber lo que Aiden me quiere decir pero no soportaré verle sin darle una buena bofetada de lo enfadada que estoy ¿Por qué me tuvo que besar? Me dirijo al piano y empiezo a tocar. Empiezo a componer una nueva canción. Me gusta como suena. Enfado, confusión, tristeza. Eso transmite la canción, demostrando lo que siento en estos momentos. No me preguntéis por qué estoy triste porque ni yo lo sé.

(...)

Ya no se escucha ni siquiera la música. Ahora sólo estamos el piano y yo. Bueno... Y alguien que está llamando a la maldita puerta como si le fuera la vida en ello ¿No me podían dejar sola? Bueno no me quejo, he estado sola unas tres o cuatro horas. Incluso he terminado la canción que he empezado a componer. Pero sigo aún muy nerviosa y confundida. Ni el piano me ha podido desahogar. Esto no me había pasado nunca y no sé que hacer.

La puerta sigue sonando y ahora se ha añadido la voz de Amelia diciendo que abra la puerta. Se la nota preocupada ¿Le habrá dicho algo Aiden? Espero que no.

Harta de escuchar a mi amiga gritar decido abrir la puerta.

- Ya has tardado - dice mi amiga mientras que entra a la habitación. - Ya no sentía el brazo.

Ella se ve feliz. No sé que habrá estado haciendo en la fiesta.

- Y bueno... ¿Has lig... - deja de hablar mi amiga al girarse y ver mi cara. - ¿Qué te pasa?

- Nada - digo intentando evitar el tema.

- Sí, mis ovarios que no te pasa nada ¿Alguien te ha hecho algo? Porque si es así ya se pued...

- ¡No me pasa nada ¿Vale?! - la corto en un grito.

Nos quedamos en silencio y yo me siento en la banqueta.

- ¿Querias escucharme tocar el piano no? - le pregunto a lo que ella asiente aun sorprendida por mi pregunta. - Esta canción la he compuesto hoy y quiero que seas la primera que la escuche.

- Gracias - me dice ella.

¿Gracias por qué? No lo entiendo, pero aun así no le pregunto y me pongo a tocar. Toco como si no hubiera un mañana. Queriendo expresar todo lo que siento. Quiero liberarlo todo. Termino de tocar y me quedo quieta en mi sitio sin moverme.

- Me ha encantado. Ha sido... No sé que decir. Sin palabras. - me dice mi amiga acercándose.

Y me echo a llorar. Amelia no creo que sepa que hacer puesto que yo nunca lloro. La última vez que lloré fue por culpa de mi madre. Tenía siete años y yo me negaba a ponerme un vestido para una cena del trabajo de mis padres. Entonces mi madre me pegó y me dijo que era una hija horrible, que cualquiera hubiese sido mejor que yo. Mi padre no hizo nada, sólo se quedó mirando. Por eso me llevo tan mal con ellos. Ese mismo día me prometí no volver a llorar. Y aquí estoy yo. Llorando, incumpliendo mi promesa.

Amelia se limita a acercarse y abrazarme, sin preguntas. Cosa que agradezco. Se que le voy a tener que contar todo lo que ha pasado, pero ahora no puedo.

(...)

Estamos ya en mi habitación y estamos las dos mas tranquilas.

- ...entonces Jack me ha invitado el finde que viene a ir a un bar con él y sus amigos y me dijo que podías venir ¿No es genial? - me cuenta emocionada Amelia.

Desde que he dejado de llorar ella ha hecho todo lo que ha podido por entretenerme. Ahora me esta contando que ha hecho en la fiesta y la razón por la cual no la encontraba por ninguna parte.

- Bueno... - dice. Ya sé lo que viene ahora. - ¿Me vas a contar lo que ha pasado?

- Es una tontería en realidad

- Me da igual, quiero saberlo.

- Vale - digo dándome por vencida. Al final se lo iba a tener que contar igualmente así que mejor me lo quito ya. - Estaba buscándote para bailar o hacer algo y entonces apareció Aiden diciendo que bailara con él. Y yo, naturalmente, le dije que no y me reí. Pero él me empujó hasta donde la gente bailaba y se puso a bailar. Yo enfadada me iba a ir, pero entonces me agarró justo a tiempo y me amenazó con que si no bailaba me tiraba a la piscina. Yo le dije que no me daba miedo, cosa que era verdad, pero entonces el me cogió de la cintura y me llevó como a un saco hasta tirarme a la piscina. Le empecé a insultar y empezamos a discutir. El se fue acercando y nos besamos...

- ¡¿QUE?! - grita mi asombrada amiga. - ¡¿Como que os besasteis?!

- No te emociones. Me separé de el y me fui corriendo.

- ¿ Y por qué llorabas?

- Ni idea, pero le he seguido el beso y yo no quería. Él no me gusta. Es más, le odio. Y sin embargo le seguí el beso. Me frustra haberle seguido el beso.

- Sí que te gusta, pero eres demasiado orgullosa para admitirlo.

- No. Me. Gusta - le aclaro articulando cada palabra más de lo necesario para dejárselo claro.

- Y tienes miedo a que te haga daño como lo hizo Alex. Miedo a que te rompan el corazón una vez más - añade mi amiga sin hacer caso a lo que acabo de decir.

- Alex no tiene nada que ver en esto - ha dado donde más me duele la muy zorra.

Digamos que hace un par de años tenía el típico novio perfecto. Todo el mundo decía que eramos la pareja perfecta. Nosotros estábamos "enamorados" , teníamos planes para "nuestro" futuro, y pasó lo normal viniendo de un capullo,me engañó con otra. Pero ya lo tengo superado. No más Alex en mi vida. Él ya es pasado.

- Bueno lo que tú digas. Algún día dejarás tu orgullo de lado y admitirás que tengo razón.

- Sí, lo que sea...

- Por cierto, esa canción que has compuesto es alucinante. Me ha encantado. Gracias por dejarme ser la primera en escucharla.

- No entiendo por qué das las gracias por eso, pero bueno, de nada.

Vida Imperfectamente Perfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora