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Y... Otra semana más.

Nada nuevo. Colegio, conservatorio, castigos, encuentros detestables con el cavernícola, Amelia, fiestas.

Lo malo de que mi vida sea tan monótona es que a veces pasa muy rápido. Sólo quiero que llegue algo que cambie todo, que me saque de esta mierda rutina que tengo como "vida".

Hoy mis padres se van de viaje de "negocios" y no vuelven hasta dentro de una semana, por lo que estoy más que feliz. Una semana en la que la casa es para mí sola. Hay que liarla.

La última vez acabó viniendo la policía, pero mi tia me ayudó y no pasó nada. Pero no va a haber una segunda vez en la que me ayude. Así que digamos que esta vez será una reunión de amigos con bebidas.

Amelia y yo llevamos planeando esto toda la semana. Ella se va a quedar a dormir conmigo todos los días. Vamos a vivir juntas una semana.

Despido a mis padres desde la puerta de casa. Se ve que no les importa mucho alejarse de mí. Cosa de la que no me quejo, a ver si lo hacen más a menudo. Me quedo en la puerta hasta que ya no pueden verme y entro corriendo a llamar a Amelia. A esta no le cuesta ni dos minutos llegar.

Ponemos la música lo más alto posible y empezamos a gritar y saltar por todas partes. Esta es una de las pocas razones por la que me gusta mi gigante casa en el culo del mundo.

(...)

Ya han pasado tres días y es genial vivir con Amelia. Hoy tengo clase de piano y ella ha decidido acompañarme. Estamos ya llegando cuando suena esa voz que ya tan bien reconozco.

- Ya ni me saludas, no sé que pensar.

Me giro y, como no, es Aiden.

- ¿Tampoco me presentas a tu amiga? - me pregunta mientras mira de arriba a abajo a Amelia.

- ¿No eres capaz de hacer tus propios amigos, te los tengo que presentar yo? -contesto con una sonrisa victoriosa en mi rostro.

- Hola, soy Amelia - dice mi amiga para calmar la cosa ya que ve que estoy por darle una patada donde más le duele.

- Yo Aiden - responde mientras que mueve la cabeza como saludo. - No es por nada, pero tienes una amiga con muy mal genio - le dice en un "susurro".

- Yo tendré todo el genio que quieras pero tu eres retrasado - le digo mientras que me echo a andar y cojo a Amelia del brazo para entrar al conservatorio.

- Joder, que bueno esta el Aiden - me dice mi amiga cuando ya no nos puede oír. - Encima se ve que le vas.

- Sí, y mi madre virgen.

(...)

Viernes. Eso significa que mañana es la "reunión de amigos" y que me quedan dos días hasta que vengan mis padres.

Amelia lleva desde que conoció a Aiden molestándome. Que si pegamos, que si es mono, que si es más listo de lo que yo le describía, que si yo le gusto a Aiden... A esta se le va. Tengo que buscar un psicólogo a ver si la pueden ayudar.

Llaman al timbre y dejo que vaya Amelia mientras que yo preparo cosas para mañana.

- Brooke - me llama desde la puerta. - Te buscan.

- ¿Quién? -digo mientras que llego a la puerta. - Mierda - murmullo, aunque al parecer lo suficientemente alto.

- Yo también me alegro de verte - Me dice Aiden con su habitual sonrisa.

- ¿Cómo sabes donde vivo?

- Tengo amigos y me deben favores - dice a lo que yo asiento. - ¿Me vas a dejar pasar o me tengo que quedar aquí de pie?

- Tu no vas a pisar mi casa - le digo en el tono mas neutro que puedo.

- ¿Y si la piso qué?

-Pues empezaré a gritar y los vecinos vendrán.

- No te pueden escuchar.

- Pero puedo llamar a la policía.

- Ni que te fuera a matar.

- No sé que quieres que piense cuando apareces en mi casa como si nada cuando yo nunca te he dicho donde vivo ¿A qué has venido? - le pregunto ya cabreada

- A verte.

- Te lo repito ¿A qué has venido?

- Te lo repito, a verte. - me responde como si no estuviese a punto de arrancarle la cabeza y jugar con ella a los bolos.

- Bueno Aiden pasa - dice mi amiga que se me había olvidado que seguía aquí.

Aiden entra y va hacia el salón. Amelia espera a que vaya yo después de Aiden por lo que aprovecho para echarle una de mis caras de odio.

- ¿Para qué me quieres ver? - pregunto ya una vez en el salón.

- No sé, me aburría y hacía mucho que no te veía - responde mientras que toca todo lo que hay en las estanterías.

- Me viste hace dos días.

- Puede que no haya pasado tanto tiempo desde que nos vimos - dice mientras que se dirige a la cocina y coge una manzana.

- Oye pues nada ¿eh? Tu como en tu casa.

- Bueno Aiden ¿Quieres venir mañana a una fiesta que damos aquí? - pregunta de la nada mi amiga. - No va a haber mucha gente porque una vez tuvimos problemas con la policía, pero va a estar bien.

- Si ¿Por qué no?

Aiden se mueve por la casa explorando las habitaciones mientras que nosotras le seguimos por detrás. Ya estamos en la segunda planta y ha visto casi todo.

- No. Entres. Ahí. - le digo cuando está a punto de entrar en la sala del piano. Esa habitación es mía y no quiero que nadie entre.

Pero él no me hace caso y entra. Entra a la habitación en la que solo está el piano y hay una ventana enorme que deja entrar mucha luz. Definitivamente no hay un sitio mejor que este.

- Amelia - dice llamando la atención de mi amiga. - A tu amiga se le da muy bien tocar el piano ¿no crees?

- No sé, nunca la he escuchado, no le gusta que la escuchen.

- ¿Cómo que no? Eso no puede ser - esta vez se dirige a mi y parece que esta... ¿medio enfadado?- Tienes un don para el piano. Vale, aún te queda mejorar, pero eres... Genial. En serio, tienes un don y no sé porque lo ocultas.

- Tu no sabes nada.

- Sé mas de lo que tú te piensas - dicho esto se gira y empieza a caminar hacia la puerta. - Bueno me tengo que ir chicas. Nos vemos.

Y se va tan tranquilo ¿De que va? Agghsjs me pone muy nerviosa.

Vida Imperfectamente Perfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora