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Nos hacemos llamar humanos... Pero nos deberíamos de llamar cerdos. No, me equivoco, los cerdos son más limpios que nosotros. Joder, ¿La gente no podía ensuciar un poco más? Con lo que me gusta a mí limpiar... Vasos y botellas rotas, bebida desparramada por el suelo, colillas, de todo. Menos mal que era una "reunión de amigos".

Esta noche no he dormido casi nada, mi cabeza no dejaba de pensar, y de ahí que sean las diez menos cuarto y la casa esté, se podría decir, limpia. Ningún rastro de que haya habido una fiest... Digo, una reunión de amigos. A ojos humanos. Pero me da que para que mi madre no sospeche tiene que estar impoluta. Ella siempre tan perfecta...

- ¿Un hada ha venido mientras que dormíamos y ha limpiado la casa por nosotras? - escucho la voz de mi amiga que se acaba de despertar y esta entrando por la puerta de la cocina.

- Ojalá - digo riendome ante su inmaduro comentario. Aunque no puedo hablar, no sé quien es mas inmadura aquí, si ella o yo.

- ¿Y entonces? - pregunta desconcertada.

- No podía dormir.

- ¡Entonces tu eres el hada que ha limpiado la casa mientras que dormía! - dice. A ella no le va muy bien eso de "madrugar", se ve que la afecta. - Tenía razón.

Estos momentos son en los que te preguntas donde quedó la inteligencia. Pero ¿Quien soy yo para quitarle la ilusión? Nadie. En este momento suena el timbre de la puerta y Amelia se lleva las manos a los oídos. Me había olvidado de que ayer ella igual se pasó un poquito con el alcohol. Igual no se acuerda de lo que le conté.

Ya me gustaría.

Abro la puerta y ,antes de que pueda decir nada, alguien me empuja para poder entrar en la casa.

- Brooke, tenemos que hablar - dice Aiden ¿Que hace él aquí?- Necesito hablar contigo.

- Ya lo estás haciendo ¿no? - le respondo enfadada por haberme empujado.

- Brooke, lo digo en serio.

- Va, tu dirás... - digo no muy convencida de lo que acabo de decir y de lo que conlleva eso.

- Bien, vale. - empieza... ¿Nervioso? - Quería decirte perdón, no te tendría que haber besado, estuvo m...

- ¿Beso tan mal como para que me pidas perdón? Sabia que lo hacía mal pero no tanto - le interrumpo.

- Todo lo contraria, besas jodidamente bien - murmura esperando que no le oiga. Pero ya es tarde. - A lo que iba, que estuvo mal.

- ¿Por qué lo hiciste? - pregunto ya seria.

- No sé, me deje llevar supongo - responde confuso. - Pero no me arrepiento -¿Qué espera que diga? ¿Que yo tampoco me arrepiento de seguirle el beso aunque fuera un poco? Pues siento informarte amigo de que no es así. Es decir, yo te odio, no puedo besarte y no arrepentirme. Es lógica. - Te besaría una y mil veces más si fuera necesario.

Ahora sí que me he quedado sin palabras ¿Que quería decir?

- Te odio - le susurro.

- Te quiero - me contesta de la misma forma. Espera ¡¿Qué?! - Desde ese primer día que te chocaste contra mi... Bueno, que yo me choque contra ti... No he podido dejar de pensar en ti. No me preguntes por qué, ya que ni yo mismo lo sé. Me tienes loco. Tu actitud, tu forma de responder a mis preguntas con más preguntas, tu forma de tocar el piano, tu voz. Todo relacionado contigo me vuelve loco. No sé que pensar. Sólo sé que cada vez que te veo quiero abrazarte, besarte, para que no te alejes, que no te vayas, que estés todo el rato conmigo. Espera, eso ultimo ha sonado algo psicópata, mejor olvidalo - sigue, poniendo una mueca. - Y ayer bajo el efecto del alcohol y tu tan... Pfff, joder, no pude contenerme y te pido lo siento por eso.

Wow.

- Yo... Mejor me voy - dice llevándose la mano a la nuca. - Nos vemos si eso.

Y sin dejarme decir ni una palabra se va. Eehh... ¿Qué acaba de pasar?

Vida Imperfectamente Perfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora