Capítulo 10

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-Valentina, Deja eso, mañana tenemos que levantarnos temprano- dijó su padre desde el marco de la puerta
-Ya voy-dijó la chica sin despegar la vista del libro
-Valentina... No sabes leer, ya duermete-ordenó
-No sé aún aclaró la chica- pero lo haré.
-¿Desde cuando tu interés por aprender?
-Bueno, verás...
-Es por ese muchachito... Valentina tu sabes que me agrada que tú y él sean amigos, sólo qué no te enamores
-Yo no estoy enamorada-aclaró la chica
-Eso dicen todos los que mueren de amor: que no están enamorados-dijó su padre sonriendo
-Acabo de conocerlo-se defendió la castaña
-Tú no encuentras el amor, el te encuentra
-Papá, dices cosas tan patéticas, ya vete de mi habitación-la chica le aventó su única almohada
-Ya duermete-ordenó su padre por segunda vez esquivando la almohada- Buenas noches- dijó llendosé de la habitación
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Un café en sus manos, y 5:47 de la mañana, definitivamente la silla de este hospital no era cómoda,¿Qué tiene de diferente a un hospital público?, la gente ahí no suele mirarte despectivamente, como esa señora de la silla de enfrente, llevaba más de 10 minutos mirándola así, ella ya se estaba cansando y en cualquier momento se levantaría de su silla y le reclamaría,pero no ahora, aún no era tiempo.
La chica movió sus dedos golpeando la silla, sorbió del vaso que tenía en sus manos, estaba nerviosa, los hospitales nunca han sido su sitio favorito,la chica comenzó a mover su pie llamando la atención de unas cuantas personas a su alrededor
-Valentina Jordan, a Oncología- dijó la chica de la recepción del hospital.
La castaña  tragó en seco, se levantó de su asiento y comenzó a caminar detrás de su padre, dobló al final del pasillo a la derecha, sabía como llegar de memoria, había estado ya unas cuantas veces en el mismo consultorio,su padre tocó la puerta y segundos después la puerta se abrió dejando ver al doctor de cabellos canos que inmediatamente se hizo a un lado para dejarlos pasar, la chica entró y tomó asiento
-Te veo más pálida-dijó el doctor sentándose frente a ellos.
-Son efectos de la leucemia-atacó la chica
-Deberían de disminuir con los medicamentos
-Pues deberían pero...
-Te mandaré a hacer estudios
-a sí, tu dí-la chica rodó los ojos
-Valentina ya basta-  regañó su padre
-Me esta dando órdenes reclamó la castaña
-Te está ayudando- defendió su padre
-No quiero su ayuda, no la necesito-la chica cruzó sus brazos -Deja de portarte como una niña
-Deja de tratarme como una
-Sólo serán unos estudios, no te lo estoy ordenando te lo estoy pidiendo-intervinó el doctor.

La Chica De La Trenza MarronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora