La Chica De La Trenza Marron

Capítulo 36

-No te atrevas a desobedecerme.
-No me digas que hacer-la chica cruzó los brazos .
-¡Soy tu padre!, claro que puedo decirte que hacer.
-Deja de ordenar.
-Deja de desobedecer.
-No te entiendo, tú querias que hiciera amigos, Axel es...
-Te dijé que hicieras amigos. Jamás mencioné el que te enamoraras.
-¿Y qué sí estoy enamorada?- gritó frustrada
-Lo dañaras.
-Me dañaré a mí misma.
-Hay personas que estan destinadas, pero no pueden estar juntas- Habló
-Lo dañaré más si me alejo de él sin decirle el motivo, ya hemos hablado de esto antes.
-Entonces dile que tienes leucemia y alejate- ordenó
-No es tan fácil como parece-tomó su cabeza con ambas manos
-Tienes dos opciones-cruzó los brazos-Te alejas sin decirle nada, o le dices que tienes leucemia y de igual forma te alejas
-Es patético, en las dos le rompó el corazón.
-No puedes evitar lo inevitable.
La chica se recargó en la pared y se resbaló por está hasta sentarse en el suelo-No lo hare- dijó decidida.
-Deja de ocultarle la verdad. ¿Cómo puedes ir por ahí mintiendo?.
-Sólo estoy protegiéndolo- Colocó su cabeza entre sus rodillas
-Lo haces tú, o yo hablaré con él.
-No te atrevas- se levantó del suelo
-Ponme a prueba.
-No lo harías-entrecerró los ojos
-Lo haré.
-Si lo haces- la chica pensó- dejaré de hablarte .
-Lo haz hecho antes, después de unos días se te pasa-levantó los hombros
-Me iré de la casa si lo haces-gritó
-No te irás.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Te hubieses ido hace 10 segundos-rió
-No lo hagas -gritó enojada
-"No me digas que hacer"-imitó la voz de Valentina
-Bien- caminó hacía la puerta y tomó la perilla-Tú decides- miró a su padre
-Lo siento hija tengo que hacer lo que es correcto-dijó triste.
-No es correcto romper en pedazos el corazón de alguien.
-Tampoco lo es ir por ahí esperando que tus mentiras se conviertan en realidad algún día.
-Las mentiras tienen algo de verdad- dijo mirando a la nada.
-No puedes culparme, sólo trato de evitarle un daño.
- Y tratando de arreglar algo, sólo lo quebraste más, y algún día se destrozará en fragmentos.
-No le digas- suplicó.
-No puedes pedirme que sea parte del daño, las mentiras duelen, en ocasiones más que la verdad.
-Bien- dijó indignada- Desde hoy dejó de existir para ti-gritó con los ojos llorosos, giró la perilla, salió de la casa y azotó la puerta con todas sus fuerzas .
Trató de huir pero no tenía idea de que estaba huyendo.