El primer día

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-Sucrette se te va a hacer tarde en tu primer día de escuela-

-¿eh?-

Abrí los ojos un poco atontada para ver la hora en mi teléfono, aún faltaba una hora para entrar a clases. Me senté en la orilla de la cama por unos minutos mirando hacia la nada, hoy era mi primer día en mi nuevo instituto Sweet Amoris, lo que me tenía un poco ansiosa, por lo que anoche no pude dormir muy bien. Decidí darme una pequeña ducha para despertar. Al final termine saliendo corriendo de casa, debido a que me demore mucho en arreglarme. Mientras corría para no llegar tarde, pase a golpear a un chico de cabello rojo que me miro con los ojos entrecerrados.

-Lo siento mucho-Me apresure a decir-voy atrasada, no fue mi intención golpearte-

-Deberías mirar hacia dónde vas enana-

-Ya te dije que fue un accidente-

-¿Y a dónde vas tan apurada?-

-Hoy es mi primer día en el instituto-Dije-Y sin darme cuenta me pase con la hora-

-¿A qué instituto vas?-

-Sweet Amoris-

-M... toma-

El chico me tiro un casco color negro a las manos, por suerte tengo buenos reflejos.

-¿Qué significa esto?-Pregunte confundida-¿Para qué es esto?-

-¿Qué no se nota?-El chico esbozo una sonrisa ganadora-Te llevare, vamos al mismo instituto, así te ahorraras el reto de la directora-

-¿De verdad piensas que me iré con un chico que no conozco?-

-No sé, ¿Prefieres llegar tarde entonces?-Dijo subiéndose a la motocicleta negra-Por mí no hay problema-

La verdad, a pesar de su apariencia un poco rebelde, no me daba mala espina y definitivamente a esta hora no llegaría a tiempo. Me coloque el casco y me subí a su motocicleta, el chico tomo otro casco de color rojo.

-Por cierto, me llamo Sucrette-Dije-¿Cuál es tu nombre?-

-Castiel-Dijo sonriendo-Sera mejor que te a sujetes bien-

El chico hizo rugir el motor de la motocicleta y acelero, fue inevitable no poner mis brazos alrededor de su estómago y acercar mi cuerpo al suyo. Nunca me había subido a una motocicleta antes de esto, creo que este año será bastante entretenido.

Cuando llegamos me apresure a bajar, me saque el casco y Castiel se quedó mirándome fijamente.

-¿Qué?-

-Nada...-Dijo sonriendo-Es solo que te ves entretenida-

-¿Ah?-

Le entregue el casco y me mire en el espejo de la motocicleta. Mi pelo estaba totalmente desordenado, me apresure a ordenarlo con mis manos, mientras que el pelirrojo reía a mis espaldas.

-No seas grosero-Dije frunciendo el ceño-

-¿Grosero?-Pregunto-Tienes una manera muy extraña de dar las gracias-

-Gracias...oye me podrías ayudar en algo mas-

-¿Quieres que te lleve de la mano?-

-¿Qué?-Dije un poco sonrojada-No... solo que no sé cuál es mi salón-

-¿Acaso no diste un paseo de reconocimiento cuando te inscribiste?-

-No... la verdad es que mis padres me matricularon casi de sorpresa, es la primera vez que vengo-

-¿Y cómo pensabas llegar si no habías venido antes?-

-Preguntando-Dije dándome un pequeño golpe en la cabeza-

Me pareció ver un breve sonrojo en su rostro, pero entonces miro hacia otra dirección. Tomo mi muñeca y me llevo hacia dentro del instituto.

-¿Cuál es la sala a la que debes llegar?-

-La 205-

-Bien-

Prácticamente me llevaba a las corridas, la sala no se encontraba tan lejos de la entrada, mientras llegábamos, pude notar un par de miradas que se fijaban en nosotros. Así que cuando nos encontrábamos en la puerta del salón, jale mi brazo para que Castiel me soltara.

-¿Qué pasa?-

-Nos están mirando-Dije sin levantar la vista-No me gusta ser el centro de atención-

-Que tonta eres-Dijo poniendo su mano en mi cabeza y desordenando mi cabello nuevamente-Bien puedes quedarte aquí parada el resto del día o puedes entrar antes de que llegue el profesor-

-¿Tú no vas a entrar?-

-¿Por qué?, ¿No puedes estar lejos de mí?-

-Ya quisieras-Dije levantando la mirada-Solo pensé que iríamos en el mismo salón-

-Lo hacemos, solo que tengo que ver un asunto con la directora, así que si me lo permites-

En ese momento, empezó a alejarse de mí. No pude evitar mirarlo mientras se alejaba, si no hubiera hablado con él, estaría segura de que me daría miedo tenerlo cerca, tiene esa pinta de chico malo y de pocos amigos.

Entre rápidamente al salón y me senté al lado de la ventana, un chico de cabello azulado se sentó a mi lado. La verdad no tomamos mucha atención a la clase, el chico me distraía mucho, su nombre es Alexis, tenemos gustos similares y es bastante curioso, sobretodo le llamo la atención que llegara acompañada de Castiel, tal como lo pensaba, no es de tener muchos amigos.

-¿Y vives por aquí cerca?-

-Más o menos-

-¿Eres nueva en la ciudad?-

-No, solo del instituto-

-¿Y porque te cambiaste?-

-Mis padres creyeron que es una buena oportunidad de conocer gente, la verdad, suelo ser un poco torpe para socializar-

-¿Por qué?-Dijo confundido-Te vez bastante agradable-

-Sí, es que suelo aislarme con facilidad-

-Bien, yo no dejare que lo hagas-Dijo levantando su pulgar-Además parece que no eres una chica de plástico como algunas chicas del instituto y créeme vas a necesitar un amigo, sobretodo porque de seguro Amber ya te odia-

-¿Amber?-

-Si ya la conocerás-

-¡Señor Alexis, puede dejar de distraer a su compañera!-El profesor nos miraba fijamente-Ya que los veo tan divertidos, les voy a pedir que vengan a la pizarra hacer el ejercicio-

Escuche varias risas en el salón, Alexis soltó un pequeño suspiro y me pidió disculpas, nos levantamos y nos acercamos a la pizarra, había un ejercicio de matemáticas un poco largo, pero no muy difícil.

Mire Alexis quien tenía el plumón en la mano, pero no parecía saber que era lo que veían sus ojos.

-Tal como lo creía, no tienen ni idea, si no logran descifrar este ejercicio los sacare de la sala-

-Pero profesor eso no es justo-

-Bueno debió pensarlo antes de ponerse a conversar, además por su culpa su compañera también tendrá que...-

-Es cuatro-Dije interrumpiendo al profesor-

Las risas en el salón se detuvieron y ambos me quedaron mirando fijamente.

-Es... correcto-Dijo el profesor-

-Wow, bien hecho Sucrette-Alexis me abrazo-Eso quiere decir que nos salvamos-

-Tuvo suerte-Dijo el profesor-Su compañera al parecer sabe muy bien esta materia-

Yo solo me encogí de hombros y sonreí.

Desde que te conocí (Castiel y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora