En la mente de Castiel

2.6K 221 27
                                    

Narra Cass

Estas semanas han sido tan extrañas, siento aun muchos espacios en blanco en mi cabeza, por más que intento concentrarme para recordar con claridad no lo logro, es un verdadero fastidio.

A pesar de que muchas personas me han dicho que cosas de mí y me han tratado con normalidad, sigo sin estar muy convencido de lo que me dicen, sobre todo Amber. Pensé en decírselo, pero me mostro pruebas que no podía negar y además se veía tan feliz al verme y saber que estaba mejor que fue imposible no creer en sus palabras, pero a medida que iba pasando al tiempo más me convencía que era imposible que me hubiera enamorado de una chica tan escandalosa y engreída, incluso Debrah se me hacía más guapa, intente terminar con ella, pero empezó con un berrinche que fue inevitable no seguirle la corriente, pero hoy me di cuenta de algo.

-Oye Rosalya...-

--¿Qué pasa?-

-Esa niña... Sucrette-Su rostro se tensó-¿Quién es?-

-No puedo decírtelo-

-¿Por qué no?-

-¿Por qué quieres saberlo?-

-Hay algo extrañamente familiar en esa chica, no puedo explicarlo, pero siento que hay algo no resuelto entre nosotros-

-Ash... Castiel si necesitas hablar con ella, y si lo necesitas, deberías ir por ella y preguntárselo personalmente-

-¿De quién hablan?-

-Nada de tu incumbencia "Princesa"-Dijo molesta la chica de cabello blanco-

-Si hablas con mi chico es de mi incumbencia-

-Amber, no es de tu incumbencia-Dije frio-Por favor no te metas en esto-

-Casi ¿Estas molesto conmigo?-

-No tengo ganas de hablar ahora, pero lo haremos, te lo prometo-

Amber me miro un poco preocupada, pero por primera vez en la vida decidió dejarme tranquilo sin preguntar. Después de molestar bastante a Rosalya incluso después de clases, accedió a darme la dirección de Sucrette, claro que era bastante tarde cuando accedió, por lo cual termine yendo de noche.

Estacione mi motocicleta frente al domicilio y me quede observando un poco curioso, todo se me hacía familiar, por lo que no me costó realmente poco llegar a su habitación, me acerque a la ventana con cuidado y coloque mi mano en el vidrio, la abrí sin problemas.

Podría apostar que esto ya lo había hecho antes.

Entre a la habitación evitando meter ruido, lo sabía, ya había estado en este lugar antes. Cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, pude distinguir a Sucrette recostada en su cama, a pesar de que su pelo estaba alborotado y dormía con la boca semi abierta, se veía realmente guapa, casi sin notarlo avance hacia ella, pero choque contra una silla.

-¡Ma...!-

Escuche como Sucrette balbuceaba, cerré los ojos con fuerza y tape mi boca, "Si Castiel eso va a evitar que ella te vea".

-Tengo que ir al baño-

Sentí como Sucrette se ponía de pie, prendía la luz y salía de la habitación, solté un pequeño suspiro al notar que no me había visto. No era mucho el tiempo que tenía por lo que me apresure en salir de la habitación, entonces note sobre su escritorio un par de fotografías, las tome sin pensar y salí de la habitación.

Me apoye al lado de la ventana y suspire, entonces escuche como entraba nuevamente a su habitación.

-¿Qué raro?, no recuerdo haber dejado la ventana abierta-Me apegue más aun a la pared-Castiel tenía razón, debo aprender a cerrar con llave-Después de decir eso cerro la ventana-

Al día siguiente llegue temprano al salón, había muchas cosas que debía hablar y aclarar, con muchas personas.

-Gati...-Amber se quedó callada al ver las fotografías sobre el escritorio al lado de mis pies-¿Ella te las dio?-

-No, las encontré, ahora no se, quien de las dos es experta en photoshop-Mire a Amber serio-Aunque la verdad dudo que tu tengas algún tipo de talento en la informática-

-Castiel-Su voz sonaba sincera-Gracias por estas semanas, fue algo que pensé que jamás podría tener y perdón, no debí jugar así con tu vida...-

-Y eso de que me sirve ahora-Dije molesto-Más vale que me perdone, porque te juro Amber, no volverás a saber nada mas de mi si esto no se arregla-

-¿La recordaste?-

-No, pero espero hacerlo-

-Ojala lo hagas-Después de decir eso siguió su camino sonriente-

Espere ansioso por la llegada de Sucrette, pero nunca llego, entonces decidí acercarme a Alexy.

-Oye chico azul-

-Hola Castiel, siempre es un placer hablar contigo, gracias por llamarme por mi nombre-

-Bien, Armin...-

-Alexy-

-Eso, oye sabes algo respecto a Sucrette, Rosalya no me quiso decir nada ayer y hoy ninguna de las dos se encuentra en el salón-

-Claro que esperas, Rosalya es su mejor amiga, era obvio que iría a despedirse de ella al aeropuerto, si no fuera porque estoy muy mal en la materia...-

-¿Despedirla?, Rosalya se va de viaje-

-¿Qué?, claro que no, la que se va es Sucrette-

-Maldición-

-¿No lo sabias?-

-Tengo cara de saber que se iría-Dije paseándome de un lado a otro-Debo... debo hablar con ella, ¿Sabes dónde están?-

-En el aeropuerto-

No término de hablar cuando ya me encontraba fuera del instituto, tome mi casco y emprendí el viaje, no podía dejar que se fuera, al menos no sin hablar con ella. Intente ir lo más tranquilo posible en la carretera, recordando el accidente, pero mi corazón no me dejaba concentrarme, sentía el pecho oprimido, estoy seguro de que la quiero.

Estacione la motocicleta lo más cerca de la entrada del aeropuerto y corrí hacia adentro, había mucha gente y varios aviones ya habían despegado al llegar, empecé a buscar entre las personas pero al ver que no lograba encontrarla grite su nombre, entonces desde la distancia note a alguien familiar, mi corazón se oprimió y corrí hacia ella.

Desde que te conocí (Castiel y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora