Desde que te conocí (Castiel y tu)

Mi chica

-¿A dónde vamos?-

-A tu casa-

-No quiero ir a mi casa-Dije haciendo puchero-Vamos a la tuya, es más divertida-

-No, iremos a tu casa, te cambiaras de ropa y pondremos a lavar la que traes puesta-

-¿Por qué?-

-Porque apestas a alcohol-

-¿Puedo caminar?-

-Lo dudo-

-Vamos déjame caminar, estoy aburrida de ver el suelo además estoy mareada-Dije dejando caer mi cabeza-

-No se te ocurra vomitar-

Castiel me dejo con suavidad en el suelo, lo mire fijamente durante unos segundos sin decir nada, luego puse mis brazos alrededor de su cuello.

-Dame un beso-

-No quiero-

-¡Dame un beso!-

-No me gustan las chicas que suplican-

-No te estoy suplicando, te lo estoy exigiendo-Dije frunciendo el ceño-Se supone que eres mi chico, así que dame un beso-

-¿Así que soy tu chico?-Asentí-¿Quién dijo eso?-

-Yo lo digo, además dijiste que era tu chica-

-Creo que tendré que traerte más seguido, eres más divertida cuando tomas-

Se acercó a mí y me dio un suave beso en los labios, intento alejarse de mi rápidamente, pero no se lo permití, me acerque más a él, podía sentir su cuerpo un poco tenso, pero se relajó en unos segundos, puso sus brazos alrededor de mi cintura y me siguió el juego. Su sabor era dulce casi tanto como los tragos que Alexy había pedido, sentí como mi corazón comenzaba a acelerarse ante el contacto de nuestras lenguas, entonces me aleje.

-Castiel-

-Dime-

-No creo que pueda caminar-

El chico soltó una pequeña risa y se ganó delante de mí, puso sus brazos hacia atrás y se inclinó levemente, esboce una gran sonrisa y rodee su cuello con mis brazos.

-¿Así que ahora si merezco que me lleves con más delicadeza?-

-Como no hacerlo después de ese beso-

Pude notar como me sonrojaba. Por suerte mi casa no quedaba tan lejos, al menos eso creo, la verdad no tenía muy claro el tiempo que habíamos tardado en llegar. Le entregue las llaves a Castiel y entramos con cuidado.

-Toma-Dije tirándole el poleron y tomando mi polera entre las manos-

-¿Qué crees que haces?-Dijo algo sonrojado y sorprendido-

-Dijiste que cuando llegáramos tendría que sacarme la ropa-

-Sí, pero hazlo en tu habitación-Dijo tomando mis manos y evitando que siguiera subiendo mi polera-Luego te pones otra cosa y me pasas tu ropa-

-Castiel... eres aburrido-

-Solo haz lo que digo, seguro mañana me lo agradeces, niña tonta-

Hice puchero, subí a mi habitación y me saque la ropa, la verdad si estaba un poco pasada a alcohol, hice un poco de memoria y recordé que mientras bailaba con Alexy, sosteníamos los tragos, en ese momento de seguro volcamos un poco de líquido sobre nosotros.

Cuando me cambie abrí la puerta de la habitación, Castiel se encontraba apoyado a mi lado, le entregue la ropa y me ayudo a llegar a la lavadora, pusimos la ropa a lavar y volvió a llevarme a mi habitación. Luego dio media vuelta.

-¿No dormirás conmigo?-

-Si eso quieres-Asentí-Tranquila cuando tu ropa esté lista la tenderé y vendré a acostarme-

-Te estaré esperando-

-Lo dudo-Dijo esbozando una sonrisa y besando mi frente-Sera mejor que duermas-

Esas últimas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, abrí los ojos un poco despistada me dolía la cabeza, por lo que me costó tomar conciencia de donde estaba, decidí darme vuelta un poco para ver si me orientaba un poco mejor, pero un brazo me tenía prisionera, levante la vista y mire a Castiel que se encontraba durmiendo a mi lado, estábamos en mi habitación. Apreté un poco mi mano y note que yo también lo abrazaba, mire de reojo y note que se encontraba sin polera, por lo que me apresure a mirarme.

-¿Por qué estás tan inquieta?-Dijo el chico sin abrir los ojos-

-Yo... es que....-

-Todavía es temprano, deberías volver a dormir-

-¿Qué sucedió anoche?-

-¿No lo recuerdas?-Dijo esbozando una sonrisa maliciosa-Anoche me pediste que...-

-¿Qué te pedí?-

-Me pediste que me quedara contigo y también que te hiciera mía-

-¡! ¿Qué?!!-

En ese momento el pelirrojo soltó una carcajada, abrió sus ojos y me miro divertido.

-Deberías ver tu cara-

-Dime que no hicimos nada-

-Claro que no, soy un chico respetable, no me aprovecharía de una chica borracha, por cierto tienes un serio problema, tendremos que llevarte a una fundación...-

Note que llevaba puesto mi pijama por lo que pude respirar tranquila, Castiel seguía hablando respecto al ridículo que habíamos hecho junto a Alexy en su tocata.

-¿No estas molesto?-

-¿Por qué?-

-Por todo lo que te hice pasar ayer-

-En su momento si, tuvimos que dejar de tocar por su culpa, casi nos prohíben volver a ese lugar-Decía todo eso con tono divertido-

-¿Cómo es que no estas molesto?-

-Porque anoche me dijiste algo que me dejo tranquilo-

-¿A si? ¿Qué cosa?-

-Admitiste que eras mi chica y también dijiste que yo era tuyo, así que me conformo con eso-Note como me sonrojaba-Ahora creo que será bueno que te prepare un café, de seguro tu cabeza debe estar dando vueltas-

-Ni te imaginas cuanto-Dije casi sin pensar-

-Sera mejor que te des un baño mientras tanto, no sé qué abras estado soñando, pero transpiraste bastante anoche, te pasabas destapando, si no fuera por mí, de seguro estarías resfriada en estos momentos-

-¿Por qué estas siendo tan amable?, me estás dando miedo-Dije bromista-

-No te acostumbres, solo lo estoy siendo porque se lo que es tomar demás, espero que no lo repitas-

-Créeme no está en mis planes hacerlo-

Se levantó de la cama y se colocó su camiseta, camino hacia la puerta de mi habitación, pero se detuvo al abrirla para mirar por sobre su hombro.

-¿Sucrette?-

-¿Eh?-

-¿Te gustaría... quieres...? Arg... ¿Si eres mi chica cierto?-Sonreí ante su pregunta-

-¿Es tu forma de pedirme que formalicemos?-Asintió-Si quiero ser tu chica-

-Bien-Dijo serrando la puerta-

Sí que le cuesta expresar hablar sobre sentimientos, pero aun así, me gusta que me lo haya pedido a su manera. Me levante de la cama, aun me sentía mareada, pero al menos podía caminar por mí misma.