Desde que te conocí (Castiel y tu)

Un accidente

Han pasado dos días desde la última vez que vi a Castiel, fuimos al parque de diversiones, la cosas han estado bastante bien, costo un poco, pero papá ha aprendido a quererlo, y él se ha dado a querer, como nunca se ha comportado como un niño bueno, pero después del parque no he sabido nada, incluso lo he llamado, pero suena apagado.

-¿Sucrette te encuentras bien?-

-¿Eh?-

-No has dicho nada en todo el día-

-¿Te peleaste con Castiel no?-Dijo Rosa mirándome molesta-Lo sabía, por eso no ha venido a clases estos días ¿no?-

Negué con la cabeza.

-Te equivocas no hemos peleado-

-¿Entonces?-

-No lo sé, tiene el teléfono apagado-

-Parece que alguien ya se aburrió de su juguete nuevo-

-¿Qué no tienes nada mejor que escuchar conversaciones ajenas Dibra?-

-Es Debrah-Dijo poniendo sus manos en su cintura-Y ni crean que me interesa escuchar sus conversaciones, son muy aburridas-

-pues parece que te interesan arto para estar parando la oreja-

-Pff, solo le hago entender a esta niña que su tiempo se acabó, así el golpe no le dolerá tanto-

-Que amable de tu parte Lola, lo tendremos en mente ahora puedes seguir tu camino-

-Grr... luego no digas que no te lo advertí-

-No le hagas caso Sucrette-Dijo Rosa-Solo esta celosa-

-Que es molesta esa lulu-

-Se llama Debrah-Dije molesta-

-Al fin vuelves a hablar-Dijo divertido Armin-Pensé que te habían comido la lengua los ratones-

-Y esa señores es la forma de decir te quiero de Armin-Dijo Alexy divertido-

-Vamos admite que es divertido ver como se enoja-

-¿Haces eso a propósito?-

-Claro-Respondió el chico sin despegar su mirada de su consola-

Esboce una pequeña sonrisa y me puse de pie.

-¿Qué harás?-

-Creo que iré a su casa después de comprar los materiales para la clase de arte, para saber que le sucedió-

-¿Te acompaño?-

-No creo que sea prudente, conoces a Castiel, si quiere decirme algo no lo hará con gente a mi alrededor-

-M... si tienes razón, pero te llamare en la noche-

-Gracias amiga-

Cuando sonó el timbre me despedí de los chicos tome mi bolso y fui hacia las tiendas, compre los materiales para la clases de arte y me dirigí hacia la casa de Castiel. Iba a paso lento un poco nerviosa, siempre hablamos por mensajes, o suele ir a verme de noche, pero entiendo que de vez en cuando uno necesita tiempo para estar solo, quizás solo esta aburrido o algo. Sentí una presión en el pecho al recordar lo que dijo Debrah.

-No pienses en eso Sucrette-

Estaba a unas cuadras de la casa de Castiel, cuando un auto negro se estaciono fuera del domicilio de Castiel, del bajo su padre junto a Castiel, quien tenía unas vendas alrededor de la cabeza y los brazos. Mi corazón se oprimió. Pensé en correr a sus brazos, pero su mama me miro y negó con la cabeza. Me quede allí de pie, sin hacer nada.

Castiel entro en su casa junto a su padre y su madre se acercó a mí.

-Hola Sucrette-

-Señora mamá de Castiel-

-Ven, vamos a tomar algo, tengo que decirte un par de cosas, y puede que sea algo incómodo-

-¿Le paso algo malo a Castiel?-

-Acompáñame- Asentí -

El tono de su voz me indica que nada bueno estaba pasando. Cuando llegamos al café la madre de Castiel soltó un suspiro, pidió dos café con leches y un par de medias lunas, se dio un par de vueltas preguntándome sobre el fin de semana y el instituto, decidí responder sus preguntas con amabilidad, hasta que se acabó el tema, entonces me miro con seriedad.

-El día de su cita, en el parque... Castiel estaba muy emocionado, quería que todo saliera bien, sobretodo porque tu padre parece quererlo más que antes-

-Sí, es cierto-Dije sonriendo-la verdad fue muy agradable la salida, se notaba contento, casi no hizo ninguna broma sarcástica-

-Sí, tú de verdad que le importas... o le importabas, a estas alturas no sabemos bien que le importa-

-¿A qué se refiere?-

En ese momento la madre de Castiel tomo mis manos.

-Sucrette, ese día Castiel tuvo un accidente, intentamos contactarte, pero su teléfono quedo destrozado y no sabíamos dónde vivías-

-O por dios, debí venir antes-

-¿Cómo ibas a saberlo?-

-Pero le dieron el alta ¿no?, ¿Esta bien?-

-Físicamente si, mentalmente bueno, el...-

-¿El?-

-Casi no recuerda nada...-

-¿Qué?-

-El doctor dijo que era comentario, solo debe estar un poco tranquilo y esperar que los recuerdos regresen, pero no podemos forzarlo a recordar, no sé si te recuerde mi niña, pero por ahora es mejor que este un poco más tranquilo-

-¿No ira al instituto?-

-No por ahora...-

-Entiendo, ¿puede mantenerme al tanto de su progreso?-

-Claro...-

-Señora no me echa la culpa de esto, tuvo un accidente por salir conmigo-

-Claro que no Sucrette, los accidentes suceden, no son culpa de nadie, por favor no te culpes-Soltó una de mis manos y limpio una lagrima que corría por mis mejillas-No llores mi niña, yo sé que Castiel te recordara, él te quiere de verdad, si quiere podemos planear una junta antes de que valla a clases y mientras tanto puedo intentar hablarle de ti-

-Gracias, pero me conformo con saber que se encuentra bien, no es necesario presionarlo para recordar, usted lo dijo es mejor no obligarlo a recordar-

Al día siguiente me quede en casa, la madre me mantuvo al tanto de como seguía Castiel, al menos recordó a su perro a penas lo vio, eso me da una pequeña experiencia.

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