Desde que te conocí (Castiel y tu)

Gatita??

-Por favor Sucrette deja de llorar-

-No es justo-

Me aferre a los brazos de Matt, mi corazón dolía y lo único que podía pensar era en desaparecer, no podía creer lo que estaba sucediendo. Después de todo lo sucedido, porque pasaba esto.

-Dime ¿Que te sucedió?, ¿Es por Castiel?, Vamos Sucrette, tu sabes que está pasando por un mal momento, pero ya estará todo bien, quizás hoy no te reconoció en el instituto pero...-

-No hay peros...-Dije secando mis lágrimas-De todas las chicas que podía recordar, porque tenía que ser ella, no lo entiendo-

-Bien explícame lo sucedido-

-Bien, pero es una larga historia, bueno sabes que la madre de Castiel me dijo que por fin después de una semana volvería a clases, que incluso estaba emocionado con volver y ver a sus amigos, aunque lo demostraba a su manera-

-Me imagino-

-Al menos su personalidad no ha cambiado-Dije un poco triste-Bueno...

"No había dormido bien debido a los nervios de saber que al fin podría ver a Castiel, trate de no ilusionarme respecto a la situación, pero aunque lo intentara, mis ilusiones estaban por las nubes, quería correr y abrazarlo a penas lo viera, por lo que tuve que pedirle a Rosa que me sostuviera en caso de que fuera necesario, ella accedió con una mirada un poco triste. A penas di unos pasos en el instituto cuando mi corazón empezó a latir con fuerza.

-Hola Sucrette-Me saludo alegre Alexy-

-Hola Alexy, ¿Cómo va todo?-

-Bien por aquí, ¿Qué tal tú?-

-Nerviosa-

-Hablando del rey de roma-

-¿Eh?-

No pude evitar darme vuelta, Rosalya tomo mi mano para evitar que hiciera alguna tontería. El sol le llegaba en el rostro, haciendo que su cabello rojo brillara al igual que sus ojos. Clavo su mirada al frente y esbozo una media sonrisa, por lo que no pude evitar sonreír.

-Gatita-

-¡Castiel!-

Debrah sonrió al escuchar su apodo y corrió a sus brazos, pero él no respondió a su abrazo, seguía mirando en mi dirección.

-Hasta cuando seguirás con eso-Dijo molesto apartándola de su lado, mi corazón dio un brinco-Debrah ya madura y supéralo, de verdad, empiezas a fastidiarme-

Castiel siguió su camino, Debrah quedo de pie molesta y haciendo un berrinche, Rosalya soltó mi mano, por lo que di un pequeño paso, estaba convencida que me hablaba a mí, pero en vez de quedarse de pie frente a mí y hacer una broma siguió caminando, pensé que se daría vuelta en cualquier momento y soltaría una pequeña risa burlona, pero en vez de eso... en vez de mirarme... fue con... ¡con Amber!, se supone que nunca había sentido nada por ella, como es posible que le diga de esa manera, no pude seguir mirando, porque no quería ver como la besaba...-

-Por eso te encuentras a esta hora aquí-Asentí-De verdad que cree que esa rubiecita es su novia-Asentí-Vaya golpe que se debe haber dado ese idiota para pensar tal cosa, aquí debe haber gato encerrado estoy seguro-

-Aun así... eso no le da derecho a...-

-¿A qué?-Matt tomo mi rostro y me miró fijamente-Sucrette Castiel aún no recuerda nada, con suerte sabe su nombre y un par de cosas, está confundido, no puedes culparle por eso-

-Pero me duele-

-Es obvio Sucrette es tu chico y el de verdad te adora, todos lo sabemos, solo está confundido-Matt tomo mis manos-Debes tener paciencia-

-¿Puedo quedarme aquí?, mis padres se encuentran en casa, si saben que no fui a clases me castigaran-

-Claro, puedes quedarte todo lo que quieras, por suerte hoy tengo libre-

-¿Podemos ver la película que tanto me gusta y tomar mucho helado?-

-Claro... veremos por milésima vez el diario de una pasión, para que sigas llorando como un bebe-

-Matt... sabes que me gusta-

-Bien, pero más tarde saldré a comprar el helado-

-Bueno, eres el mejor-

-Lo sé-

Al final vimos varias películas, como decía Matt, termine llorando con la película, más que otras veces, aunque al menos ellos tuvieron un final relativamente bueno. Cuando Matt decidió ir a comprar el Helado no me permitió acompañarlo, por lo que me quede un rato a solas en su departamento. Cuando volvió se encontraba en compañía de los chicos. Traían dulces, juegos y películas, a pesar de que el resto del día no pensé en lo sucedido con Castiel, en la noche fue inevitable no pensar en lo sucedido, sobre todo por las fotografías pegadas en mi techo. Por un momento pensé en quitarlas y romperlas, pero no pude hacerlo, al final solo las guarde en un cajón de mi alcoba.

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