Maxi, Mari y Marcos

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-Que no sabes que cuando se va a despedir a la chica que se quiere debes traer flores-esboce una leve sonrisa-

-Pues yo a ti no te veo con rosas-

-Es distinto, yo soy su amiga-

-Ya se fue ¿no?-Rosalía asintió mientras limpiaba una lagrima-Supongo que llegue tarde-

-Pues de haber llegado temprano, se encontraría aquí-

-M... quizás si debí traer esas rosas, funcionan en las películas-

-podrías ir a buscarla-

-De todos modos no la recuerdo-Dije poniendo mi mano en mi frente-Así que da igual, espero que sea feliz-

-¿Sabes que no se va para siempre cierto?-

-¿No?... Ese peli azul-Rosalya soltó una pequeña risa-

-Alexy siempre contando las cosas a media-

-¿Entonces volverá?-Rosalya asintió, tome la fotografía que traía en el bolsillo-Prometo recordarte cuando eso pase-

-Dudo que sirva de algo hablarle a una foto-

-Ah, aun sigues aquí, pensé que ya te habías ido, ¿Quieres que te lleve?-

-No hace falta, vine con Leigh-

-Bien como sea-

Di media vuelta, levante mi mano en señal de despido y empecé a caminar hacia la salida del aeropuerto, me apoye en uno de los pilares y agache el rostro. Volví a mirar la fotografía.

-Voy a estar esperándote-tape mi rostro con el brazo-Porque si no este dolor nunca pasara-

Cuando me tranquilice me subí a la motocicleta y pensé en ir a casa, pero en vez de eso me desvié, decidí ir a un lugar más tranquilo, de seguro en casa mi madre seguía alterada por haber salido en la motocicleta el día de hoy.

Me baje de ella deje mi casco sobre el manubrio y sacudí mi cabello en busca de encontrar un poco de tranquilidad, pero no lo logre.

Saque un cigarro de la cajetilla y me dispuse a prenderlo, pero una voz me detuvo, "Ya vas a fumar, Castiel eso te matara algún día".

-Sucrette fumar uno no hace daño-

-Claro que no, pero tú uno siempre termina en más de tres-

Solté el cigarro un poco anonadado, esa voz no venía de mi cabeza, levante el rostro y comencé a buscar en la dirección en que la había escuchado, entonces al borde del mirador se encontraba ella, con su maleta al lado, su cabello suelo y una mano en su oreja, arreglando el mecho que se empeñaba en cubrir su rostro, debido al viento que corría.

-¿Qué haces aquí?-Pregunte-Pensé que te habías ido-

-estuve a punto de hacerlo-Dijo sin mirarme-Pero no me parecía justo-

-¿Qué cosa no te parecía justo?-

-Irme de aquí sin decirte un par de cosas-Su voz subió de tono-Eres un imbécil, pensé que sería realmente una molestia para ti si intentaba hacer que me recordaras, te veías feliz al lado de Amber y nunca me mirabas, era como si no existiera en tu mundo, pero veo que me equivoque... porque me recuerdas ¿no?-Levanto su rostro, tenía lagrimas-Acabas de mencionar una pelea que teníamos a menudo y Rosa me conto de su conversación...-

-Te equivocas-

-No, no lo hago, estoy segura de que tu tomaste mis fotografías anoche-se acercó a mí a paso firme-Siempre fui un juego ¿no?, por eso aprovechaste el accidente, que mejor forma de terminar sin que nadie estuviera hablando a nuestras espaldas que fingir que me habías olvidado-

-Sucrette-Dije tragando saliva-

-Eres un verdadero imbécil, todo este tiempo preocupándome por ti, sufriendo en silencio porque no me recordabas y en ver...-

-Ash... estas siendo muy escandalosa, casi como Amber-

-No me compares con ella-Dijo levantando su mano-

Entonces antes de que pudiera golpearme la bese, tome su mano y la acerque a mí, entonces pose mis labios sobre los suyos.

-No sé quién eres, pero sí sé que quiero estar contigo y me alegra de verdad que no te hayas marchado-

-Y así fue como recupere el amor de su madre-

-Wow-

-No mientas querido-Dijo Sucrette tomando mientras mecía en brazos a Maxi-Nunca lo perdiste-

-¿Entonces siempre estuviste enamorada del?-

-A pesar de que su padre es un verdadero fastidio cuando quiere serlo-Dijo divertida-Siempre se las ingenió para cautivarme-

-¿Papá entonces lograste recordarla después del tiempo?-Pregunto Mari, mi pequeña de ojos azules-

-Que pregunta más tonta hermana-Dijo Marcos-Claro que si-

-¡Marcos!, no trates así a tu hermana-

-Perdón mamá, pero ¿Si la recuerdas no?-

-Recuerdo todos los buenos momentos que hemos pasado juntos y eso es lo único que nos importa, ahora es mejor que se duerman-Dije levantándome de la silla y arropándolos con las sabanas-Mañana es su primer día de clases gemelos, y quien sabe cuántas aventuras les esperan, no querrán andar con sueño y no hacer nada divertido-

-Si no duermen bien, de seguro anduvieran con el genio de papá-

-¡No con el genio de papá no!-Dijeron ambos gemelos escondiendo sus rostros en las almohadas-Buenas noches papa, buenas noches mamá-

-Buenas noches niños-

Me acerque a Sucrette, tome al pequeño Maxi en brazos y le di un beso a Sucrette

-Siempre le cuentas la misma historia antes de dormir-Dijo cerrando la puerta de la habitación de los gemelos-¿Por qué?-

-Porque así me aseguro de no olvidarla otra vez-

-Pero si la verdad es que no...-

-No importa, me gusta escucharla, ahora es hora de ir a dormir pequeña Sucrette, que mañana tienes que ir a escuchar a un par de idiotas defender a sus clientes-

-Pff, más vale que tus argumentos sean buenos-

-Ni te imaginas, me han contado que la jueza es una verdadera fiera, quizás deba aplicar mis encantos para convencerla-Dije dejando a Maxi en la cuna-

-Dudo que funcione, he escuchado que tiene un esposo que la complace bastante bien-

-¿Si?-

-Aja, así que tus encantos no funcionaran-

-A de ser una verdadera profesional-Dije sonriendo-

-Aun no entiendo cómo es posible que me asignaran a tu caso, estos tipos son unos verdaderos idiotas-Me encogí de hombros-Tendré que fingir que no te conozco-

-Yo también-

-Aunque eso se te dará bastante bien ¿no?-

-Quizás choque antes de ir, así es más realista-

-Castiel no seas tonto-Dijo golpeando mi pecho-No juegues con eso-

-Tranquila, cualquier cosa, nuestros hijos me contaran nuestra historia-

-Eres un idiota-

-Sí, pero no cualquier idiota, soy tu idiota-

-Sí y más vale que no se te olvide-

-¿Cómo hacerlo?-Dije sonriendo-Tu no dejarías que eso pase-

-No de nuevo-

Desde que te conocí (Castiel y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora