¿Una Declaración?

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Me encontraba mirando hacia el cielo, las nubes cubrían de vez en cuando el sol, el aire era tibio y chocaba suavemente contra mi cuerpo.

-Toma-Matt se encontraba frente a mí con una lata de jugo en su mano-

-Gracias-Dije sentándome en el banco correctamente-¿Y los chicos?-

-Creo que a tu amiga le había gustado un vestido y los chicos decidieron acompañarla-

-Típico de Rosalya-Dije tomando un poco del jugo-

-Son simpáticos-

-Sí creo que de verdad los puedo considerar mis amigos-

Matt me miro con una amplia sonrisa en su rostro y se sentó a mi lado, su cabello negro azulado brillaba bajo los rayos del sol y sus ojos color café se veían más claro, no pude evitar sonreír junto a él.

-Es lindo ver que tienes nuevos amigos, así me dejaras en paz un rato-

-Seguro te molesta tanto mi presencia-Dije sacándole la lengua-

-Pff, sabes que no acepte esta cita por ti-

-Jaja me asustaría si así fuera-

-¿Por qué no les dijiste?-

-No es asunto mío-Dije mirando hacia adelante-Es tu asunto no el mío, además es divertido ver como intentan emparejarnos-

-Supongo que te encontraron muy sola-

-No es como si no lo estuviera...-

En ese momento se generó un silencio incomodo, ambos desviamos la miradas para el lado contrario.

-Lo siento...-

-No, no te preocupes, no es tu culpa-Dije volviéndolo a mirar- Creo que sería bueno ir a buscar a los chicos, si de verdad Rosalya vio alguna cosa que le gusto, no saldrán de la tienda en un buen rato-

-Y me imagino que Alexis le convencerá para ver más de una prenda-

-Eso es seguro-

Matt se puso de pie y tomo mi mano para que me levantara, entonces empezamos a caminar por el parque hacia la tienda donde se encontraban los chicos, pero no alcanzamos a avanzar mucho debido a que de repente un gran perro de color oscuro salto sobre Matt de forma intimidante.

-¡Matt!-

-Tranquila Sucrette, no pasa nada-

El perro se encontraba lamiendo su cara y moviendo su cola de forma amistosa, mientras que Matt le hacía cariño.

-¿Lo conoces?-

-Si-Dijo entre risa-Es demonio-

-¿Demonio?-

-¡Demonio!-

En ese momento me percate que Castiel venía detrás del perro, llevaba el cabello tomado, una musculosa de color gris y un buso de color negro. Fue inevitable no quedarme sorprendida al ver sus brazos descubiertos y estaba un poco transpirado, lo más probable es que estuviera haciendo ejercicio.

-¿Matt?-

-¿Castiel?-

El pelirrojo ayudo a Matt a ponerse de pie alejando al enorme perro de él. Evite mirar a Castiel en ese momento, por lo que decidí seguir caminando.

-¿Acaso tu no saludas?-Lo ignore-Sucrette te estoy hablando a ti-

-¿Ustedes se conocen?-

-Somos compañeros-Respondió Castiel-¿Por qué sales con esta enana Matt?, pensé que tenías gustos más refinados, ¿Es porque es una tabla?-

-¿Una qué?-Me di vuelta-

-Una tabla-Dijo Castiel pronunciando cada silaba con fuerza y mirándome fijamente-

-Eres realmente insoportable-Dije acercándome a Matt y tomando su mano-Vámonos, debemos encontrar a los chicos-

-Nos vemos otro día Castiel-Dijo Matt-hasta luego demonio-

Empecé a empujar a Matt para que siguiera mis pasos, pero en ese momento sentí como un brazo rodeaba mi cintura y me levantaba.

-¿A quién crees que vienes a darle la espalda?-

-¿Qué?, ¡Castiel suéltame!-

-Toma-Castiel le entrego la correa de Demonio a Matt, mientras me sostenía sobre sus hombros-

-¡Castiel ya bájame!-

-Ash... ¿Por qué tienes que ser tan chillona?-

-M... supongo que los veré luego, vamos demonio te presentare unos amigos-

-¿Qué?, Matt has algo, de verdad vas a dejar que me lleve así-

-Sucrette no es como si le fuera a ganar-Dijo Mientras Castiel me llevaba-¡Además es un viejo amigo, no te hará nada!-

-Si deberías hacerle caso, mientras te portes bien no are nada malo-

-De verdad que no te entiendo-Dije dándome por vencida-Espero que los chicos no se enojen-

Me tape el rostro mientras Castiel me cargaba, podía sentir como nos miraban, niños y adultos curiosos y chicas un poco celosas. Debo admitir que no es tan molesto que me lleve de esta manera, es bastante fuerte y a pesar de haber estado haciendo ejercicio huele muy bien, su perfume es bastante agradable. Entonces mientras miraba hacia el suelo se detuvo. Me bajo con suavidad y saco dinero de su bolsillo para comprar una bebida en una de las maquinas.

-¿Qué?-Me pregunto cuando termino de beber-¿Acaso tengo algo en la cara?-

Solté un gruñido y me cruce de brazos.

-¿De verdad estas molesta?-

-Primero te vas de mi casa sin decir nada, después de haber entrado en ella sin permiso y ahora me secuestras de mi propia cita-

-¿Así que era una cita?-Dijo divertido-Lamento decírtelo, pero no eres precisamente del gusto de Matt, a él le gustan los chicos-

-¿Tu también lo sabes?-Pregunte sorprendida-¿Desde cuándo se conocen?-

-¿De verdad lo sabias?-Respondió ignorando mi pregunta-Valla sí que debes tenerte fe para salir con un chico que sabes que nunca se fijara en ti-

-Matt no me gusta-

-Entonces lo hiciste por Alexis, porque a él tampoco le gustan las chicas-

-¿De verdad crees que no lo sé?-

-¿El novio de Rosalya?-Levante una ceja-¿Rosalya?-

-¿Qué?-Le quite la lata de bebida de las manos y tome el poco que quedaba-Eres un idiota-

-¿Entonces?-

-¿Entonces qué?-

-Dijiste que era una cita...-

-Bueno se supone que eso era, al menos para los chicos... de todos modos no tenías derecho a interponerte-

-¿Quién dice que lo hice a propósito?-Dijo cruzando sus brazos, haciendo que se marcaran sus músculos-

-Apareciste de la nada con tu perro y me llevaste lejos ¿Por qué no habría que creerlo?-

Castiel me miro tranquilamente y sonrió.

-Bien, quizás si lo hice a propósito ¿Qué hay de malo con eso?-

-No te entiendo. ¿Por qué lo hiciste?-

-Porque... -Dio un paso hacia adelante-Te amo-

Al escucharlo decir eso me sonroje instantáneamente y retrocedí, él me miraba fijamente y empezó a acercar su rostro al mío. Mi corazón empezó a latir con fuerza, volví a retroceder, pero mi espalda dio contra un árbol.

-Ca... Castiel ¿Qué crees que estás haciendo?-

-¿Qué? ¿No se nota?-Dijo apoyando su mano en el árbol evitando que me alejara-

Me quede petrificada mirándolo fijamente, sentía como la sangre corría atraves de mi cuerpo y no tenía hacia donde arrancar. Trague saliva y respire profundo.


Desde que te conocí (Castiel y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora