-Buenos días mamá. –Me acerqué a mi madre dándole un beso en la mejilla, la cual estaba en la cocina, secando unos cuantos vasos.
-Buenos días cielo. –Sonrió.
-¡Bú! –Unas manos se posaron en mis costillas haciéndome cosquillas.
-¿Qué haces aquí?-Reí girándome.
-Conseguí tener el día libre.-Sonrió mi padre.
-Qué bien. –Sonreí. Me busqué mis cereales y un cuenco dónde echarlos junto a la leche.
-Tu madre…
-Carlos, no es hora de hablar de eso. –Regañó mi madre.
-¿Hablar de qué? –Dije con la boca llena de cereales.
-Ha llegado a mis oídos, -giró los ojos hacia mi madre.- que ayer vino un chico a verte.
Abrí los ojos y tosí, casi me atraganté.
-Es un compañero de clase.
-Es apuesto. –Premió mi madre. Yo puse los ojos en blanco mientras seguía comiendo cereales, intentando no prestar atención y rogando que cambiáramos de tema.
-Bueno eso a mí me importa bien poco. –Dijo mi padre un tanto molesto. Miró hacia mí y me alzó las cejas, como advirtiéndome.
-Sí, papá. Tendré cuidado. Es sólo un compañero de clase. –Bufé.
En ese momento tocaron el timbre, solté la cuchara, para ir yo a abrir la puerta y salirme del momento incómodo con mi padre, pero mi madre alzó la mano para que me mantuviera sentada.
-Ya voy yo. –Dijo ella saliendo de la cocina.
Escuché a mi madre abrir la puerta, y un murmullo. ¿Quién sería?
Mi padre se giró, y se inclinó para mirar quien era sin levantarse de la silla. Yo me llevé el vaso a mis labios, para poder terminarme la leche.
-Un compañero de clase no suele venir a buscarte para ir al colegio. –Solté el vaso en la mesa, con el corazón parado al escuchar lo que dijo mi padre. De repente, vi una melena rizada, color castaño y una sonrisa resplandeciente en la puerta de la cocina.
-Harry, siéntate. ¿Quieres desayunar? –Dijo mi madre entrando a la cocina, y ofreciéndole asiento.
-No gracias, ya desayuné. –Sonrió Harry a mi madre.
Le eché un vistazo rápido a mi padre, y este me miró.
De acuerdo, con sólo ver su mirada, ya sabía que iba a estar observando a Harry en cada momento. Mi padre se levantó, y se dirigió hacia Harry, el cual seguía en la posición anterior, no se había movido. Mi padre pasó por su lado, y lo miró.
-Buenos días.
Oh oh.
-Buenos días. –Contestó Harry educadamente. Si yo fuera Harry, estaría temblando al conocer a mi padre.
-No es por sonar grosero, pero te has presentado en mi casa, y no sabemos por qué.
Lo que yo decía, oh oh.
-Bueno, quería ofrecerle a su hija acompañarla al colegio. –Harry me miró señalándome.
-Hoy tengo el día libre. –Mi padre se giró hacia mí.- Tenía ilusión de llevarte yo al colegio en el coche.
¿En serio eran capaces de hacerme esto? Es más, ¿mi padre? ¿Portándose como un total inmaduro?
-Carlos, la niña ya es suficientemente grande como para ir sola. –La diosa de mi madre, salvándome de todo este aprieto.
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No es demasiado tarde.
FanfictionKate, una chica de 16 años, normal, como otra chica cualquiera, eso sí, con mucho genio y bastante cabezota. Ella está obligada a cambiar su vida, aunque ella no quiera. Sus padres, apenados, tienen que viajar, por motivos de trabajo, a Inglaterra...