No es demasiado tarde.

Capítulo 1.

Bajaba las escaleras con la mochila en la mano, algo adormilada, hoy era mi primer día de colegio.

Nunca me había pasado esto, todo esto era nuevo para mí. Nunca me había tenido que cambiar de colegio por culpa del trabajo de mi padre. Tendría que hacer nueva vida. Empezar todo desde cero. Y por otro lado, no se me daba bien hacer amigos. Sería el bicho raro del día. O el de la semana. 

Quizás el bicho raro de todo el año. 

Me paré en el último escalón sopesando la idea de ir a la cocina, desayunar e ir al colegio, o volver por dónde había venido, dejar la mochila en mi cuarto y volverme a acostar en la cama. 

-Kate, llegarás tarde -Dijo mi madre saliendo del salón y acercándose a mí. Me cogió de la mano, haciendo que me inclinara un poco hacia ella para que pudiera poner un beso en mi frente. - Hoy será un gran día.

Me dedicó una sonrisa maternal, y se dirijió a la cocina. Poco después la seguí; mi casa no era pequeña, ni tampoco muy grande, era algo normal, poco lujoso. Aún así, Mery, mi amiga de España, a la cual, mediante Skype le enseñé toda la casa, me dijo que sí que era muy lujoso y que ella quería vivir en un lugar como este, yo lo veía como una casa normal, sus habitaciones, cada habitación un cuarto de baño, salón, cocina y ya está. Algo que sí debo admitir, que de 6 habitaciones que hay, 4 de ellas, creo, tienen vestidor, y reconozco que eso es algo nuevo y lujoso para mí, pues en mi antiguo cuarto, no había de eso. Ahora nos sobraban habitaciones, una era de mis padres, otra era mía, las demás de invitados, salvo una que yo también la utilizaba, pues había una tele medianamente grande, y es allí cuando voy los fines de semana, no todos, a ver una película.

No me percaté del olor que inundaba la casa, hasta que llegué a la puerta de la cocina. Mi madre me había echo tortitas esa mañana para desayunar. 

Ella sabía como hacerme sentir mejor, pues ella ya era consciente de lo mal que lo estaba pasando. Ella sabía que me había costado despedirme de mis amigos, de mis compañeros de clase, de salir de España. De romper todos los lazos que me unían con mi pueblo. Recordé el momento, en el que viniendo hacia Inglaterra en el avión, yo estaba a punto de dormirme, cuando escuché a mi madre y a mi padre hablar sobre mí. Ella estaba bastante preocupada. 

Ella me volvió a sonreír, dejando sobre la mesa un plato con las tortitas. Yo le devolví la sonrisa, y di unos pasos hacia delante, dejando la mochila en el suelo. Me dirijí a la nevera, y cogí el zumo, me giré sobre mí misma y me di cuenta de que ya había un vaso sobre la mesa. Mi madre era un sol. 

Me senté en una silla, y mi madre salió de la cocina, acariciándome la cabeza cariñosamente, y dedicándome una sonrisa, la cual yo le devolví cariñosamente, quería calmarla. Yo sabía que ella lo estaba pasando mal, y que estaba preocupada por mí. Antes de venir a Inglaterra, una de las noches en España, escuché a mis padres discutir las distintas opciones, mi madre no quería que nos mudásemos e intentaba buscar una solución para evitarlo. Mi padre le negaba cada idea que tenía, él dijo que ya había intentado hablar y encontrar alguna solución con su jefe, para evitar que nos trasladásemos, pero este le dijo que no había otra opción. A no ser, que mi padre quisiera perder el trabajo. Y como que no es plan. 

Aún así, intenté buscarle todo lo bueno a esto. Y encontré tres cosas positivas, la primera, podría mejorar mi inglés, algo que realmente, esta idea me encantaba ya que amaba el inglés. 

La segunda cosa positiva, es que podría conocer otra cultura distinta a España, sería entretenido. 

Y la tercera, y quizás la menos probable, hacer nuevos amigos. Algo que dudaba, pues como ya dije antes, era una hazaña que me costaba realizar. 

Una vez me terminé el desayuno, me levanté de la silla y recogí todo. Salí de la cocina, cogiendo la mochila la cual había dejado apoyada en la pared, echando un vistazo al reloj. Aún faltaba media hora para que empezaran las clases. 

"Mejor voy saliendo ya de casa, a ver si me voy a perder por ser el primer día." Pensé. 

Me acerqué al salón, abriendo la puerta. 

-Mamá, me voy a ir ya, quiero llegar con tiempo al cole.

Mi madre, que estaba viendo las noticias en la tele, se giró al escuchar mi voz. Me miró y sonrió, asintiendo con la cabeza. 

-Que tengas un buen día cielo. 

-Gracias mamá, hasta luego -Le contesté con una sonrisa. 

Cogí mi móvil, por seguridad, y las llaves. Salí de mi casa, cerrando la puerta tras de mí.

"Hoy será un día muy largo, Kate." Me dije a mí misma a la vez que suspiraba y empezaba a andar. 

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Holi, aquí está mi nueva novela. 

Sé que ahora no está muy interesante, pero espero que el primero capítulo os haya gustado. 

Os agradecería muchísimo que comentárais y votárais por favor<3

¡Muchas gracias por leer!

Un besito muy grande <3

Lu. x