Capítulo 14

234 22 0
                                    

— Bilbo — llamó Gandalf a el mediano, pero este tenía la mirada fija en las acciones de cierto enano —Bilbo — insistió el mago.

— ¿m? — respondió distraído.

— Dijiste que quedaba solo una prueba y en realidad quedan dos — le mencionó el mago gris.

— Sí, claro.... — volvió a responder automáticamente.

— ¡Bilbo Bolsón! — demandó la atención Gandalf, haciendo sobresaltar al pequeño hobbit.

— ¿Qué sucede Gandalf? — preguntó preocupado el mediano

— si no estuvieras tan interesado en estarle mirando el trasero al líder de la compañía, te habrías fijado que dijiste que quedaba una prueba cuando en realidad quedan dos — lo regaño Gandalf.

— ¿Qué yo qué? — Dijo fingiendo no saber de que hablaba — me estas ofendiendo Gandalf, yo soy un hobbit decente, jamás haría cosa tal como mirarle la retaguardia a Thorin — señaló poniéndose la mano en el pecho — él es un enano honorable y por muy buen y bien formado trasero que tenga yo no — Bilbo llevo sus manos a la boca para acallarse.

— acabas de delatarte Bilbo — rió el mago divertido por el notorio sonrojo que cubría la cara del avergonzado hobbit — no te preocupes, no estoy en contra de lo que sucede entre ambos, así que relájate y disfrutemos de las dos pruebas que quedan.

Quinta prueba, precisión. Básicamente lanzar cosas a blancos, primero estáticos y luego en movimiento, desde flechas y dagas hasta lanzas y espadas. Los chicos lanzaron de todo, y acertaron a todos los blancos, no a todos en el centro, pero aun así no fallaron a ninguno. A estas alturas los chicos se veían ya muy cansados, sudaban más, respiraban más rápido y se masajeaban las extremidades que comenzaban a dolerles.

Sexta y última prueba, equilibrio. Los chicos subieron por ese tipo escaleras de pilares y se posicionaron en el más alta, en el que sólo les cabía un pie. Una vez que te subías no podías intercambiar al otro pie si te cansabas, así que debían elegir bien. Se posicionaron y ahí se quedaron quietos, viendo quien duraba más sin caerse. Pasó media hora, podía ver que las piernas de todos temblaban ligeramente de cansancio, les caía el sudor por la frente, pero se les veía concentrado, hasta que una de las chicas miró a Aske.

— Aske... algo te camina por la espalda — dijo Ildri.

— Claro que no, deja de desconcentrarme il... — dijo a la chica a su derecha.

— Aske... es cierto algo está subiendo por tu espalda — insistió la chica.

— No mientas... — dijo dudoso Aske — Nole ¿tengo algo en la espalda? — dijo mirando a la chica a su izquierda.

— a ver... — dijo mirándolo — ¡¿oh por Aüle que es eso?! — grito la chica poniendo cara de susto.

— ¡¿Qué?! — grito Aske llevando sus manos a su espalda, perdiendo el equilibrio y cayendo de frente al barro, las chicas comenzaron a reír como locas, apretándose el estómago, pero aun manteniendo el equilibrio. Aske se dio la vuelta y quedando sentado en el lodo miro a las chicas, que al verlo todo embarrado rieron aun mas fuerte — no es justo — se quejó — ¡eso es trampa! — Les gritó lanzándole un puñado de barro a Ildri que por esquivarlo cayó también al barro. Noleani siguió riendo.

— Tú, ven aquí — dijo Ildri a la chica y tanto ella como Aske le lanzaron barro a la menor quien logró esquivar una, pero la otra le dio de lleno en la cara haciéndola perder el equilibrio y caer junto a sus hermanos.

— ¡guerra de barro! — grito la menor, dando comienzo a una batalla de barro a la que se unieron Fili, Kili, Bofur y Ori.

— ¡chicos esta no es manera de comportarse! — regaño Thorin a los enanos, aún seguía molesto por haber perdido.

El Hobbit y los Cazadores de DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora