Capítulo 3

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Hola de nuevo! Esperamos disfruten del tercer capítulo

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Un joven hobbit fumaba su pipa afuera de su agujero, como todos los demás hobbit, este no tenía barba y vestía con colores brillantes, no usaba zapatos ya que tenía suelas naturales con gruesos pelos bien peinados. Sus cabellos eran rizados de color castaño y ojos brillantes y su rostro era afable, cerró los ojos disfrutando del sabor del tabaco, lograba hacer círculos con el humo de este.

Una silueta alta de túnicas grises y sombrero también gris se afirmaba de un bastón, el humo del tabaco tocó su bastón y se convirtió en una mariposa de humo que chocó contra el rostro del hobbit. Miró el rostro arrugado del mago, con su larga barba gris y ojos llenos de conocimiento y diversión.

─ buen día ─ dijo el hobbit mientras volvía fumar

─ ¿a qué te refieres? ¿Me deseas un buen día o te parece que es un buen día sea que yo lo quiera o no? ─ el hobbit abrió un poco la boca sorprendido ─ ¿o quizá quisiste decir que te sientes bien en este día en particular? ¿O simplemente dices que este es buen día para que uno se sienta bien? ─ el pequeño hobbit quedó ligeramente confundido.

─ Todo al mismo tiempo, supongo ─ la mirada del viejo mago mostraba leve molestia ─ ¿le puedo ayudar?

─ eso es lo que vamos a averiguar, estoy buscando a una persona que quiera tener una aventura ─ Gandalf miró de una manera un tanto significativa al joven bolsón que sacó rápidamente de su boca la pipa

─ Una aventura, no se me ocurre nadie al oeste de aquí con mucho interés en aventuras ─ el hobbit se levantó de la banca en la que había permanecido sentado ─ son cosas temibles, incómodas y feas ─ saco el correo del buzón ─ llegas tarde a cenar jaja ─ el hobbit trataba de no mostrarse interesado, fallando miserablemente ─ buen día ─ Bilbo se dio la vuelta para entrar en su agujero.

─ Quien diría que viviría para ver al hijo de Belladona Tuk, me dijera buenos días, como si yo fuera un vendedor de botones ─ el mediano se dio vuelta sorprendido

─ disculpa ¿Qué? ─ se detuvo a mirarlo el hobbit

─ has cambiado, pero no del todo para bien, Bilbo Bolsón ─ el hobbit ahora conocido como Bilbo Bolsón estaba sorprendido

─ Disculpa ¿te conozco? ─ inquirió con recelo.

─ recuerdas mi nombre, pero no que le pertenezco, me llamo Gandalf y Gandalf significa... mmm bueno yo ─ respondió el mago.

─ Gandalf, Gandalf el mago viajero que fabrica esos excelentes fuegos artificiales, el viejo Tuk los encendía en el solsticio de verano jaja ─ el mago hizo un sonido incómodo con la garganta ─ no sabía que todavía trabajaras

─ ¿y qué otra cosa iba hacer?

─ Que otras cosa ejem ─ Bilbo volvió a fumar un poco incómodo

─ Ah... al menos vine a tu mente algo sobre mí, aunque sean mis fuegos artificiales ─ la cara del mago estaba un poco triste al no ser reconocido por el hobbit ─ sí, está decidido ─ cambio de mano su bastón ─ sería bastante bueno para ti ─ comento mientras lo apuntaba ─ y muy divertido para mi, voy a informar a los otros – avanzó hacia la puerta

─ ¿anunciar a los otros? ¿Quién? No... aguarda, nosotros no queremos ninguna aventura aquí, si quieres puede venir mañana a tomar el té ─ el hobbit corrió hacia la puerta y movió sus manos explicando su punto ─ gracias, ahora no, no, sugiero que busques más allá al otro lado del río ─ movió su pipa mostrando el lugar ─ buen día ─ entró apresuradamente a la casa/agujero y cerró la puerta con pestillo. Gandalf desde afuera escribió una runa en la puerta, Bilbo se acercó a la ventana para observar fuera pero encontró el ojo de Gandalf que lo observaba, se fue a la ventana siguiente y observó a Gandalf alejarse.

El Hobbit y los Cazadores de DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora