Capítulo 22

167 13 0
                                    

Lamento la hora u.u acabo de llegar de la casa de mis tatas, estábamos celebrando el día de la madre y entre broma y broma se paso la hora

----- ----- ----- ----- -----

Ya todos estaban bañados y secos, se sentían refrescados, aunque todavía doloridos y un poco hambrientos. Pronto cruzaron el vado, Aske cargo a Bilbo ya que el agua les llegaba al pecho a los enanos, y luego marcharon entre la abundante hierba verde y bajo la hilera de robles anchos de brazos y altos olmos.

— ¿Y por qué se le llama la Carroca? — preguntó Bilbo cuando caminaba junto al mago.

— La llamó la Carroca, porque Carroca es la palabra para ella. Llama Carrocas a cosas así, y ésta es LA Carroca, pues es la única cerca de su casa y la conoce bien.

— ¿Entendiste? — preguntó Noleani a Ildri como si de algo obvio se tratara.

— Claro como el agua — respondió con sarcasmo Ildri a sus hermanos quienes rieron.

— ¿Quién la llama? ¿Quién la conoce? — siguió preguntando Bilbo.

— Ese alguien de quien hablé... una gran persona — dijo el mago — Tienen que ser todos muy corteses cuando los presente, los presentaré muy poco a poco, de dos en dos, creo; y cuidaran de no molestarlo, o sólo los cielos saben lo que ocurriría... cuando se enfada puede resultar desagradable, aunque es muy amable si está de buen humor, sin embargo, les advierto que se enfada con bastante facilidad.

Todos los enanos, a excepción de los tres hermanos, se juntaron alrededor cuando oyeron que el mago hablaba así con Bilbo. — ¿Es a él a quien nos llevas ahora? — Inquirieron — ¿No podrías encontrar a alguien de mejor carácter? ¿No sería mejor que lo expliques un poco más? — y así una pregunta tras otra.

— ¡Sí, sí, por supuesto! ¡No, no podría! Y lo he explicado muy bien — respondió el mago, enojado a cada pregunta hecha— Si necesitan saber algo más, se llama Beorn... Es muy fuerte, y un cambia pieles además.

— ¡Qué! ¿Un Curtidor? ¿Un hombre que llama a los conejos roedores, cuando no puede hacer pasar las pieles de conejo por pieles de ardilla? — preguntó Bilbo.

— ¡Cielos, no, no, no, no! — negó Gandalf — No seas estúpido, Bilbo Bolsón, si puedes evitarlo, y en nombre de toda maravilla haz el favor de no mencionar la palabra curtidor mientras te encuentras en un área de cien millas a la redonda de su casa, ¡ni alfombra, ni capa, ni estola, ni manguito, ni cualquier otra palabra tan funesta! El es un cambia pieles, cambia de piel: unas veces es un enorme oso negro, otras un hombre vigoroso y corpulento de pelo oscuro, con grandes brazos y larga barba — explicó — No puedo decirles mucho más, aunque eso tendría que bastarles.

— Algunos dicen que es un oso descendiente de los grandes y antiguos osos de las montañas, que vivían allí antes que llegasen los gigantes — comentó Aske logrando llamar la atención de la compañía — Otros dicen que desciende de los primeros hombres que vivieron antes que Smaug o los otros dragones dominasen esta parte del mundo, y antes que los trasgos del Norte viniesen a las colinas.

— Nadie puede asegurarlo — dijo Gandalf — pero creo que la última versión es la verdadera, a él no le gustan los interrogatorios, de todos modos no está bajo ningún encantamiento que no sea el propio.

— Vive en un robledal y tiene una gran casa de madera, y como hombre cría ganado y caballos casi tan maravillosos como él mismo — agregó Ildri — Trabajan para él y le hablan.

— No se los come — aclaró Noleani — no caza ni come animales salvajes. Cría también colmenas, colmenas de abejas enormes y fieras, y se alimenta principalmente de crema y miel.

El Hobbit y los Cazadores de DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora