Capítulo 35

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¡FELIZ NAVIDAD Y FELICES FIESTAS A TODOS Y TODAS!

Queríamos subir solo un capítulo mas final y luego un epilogo, pero luego pensamos... saldría excesivamente largo un solo capítulo, así que ¿por qué no mejor  dividirlo en dos y darles una mitad como regalo anticipado de navidad? y así es como les llego este capitulo hoy XD

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Tauriel caminó por donde momentos antes había combatido junto a Kili contra Bolgo, había visto a Beorn tomar el cuerpo del enano y de la chica con la que había compartido celda, la que se había presentado como su novia. La elfa miraba el sector con tristeza, el lugar estaba lleno de cuerpos y sangre, tanta pérdida, pena y destrucción había pasado en tan poco tiempo. Pasó su vista por toda la destrucción y un objeto pequeño llamó su atención, un pequeño objeto que había visto antes. Tauriel tomó la pequeña piedra en sus manos, la volteo viendo las letras talladas en su lisa superficie, ese era el talismán de Kili, el que le había enseñado la noche en que lo conoció.

Era consciente de lo mal que había actuado en las celdas, cuando la compañía había estado cautiva por orden de Thranduil, su forma de actuar en esos momentos solo se debieron a que sabía que estaba siendo observada por el príncipe elfo. Tauriel siempre había creído que Legolas la veía nada más que como una hermana y buena guerrera, aunque tal vez solo se engañaba a sí misma diciéndose eso, ya que sabía que su relación no era aprobada por el rey elfo. A pesar de todo eso, una parte de ella deseaba estar con él y había estado intentando darle celos, para que el elfo tomara de una vez el valor de decirle sus sentimientos, ya que ella al ser nada más que una simple "obrera" no tenía derecho a hacerlo.

La pelirroja miró una vez más el talismán de enano, sus ojos se humedecieron al recordar al risueño chico, y a lo bien que se veía junto a Noleani, y lo enamorados que estaban. Los había observado durante su leve pelea, y su larga reconciliación, había visto el amor en sus miradas, la ternura en sus sonrisas y la pasión en sus besos. Volvió a su mente la voz de Beorn cuando recogía los cuerpos, "mal color, no respiran y no hay pulso aparente, una verdadera lástima haberlos perdido así a los cuatro". Sus ojos se cristalizaron, el cambiapieles había dicho los cuatro, eso significaba que la otra pareja también estaba muerta. ¿Cómo un romance tan grande, que era así de evidente a simple vista, debía terminar de una forma tan trágica? Si un amor así de inmenso y correspondido había tenido un final tan nefasto, no quería saber cómo terminaría el suyo.

Thranduil llegó a la cima del cuervo, sabía que su hijo junto a Tauriel había ido a ese lugar y debía asegurarse de que él estaba con vida. Caminaba por los túneles pasando por sobre cadáver tras cadáver de orcos, sin hallar rastro alguno de Legolas, vio a lo lejos que la elfa lloraba apretando la roca de Kili contra su pecho, su hijo estaba junto a ella con el rostro serio, pero con dolor en su mirada. Legolas se volteó y vio a su padre, con paso seguro se acerco hasta su lado.

— Ya no regresaré jamás — anuncio con pena, se sentía tan decepcionado de las decisiones que su padre había tomado. Pasó a su lado con la intención de marcharse, pero su padre le detuvo con una pregunta.

— ¿A dónde irás? — esa pregunta era su única carta para retenerlo, aunque sabía que no lograría hacerlo, toda esa muerte le había hecho abrir los ojos.

— Aún no lo sé — respondió con sinceridad el elfo, volteándose a ver a su padre, lo cierto es que en esos momentos, para él cualquier lugar era mejor que el bosque negro.

— Ve al norte — dijo entonces Thranduil, resignado a no poder evitar que su hijo partiera — busca a los Dúnedain, entre ellos hay un joven oficial — informó el rey, dando un último y útil consejo a su hijo — su padre Arathorn, era un buen hombre... su hijo, podría llegar a ser uno grandioso — Legolas sonrió con levedad, podía sentir en las palabras de su padre el deseo de enmendar sus actos, sin embargo no era suficiente.

El Hobbit y los Cazadores de DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora