Sophie Mitchell arriba.
Sophie Mitchell estaba viendo las noticias, mientras se bebía una taza de té. La verdad era que casi nunca las veía. Odiaba revivir aquellos momentos. Estaba distraía pensando en muchas cosas a la vez, cuando se le derramó el té en la camiseta. Rápidamente, se levantó y se dirigió a su habitación. Allí, se cambió de camiseta y se miró al espejo. Y se contempló por un momento.
Tenía los ojos verdes. Bonitos, en opinión de muchas personas. Era de estatura media, y tenía el pelo marrón oscuro. Le gustaba sonreír mucho, aunque últimamente, no había podido hacerlo mucho.
Desde que habían metido a su hermana en la cárcel, no estaba muy animada. Se preguntaba porqué dejó que se casase con ese desagradecido. A ella nunca le gustó. Siempre se lo repetía a su hermana, y ahora por su culpa, estaba entre rejas.
Volvió al salón y siguió viendo la televisión. No quería seguir pensando en ella. En realidad, no quería pensar en nada. No se podía creer que hubiese sido capaz de hacer lo que hizo. Ahora estaba destrozada. No culpaba a la abogada. Ella hizo todo lo que pudo. No culpaba a su hermana. Ella no habría hecho nada malo si no se hubiese casado con Joe Allen.
Se concentró en la noticia. Debía olvidar a su hermana. Puso la mente en blanco y cerró los ojos. Se dedicó a escuchar a aquel aparato.
-Hoy, hace tres días que mataron a la abogada Kate Anderson. Murió por un corte en el cuello. La policía no ha querido decir nada al respecto...-decía la presentadora de la noticia.
No se podía creer lo que estaba escuchando. Se levantó y se acercó a la televisión, como si tuviese las respuestas a sus innumerables preguntas. ¿Ella? ¿Cómo era posible que ya saliese su muerte en las noticias?
La policía no tardarían en unir cabos y enterarse del caso Allen, y por tanto, llegarían a ella. Y Podían pensar que había matado a Kate Anderson. Y eso no era nada, nada bueno.
Como si alguien hubiese leído su pensamiento, se abrió la puerta de golpe. Eran ellos. Ya habían llegado. Estaba acabada.
-¡Policía de Nueva York! ¡Suba las manos!- gritó una mujer morena. Parecía decidida. Sus ojos marrones transmitían determinación. Se acercó a Sophie.
Un hombre rubio le ponía unas esposas a la vez que decía en voz muy alta:
-Sophie Mitchell queda arrestada por el asesinato de Kate Anderson. Tiene derecho a permanecer en silencio, y a un abogado.
Condujeron a la arrestada a un coche de policía. En el asiento de adelante iban la morena y el rubio. A su lado, iba un hombre pelirrojo, con los ojos marrones avellana. Era delgado, y su rostro reflejaba impasibilidad, y tristeza, por alguna razón desconocida para Sophie.
De repente, se puso a llorar. Supongo que era porque había tenido una mala temporada, porque su hermana estaba en la cárcel, y porque quizás, pronto estaría con ella.
El policía que estaba a su lado la miró. Estaba asombrado por la actitud de la apresada. Pero a pesar de todo, le dijo:
-No te preocupes. Si no has hecho nada malo no tienes de que preocuparte. Se descubrirá la verdad. Mis compañeros y yo no atraparemos a alguien inocente.
Ella asistió, pero no paró de llorar hasta después de un rato.
¿Qué os ha parecido? Votad por favor!!
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BUSCANDO AL ASESINO DE KATE ANDERSON
Mystery / ThrillerNo existe el crimen perfecto. Angelina Leave es una inspectora neoyorquina. Se dedica a resolver crímenes junto con sus compañeros James Street y Paul Jefferson.