Al llegar, encontraron a James muy concentrado mirando el ordenador. Sus facciones, eran delicadas. Sus ojos, marrones, miraban expectantes y abiertos a la pantalla del aparato, sin embargo sus labios y su ceño estaban algo fruncidos. Lo que significaba que James no encontraba lógica a algún problema. Normalmente, no eran problemas de matemáticas complejos y con una solución difícil e incomprensible para la mayoría de las personas. Solían estar relacionados con su persona o con el exterior. Amigos, trabajo, familia, amor... Lo normal, no debemos olvidar que era un joven de veinticuatro años.
Angelina conocía lo suficientemente a su compañero para deducir que algo le preocupaba. Quizás fuese debido al caso, o por algún problema familiar. No lo sabía, pero pensaba averiguarlo.
Así pues, con cautela y sigilosamente, se colocó justo al lado de James para saber lo que este estaba viendo en ordenador. Al principio, no reconoció lo que había encontrado, pero después le encontró sentido a lo que veía. Empezó a reconocer direcciones y nombres. Y volvemos otra vez a Robert Snow. Eran demasiadas coincidencias. Una persona -dependiendo de su palabra, y de cordura- podía llegar a equivocarse. Pero numerosas similitudes no podían errar. Robert Snow se había convertido en el primer sospechoso del caso.
Con la voz quebrada por el asombro, Angelina Leave le preguntó al James:
-¿Qué ha hecho esta vez?
-¿Quién?- respondió el antes nombrado. Estaba desconcertado por la pregunta de su compañera. Él no entendía cómo sabía quién era el sospechoso.
-Robert Snow. Me dijo el señor Green que maltrataba a Kate Anderson.
-Es una historia bastante interesante la suya.
-¿Algo nuevo?
-Más que eso. Acabo de destapar la verdadera identidad del señor Robert Snow.
-¿Qué quieres decir?
James miró con picardía a Angelina, y después a Paul. Este, que había permanecido en un silencio poco habitual en él. Parecía estar ausente, pero la verdad -conocida por sus compañeros- era que no se había perdido nada de la conversación. Anotaba y graba en su memoria todo lo que su capacidad le permitía.
-Ah, el señor Snow...- prosiguió James- Sí. Cuando nos lo comentaste la primera vez, pensé en revisar su historial. He encontrado cosas que te podrían interesar bastante.
"El señor Snow, en realidad es el señor Robert Bertam. Él nació en Marruecos. Aunque pasó su infancia en España. Su madre es americana, de ahí que sepa tan bien el idioma. Y su padre era musulmán. Huyó de su país cuando su padre fue condenado a cadena perpetua por matar su madre. Entonces, adoptó el apellido de soltera de su madre y se mudó a Londres, donde vivían sus tíos. Allí residió durante cinco años. Empezó a beber y le arrestaron varias veces por agresión, pero nunca estuvo condenado a ninguna sentencia. Cuando finalmente decidió marcharse, se cambió el apellido, (el que nosotros conocemos) y se fue a vivir a Nueva York. Lo demás ya lo conocemos."
-Increíble.-afirmó Paul.-No me puedo creer que no haya podido engañar durante tanto tiempo.
-Lo verdaderamente increíble, Paul, es lo ciega que he estado. Ya el señor Green me advirtió del peligro del señor Snow, pero nunca llegué a sospechar que sería una persona tan retorcida.
-Ni tú, ni Paul, ni yo.- dijo James con una sonrisa. Estaba feliz de haber podido contribuir tanto en una gran pista.
-Tienes razón-.coincidió Angelina.-Ahora, si nadie tiene nada mejor que hacer, hay que arrestar a cierto sospechoso.
-Nunca mejor dicho señorita Leave.-aseguró Paul.-Es hora de que ese señor Snow, o Bertam... O como sea su verdadero nombre, sea detenido.
-Una cosa más...-cambió de tema James.-La próxima vez que vayáis a reuniros para declararon amor eterno como en las novelas de Jane Austen, llamo a una amiga y tenemos una cita doble.
-¡¿Qué?!- preguntaron extrañados al mismo tiempo Paul y Angelina.
-Pues eso... Que aviséis...
-Él... Yo... No estamos... Nunca...
-Ella...Yo... Nunca... Es mi compañera- dijeron a la vez los dos policías.
-Vale, vale. No pasa nada. No tenéis que preocuparos. Sólo digo que si los planetas se alinean y os enamoráis, que me informéis.- rio James.
Nadie habló James, feliz por su gran día, y porque pensaba en lo divertida que había sido la anterior escena. Angelina y Paul, por lo contrario. Por lo avergonzados que estaban de lo ocurrido hacía unos segundos antes. Más de una vez las mejillas de los compañeros se sonrojaban y apartaban sus miradas. Y James... Él sólo podía sonreír cuando veía esto.
Los tres policías recogieron sus pistolas y un abrigo, y decidieron ir al encuentro de Robert. Lo que ellos no sabían, era que él no estaba en su casa. Se encontraba buscando a la persona misteriosa que se presentó en su casa. Aquella de ojos verdes y una máscara. Aquella que lo esperaba en Times Square a una hora desconocida para los compañeros.
Únicamente, que ellos no eran conscientes que lo que estaba pasando en esos momentos.
¿Qué os ha parecido? Siento haber tardado tanto pero se acercan los exámenes y no tengo mucho tiempo. Espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo escribiéndolo. Votad
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BUSCANDO AL ASESINO DE KATE ANDERSON
Gizem / GerilimNo existe el crimen perfecto. Angelina Leave es una inspectora neoyorquina. Se dedica a resolver crímenes junto con sus compañeros James Street y Paul Jefferson.