CAPÍTULO 15

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¿El señor Robert Snow? No tenía sentido. Volvía con su teoría. Él la amaba, no la maltrataba. Tantas veces no se puede equivocar alguien. Sólo necesitaban una prueba para demostrar la teoría de Jonas.

 Tenía dos versiones de un solo hecho. Quién había matado a Kate Anderson era un misterio con múltiples versiones. Por un lado, estaba la versión de Jonas Green, respaldada por una cuartada y por hechos; aunque es posible que todo fuera un montaje.

Y por otro lado, esta el punto de vista de Robert Snow. Se veía una persona bastante normal, y muy apenado por la muerte de su pareja, al igual que el otro sospechoso. No parecía un asesinato espontáneo, en el que el asesino mata por accidente a su víctima. Sin embargo la había matado una persona con suficientes conocimientos sobre anatomía para saber dónde había que herir.

Ambos parecían estar enamorados de Kate Anderson, y nadie tenía motivos para matarla. Las dos únicas personas que habían demostrado tener motivos, habían sido Robert Snow -si verdaderamente abusaba de ella- y Sophie Mitchell, ya que su hermana estaba encarcelada y la abogada no consiguió salvar el caso Allen.

Algo se le escapaba a Angelina. Había una parte de la historia vacía y negruzca, oculta por una sombra de misterio. Debían preguntar a Robert Snow sobre su novia, ahora muerta. Necesita a sus compañeros para hallar al culpable.

Angelina miró a Paul, con la esperanza de encontrar algún consuelo en él. Todo se volvía más complicado a medida que avanzaban.

La miraba con intensidad y duda, se estaba preguntando las mismas cosas que ella. Se fijó en sus ojos verdes, algo mas claros por el sol, y se dio cuenta de lo guapo que era. Nunca se había fijado cómo sus mejillas se sonrosaban cada vez que hacía frío; o en cómo apretaba los labios cuando no encontraba la respuesta a algún acertijo. O cómo reía o sonreía, a pesar de no estar haciéndolo en ese instante.

Y así fue como Angelina se quedó observándole. Hasta tal punto, que el mismo Paul le preguntó si estaba bien. Fue ridículo, y por primera vez la policía enrojeció de la vergüenza. Hubo unos segundos eternos y conservadores. Pero fue interrumpido por Jonas, anunciando que debía irse.

Ambos se despidieron cortésmente, aunque sin dejar de mirarse. El joven se dio la vuelta y se marchó, murmurando algo ininteligible.

-Bueno...-dijo Angelina- Hay que ir a por James para arrestar a Robert Snow.

-Claro. Eh... Yo conduzco-respondió Paul.

-Si...

-Entonces... Vámonos...

-Si...

Y empezaron a caminar hacia el coche. Iban hablando de temas variados, pero sin ninguna importancia. A veces, compartían cosas sobre el homicidio, u otras, cosas que creían o sospechaban.

Paul estaba convencido que Carl tenía algo que ver en la muerte de Kate Anderson, algo completamente ridículo para Angelina. Que estuvieran Carl y Acness en la misma clase cuando estudiaban, no significaba nada.

Finalmente, llegaron al automóvil. Era pequeño, y algo viejo, pero funcionaba sin problema. Era ese tipo de vehículos que cuanto más viejos eran, mejor funcionaban. Sin embargo, cabía la posibilidad de que algún día se estropease, y para ese entonces, debían estar preparados para otro mejor.

-El día que nos den un buen coche, te juro que nos vamos de copas.-prometía la inspectora.-Deba de ser la crisis. Pero necesitamos transportes más rápidos si queremos llegar a tiempo a los sitios.

-Si tu dices...- rio el policía.

-Enserio. Deberías creerme.

-Te creo.

-Me alegro.-dijo Angelina.-Creo que de deberíamos irnos...

-No se hable más-. coincidió Paul.-Próximo destino, la comisaría.

Se montaron en esa chatarra, y condujeron hacia el lugar donde se encontraba trabajando su compañero James Street.

Se montaron en esa chatarra, y condujeron hacia el lugar donde se encontraba trabajando su compañero James Street

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BUSCANDO AL ASESINO DE KATE ANDERSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora