Cap 22 - Algo ocultan.

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Subí el último escalón de la casa y eleve mi brazo lista para tocar el timbre.

Al hacerlo unos segundos después la puerta de color café chocolate con un cristal en medio, fue abierta dejando ver a la persona que estaba buscando.

Una gigante sonrisa apareció en mi rostro.

- ¡mama! - me lance sobre ella y la abrace como nunca antes lo había hecho

- ¡Christíne! - me devolvió el abrazo. Sin previo aviso las lágrimas comenzaron a salir como cataratas.

La extrañaba demasiado.

Extrañaba sus cálidos abrazos y los tiernos besos maternos que me daba en la frente, las llamadas telefónicas o los vídeos de skype no era comparado a poder sentirla y abrazarla, a descargar todo el dolor, estrés, enojo, tristeza, el amor materno no podría ser remplazado, ni el de un padre, los dos son diferentes y necesarios.

Me separe de mi madre, ella me tomo de las mejillas suavemente y retiró las lágrimas que aun no paraban de salir.

- hija, ¿que haces aquí? ¿como... como llegaste? - hablo entre cortadamente, ella igual lloraba

- la escuela hizo un tour por Francia, Italia y España - conteste sonriente pero aun así sin parar de llorar - te extrañe tanto Mami - volví a abrazarla

- yo a ti mi niña - con su mano comenzó a acariciar mi pelo.

Estrañaba esa sensación, la extrañaba tanto.

- ven, entra, esta haciendo frío afuera - dijo haciéndose a un lado, había olvidado que seguíamos en el pórtico.

Como dijo, ambas entramos, recorrí con mi mirada lo que antes era mi hogar, aunque lo seguía siendo, solo que no pasaba todo el tiempo aquí. Todo estaba como cuando me fui, hace exactamente dos meses, los sofás color chocolate hechos de piel seguían junto a las escaleras y la entrada, las puertas que daban al comedor aún era de color crema y como siempre se encontraban totalmente abiertas, la mesa del comedor era del mismo color y estilo, la fachada de la casa seguía intacto, moderno pero acogedora.

También extrañaba mi casa.

- ¿quieres que prepare algo especial de comer? ¿como has estado? ¿como te ha ido en la escuela? ¿quieres preparar galletas? - mi madre comenzó a bombardiarme de preguntas lo que me hizo reír

- no esta bien, he estado muy bien, excelente se podría decir, creo que me ha ido bien - hice una mueca al recordar la vez que tuve que ir a detención gracias a la idea de los chicos de salir de clase - y claro que quiero - dije sonriente

- entonces vamos - ambas nos dirigimos a la cocina la cual estaba tal y como la recordaba con el ligero cambio de nevera.

Como siempre acostumbrábamos, sacamos los mandiles de uno de los cajones y no los colocamos, el mío era de el perfecto bob esponja y el de mi madre era de garabatos y diseños distintos de color crema. Nos lavamos la manos y entre risas fuimos haciendo las cosas paso a paso.

Sacamos los utensilios de metal y vertimos la harina para comenzar a hacer la mezcla.

Ella me contaba todo lo que ocurrió estos meses en mi ausencia, no fue gran cosa. Después de su relato fue mi turno de contarle todo.

- bueno, el primer día en la escuela estuvo bien, conocí a mis amigos, Clau, Mahogany, Jazmín y otros nueve chicos, todos son muy... - guarde silencio e intente buscar la palabra correcta que los identificara - especiales. El segundo día conocí a mis otras amigas, Alexa, Ana y Natalia, ellas y mis otros amigos no se agradan los unos a los otros - reí - también esta Kevin, el no vino al viaje por que su madre esta embarazada y estaba por parir - reí levemente, sentí a mi madre ponerse tensa, gire mi rostro hacia ella, sus ojos se mantenían en la mezcla y veía como su mandíbula se tensaba al igual que su mano la cual sostenía el cucharón con el cual revolvía la mezcla, frunci mi ceño ligeramente - ¿esta todo bien? - ella me miro y me regalo una tierna pero falsa sonrisa

El es mi problema ~ C.D. (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora