Desperté adolorida, demasiado a decir verdad.
Mi cuello parecía querer llorar y no lo culpaba.
Abrí mis ojos y lo primero que vi fue la cama posicionada al lado izquierdo de en la que yo me encontraba prácticamente colgado de cabeza, por poco apunto de caer al suelo. Tenia un panorama de la habitación de cabeza bastante amplio, la cama frente a mi parecía estar colgando del techo al igual que el sofá y los cuerpos esparcidos por todo el suelo de la habitación, con mi ceño fruncido y una mueca que reflejaba el dolor que sentía a lo largo de mi cuerpo fui incorporándome hasta quedar sentada en el colchón, en esta posición pude dar un vistazo a mi mejor amiga, Candy, con quien había compartido la cama. La chica estaba adueñada del colchón suave y sus piernas se enredaban con las mías formando así un intento de trenza humana, roncaba y hacia ruidos molestos con su boca que por un momento me incitaron a taparle su respingada nariz, pero me contuve, no quería matar a mi mejor amiga en la primera semana de su estadía aquí en California. Suspire y mire hacia otro lado, hacia el suelo específicamente, en donde Mahogany, Ale y Nat se encontraban durmiendo plácidamente, como si no se tratase de un piso frío el cual estaba debajo de ellas, si no, un suave colchón, aunque mínimo tenían una alfombra en la cual acurrucarse.
-Ay, ¿Que paso? - gire mi rostro hacia la cama a mis espaldas y el rostro de Ana completamente pálido me dio los buenos días - ¿Acaso morimos?
Reí - No, tonta.
Ana me dio una mirada no muy segura.
- Esta no es tu habitación - acotó totalmente segura de sus palabras. Negué dando un vistazo a la habitación, tenia fachada de hotel lujoso, no le llevaría bastante tiempo en caer en la cuenta - ¿Entonces? Esto se ve lo bastante costoso como para cubrir un año entero del instituto - Ana alzo sus cejas y señalo con su dedo índice las colchas - ¡¿Las sientes?! ¡Son de seda!.
Sentí la tela de las cobijas con mis manos y en efecto se sentía como seda.
- Amm, eso creo - Torcí una sonrisa.
Ana vacilo y por unos instantes se perdió en sus pensamientos, antes de que su semblante confundido se transformara en uno de asombro y preocupación.
- ¡Oh por dios! ¡¿Robamos un banco?! - abrí mis ojos tanto como ella los había abierto y me apresure a contestar.
- ¡¿Que?! Claro que no, Ana - no contuve mi risa y estallé en carcajadas, sonido que logro despertar a Jazzy quien dormía sobre el sofá de la habitación y a las tres bellas durmientes sobre el suelo. Las cuatro se quejaron por las risas que habían provocado que su sueño volara lejos, Ana se me unió no estando completamente segura de mi respuesta.
No me sorprendía que ella no recordara nada ya que el día de ayer había estado apunto de desmayarse por tanto alcohol ingerido, tal y como sucedió con Candy, pero por fortuna no llego a ese extremo pero aun así, estaba segura de que la resaca le cobraría la factura el día de hoy, al igual que con Ale, Nat y por supuesto Candy.
En cambio Jazzy, Mahogany y Clau habían sido lo bastante maduras la noche anterior que simplemente disfrutaron de un par de margaritas, bebidas que no lograron hacer gran efecto en ellas y en cambio esta mañana no correrían con la mala suerte de el cuarteto de borrachas.
Jazzy fue la primera en replicar y con un lanzamiento y la participación de un cojín, dieron por terminadas mis carcajadas.
- ¡Oye! Eso dolió - le reclame aun lidiando con las risas que amenazaban con salir otra vez. Me aparte los cabellos de mi cara los cuales se habían alborotado por culpa del cojín que golpeo contra mi rostro, fingí una mueca de enfado que no logro convencer a nadie de mi falso enojo.
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El es mi problema ~ C.D. (En Pausa)
Fiksi PenggemarChristíne es una chica buena, fue educada en casa y criada por padres fanáticos de la perfección. Todo para ella era normal y tranquilo en un típico día de su vida, hasta que el padre de Christíne tiene que hacer un viaje de negocios y se verá oblig...