Capitulo 17.

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-¿Estas segura de que me queda bien? -le pregunto a Rose despegando mis ojos de mi reflejo en el espejo de mi cuarto.

-Estas excelente -contesta ella- ¿Yo me veo bien? -pregunta.

-Estas hermosa. -le digo sonriendo.

Rose llevaba puesto esto:

Al terminar de alistarnos bajamos al living donde nos esperaba ya hace media hora Dilan

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Al terminar de alistarnos bajamos al living donde nos esperaba ya hace media hora Dilan. Al vernos bajar se paró del sofá y nos quedó mirando con una sonrisa.

-Creo que tendré que llevar algo así como un gas pimienta para que nadie se les acerque -comenta el para luego agarrarme de la cintura y depositar un beso en mi mejilla izquierda- estas preciosa. -me susurra.

-Gracias. -le digo con una sonrisa y coloco un mechón detrás de mí oreja.

-¿Nos vamos? -pregunta Rose un poco incómoda.

-Claro. -digo yo y salimos de casa para partir rumbo a la fiesta.

Se preguntarán que pasa con Dilan, pues, este último mes estuvimos más unidos que nunca, pero seguimos siendo amigos, que se quieren para algo más que amigos y que se besan y se abrazan y sienten cosas por el otro. Pero aún no somos noviós, aún no me lo ha preguntado. Y dudo que lo haga por un largo tiempo.

Al llegar a la fiesta nos encontramos con Garret, el novio de Rose, esperándonos en la entrada de la casa de Marta, mi compañera de ballet. Al bajar del coche lo saludamos a Garret y partimos rumbo hacia el interior de la casa. Este estaba lleno de personas bebiendo y bailando por todos lados, salude a algunos mientras iba caminando con Dilan detrás de mí agarrado de mi mano.

-¡Carrie! -grita Marta acercándose a mi y abrazandome- no pude felicitarte por tu sólo de hoy, pero estuviste estupenda, me encantó. -dijo sonriendo de oreja a oreja.

-¡Muchas gracias en serio! -dije correspondiendo su abrazo- tu también estuviste genial junto con Bob.

-Gracias por eso, si quieren beber algo pueden ir a la cocina, se encuentra al final del pasillo. -nos dijo a los cuatro amablemente.

-Claro, gracias. -le dije.

(...)

Nos encontrábamos en el sofá de la casa de Marta, habían pasado dos horas desde que habíamos llegado a la fiesta y había gente que seguía llegando y con Rose simplemente seguíamos bebiendo y riendo como dos focas por las estupideces que decíamos.

-Creo que hemos bebido mucho. -le digo a mi amiga riendo.

-Sólo una mas. -me responde ella susurrando.

-¿Copa? -digo mirándola de costado con una mirada pervertida.

-Botella. -dice ella mirándome de la misma manera.

(...)

Salimos de la casa de Marta con Dilan solos, ya que Garret se había llevado a Rose hace diez minutos porque "estaba muy borracha", si, seguro. Bajamos del porche y comenzamos a caminar hacia el coche.

-¡Oye! ¿que tal si me llevas en tus hombros hasta el coche. -dije soltando una risita y moviendo mis dedos en su hombro izquierdo.

-Vale. -me dijo divertido.

Se agacho y yo salte sobre sus hombros quedando con mis piernas colgando en su pecho, me agarre de los pelos de su cabeza y empece a moverlo como si fuera un juego.

-¡Ahora para la derecha! -grite riendo y moviendo su cabeza de lado.

-¡Ay, nena ten cuidado! Me duele. -dijo divertido.

-¡Vamos, los transformers no sienten dolor! - le dije llevando su cabeza para delante - ¡turbo! -grite y el empezó a correr a lo que yo solté una carcajada.

-Carrie, bebé, no soy un transformer, soy Dilan, soy humano.

-¡Claro que no Megatron, no finjas ser un humano! -le dije a la maquina que tenia debajo mio, esta me bajo y quede frente a Dilan.

-¿Estas bien? -me pregunto sonriendo.

-Perfectamente, pero, ¿a donde ha ido Megatron? -le pregunte confundida mirando a mi alrededor.

-Él fue a dormir, al igual que haremos nosotros ahora. -me dijo abriendo la puerta de su auto.

-¿Dormirás conmigo? -dije coqueta pasando mis brazos alrededor de sus hombros.

-No Carrie, estas muy ebria.

-¡Claro que no! -le dije besando su mejilla- oye... me gustas. -le admití mirándolo fijamente a esos ojos mieles.

-Claro que no, vamos, sube al coche, te llevare a casa. -dijo separándome de él y subiéndome al coche.

Dilan comenzó a conducir y yo encendí la radio para poder tearadear la canción que pasaban en esta.

-Enserio me gustas -dije seria mirando mis uñas- ya sabes lo que dicen, los niños y los borrachos dicen la verdad. -dije levantando mi vista y sonriendole.

Él me miro por un micro segundo y luego volvió su vista a la carretera.

-Tu también me gustas, desde la primera vez que nos vimos, que me dijiste que te ayudara con las bolsas -sonrió mirando fijamente la carretera y frenando ya que el semáforo estaba en rojo, quedo mirándome para luego depositar un beso en mi frente a lo que yo sonreí.

El resto del camino la pasamos en silencio con la música de fondo, pero no era un silencio incomodo, era un silencio agradable. En un momento mientras observaba la ciudad por la ventana sentí un roce en mi mano, que estaba en mi muslo, Dilan había depositado su mano sobre la mía, y era realmente agradable.

Al cabo de unos minutos llegamos a mi departamento y yo no lograba poner la llave en la abertura para poder abrir la puerta así que él lo hizo por mi, al entrar me subí sobre su espalda envolviendo mis brazos por delante de su pecho y hablándole al oído.

-Llévame hasta mi habitación. -le susurre en el oído apoyándome en su hombro y depositando un beso en su cuello.

Él comenzó a caminar a mi habitación y al llegar me dejo sobre la cama.

-Bueno, me iré, mañana nos vemos. -me dijo besando mi frente.

-No, quédate a dormir conmigo, estoy sola, Stefan no vendrá hasta el medio día. -le pedí envolviendo mis brazos en su cuello antes que se separara de mi.

-Creo que no es buena idea Carrie. -me dijo.

-Claro que lo es. -le respondí.

-Bien, pero solo porque estas borracha y puedes hacer cualquier cosa estando sola.

Gran excusa.

-Gracias.

Lo solte y me pare para poder quitarme la ropa, cuando quede en mi ropa interior de encaje mire a Dilan que me miraba con su boca abierta.

-No piensas dormir con ropa ¿verdad? -le pregunte.

-No, claro. -dijo sonriendo y quitándose la remera.

Dios santo, moriré.

Me acerque a él y le quite la remera de las manos, luego me aleje y me puse de espaldas a él, me quite el sujetador y encima me puse la remera de mi chico.

-Mucho mas cómodo -dije metiéndome bajo las mantas- cuando termines apaga la luz.

Vi que se estaba desabrochando el pantalón así que me di vuelta y me tape hasta el cuello, luego de unos segundos se apago la luz y sentí el otro lado de mi cama hundirse, Dilan me abrazo por la cintura pegándome mas a el y deposito un corto beso en mi cabello.

-Hasta mañana hermosa. -me susurro.

Yo no pude responder pero solo sonreí y a los minutos ya había caído profundamente en los brazos de Morfeo.



La bailarina de balletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora