Capitulo 8.

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Llevábamos seis meses viviendo en Canadá con mi hermano mayor, y la verdad es que aquí me estaba yendo muy bien, empece en un colegio y tenia una mejor amiga, Rose, también he conocido a muchos chicos y otras chicas, tengo un grupo de amigos, al fin. Habia empezado en un instituto de ballet y la verdad es que estaba avanzando demasiado, las primeras dos semanas fueron las mas difíciles, tuvimos que vivir en un hotel de muy bajo rendimiento mientras juntábamos plata para poder compararnos un pequeño departamento para nosotros dos, donde ahora vivíamos. Mi depresión sigue allí todavía, pero ahora en vez de hundirme frente a todos, cuando me siento herida, me desconecto. Me convierto en una perra sarcástica total. Apago mis emociones y actuo indiferente a todo, incluso a pesar de que me este matando por dentro.

En este momento me encontraba a punto de salir de casa para ir a trabajar, estudiaba de las ocho de la mañana hasta la una del medio día, volvía a casa, almorzaba rápido ya que a las dos y media de la tarde entraba a trabajar en una muy conocida librería cerca de casa, eso era lo bueno de vivir en pleno centro de Toronto. Salia del trabajo a las ocho de la noche, enseguida entraba a ballet y salia a las diez de la noche para volverme a casa, cenar, bañarme y dormir. Esos eran mis días últimamente.

Me puse mi abrigo por encima del jean y el suéter para salir de mi departamento y caminar dos cuadras hasta mi trabajo. Al llegar salude a Peter y a Sara, mis dos compañeros de trabajo.

-Por fin viernes. -digo colgando mi abrigo en una de las sillas que hay detrás de la caja.

-La noche estará espectacular para quedarme en casa leyendo, tomando café y acariciando a mi gato.- suelta Sara.

-Estoy de acuerdo contigo. -le digo sonriendo y agarrando una pila de libros para ir a acomodarlos en su lugar.

-¡Que vaya a nevar esta noche no quiere decir que no puedan divertirse! -soltó Peter.

-Tu diversión es muy distinta a la nuestra. -le reclama Sara.

Eso era lo que me gustaba de trabajar aquí junto con estas dos personas tan amables, nos llevábamos muy bien y con Sara teníamos prácticamente los mismos gustos.

Al terminar de acomodar los libros que andaban sueltos camine al deposito que se encontraba justo detrás de la caja donde cobrábamos los libros. Puse la cafetera y al cabo de unos minutos este ya estuvo listo.

-¿A alguno le apetece algo de café? -les pregunte acercándome al marco de la puerta y mirándolos.

-A mi por favor. -dijo Sara con su mirada fija en el ordenador.

-A mi también me apetece, gracias Carrie. -me dijo Peter cobrándole un libro a una chica.

Agarre tres tazas y vertí el liquido marrón oscuro en estas, para luego llevarlas al escritorio donde era la caja, deje una taza en el puesto de Sara, otra en la de Peter y la mía en mi puesto, traje el azúcar y le puse dos cucharaditas a mi café dejando el azúcar al alcance de mis compañeros de trabajo por si les apetecía.

Al terminar mi jornada laboral cerramos la librería y me despedí de mis compañeros caminando a la academia de ballet, al llegar salude a la profesora y a alguna de mis compañeras, con las que mas me hablaba y corrí a vestirme. Al estar lista salí al salón para ponernos en practica con la coreografía, el mes que viene nos presentaríamos en el Four Seasons Centre, es un teatro muy importante de aquí, de Toronto. Al cabo de una hora ensayando nos dieron un descanzo para tomar agua y estirar un poco.

-Bien -empezó Miss Dyna, la profesora- saben todas muy bien que el mes que viene tenemos una presentación muy importante aquí en Toronto, quiero a todas muy concentradas en el ensayo, y tu Carrie, eres una de las principales de la obra, no puede ser que llegues tarde a los ensayos. -soltó regañandome.

-No puedo venir mas temprano, se lo he dicho, trabajo, son solo cinco minutos de demora y sabe muy bien que estoy bastante adelantada en la coreografía y que pongo todo mi esfuerzo, pero si eso no le es suficiente, puede bajarme el puesto. -Le respondí enojada.

-No, no lo haré Carrie porque se que tan buena alumna eres, solo trata de llegar un poco mas temprano -dijo- vamos, todas a seguir ensayando. -termino diciendo eso aplaudiendo fuertemente.

Al terminar con la clase de ballet, me vestí y antes de salir me puse mi abrigo, ya había empezado a nevar hace aproximadamente diez minutos. Baje las escaleras y al salir por la puerta un aire frió golpeo mi rostro así que me apresure en llegar a casa, veinte minutos después me encontraba entrando a mi departamento y colgando mi abrigo en el perchero de la entrada, camine hacia la cocina y ahí se encontraba Stefan, cocinando.

-Hola. -dije apareciendo detrás de él.

-Enana -me sonrió y se dio vuelta para dejar un corto beso en mi cabeza- ¿como fue tu dia? -pregunto poniendo la carne que había preparado en el horno.

-Bien, tranquilo -sonreí sentándome en la mesada- ¿el tuyo?

-Demasiado bien, he conseguido que me entreguen el auto la semana que viene, pude adelantar una cuota, así que el lunes lo iré a retirar. -dijo sonriéndome y guiñándome el ojo.

-¡Eso es increíble! -salte de la mesada y lo abrace a lo que el respondió mi abrazo- te dije que saldríamos adelante.

-Si peque, todo se eta dando. -dijo apoyando su mentón en mi cabeza.

Cuando me separe de su abrazo subí al baño y me di una ducha para luego salir y caminar hacia mi cuarto, me puse el pijama y al estar lista baje nuevamente a ver si ya estaba la comida. Prepare la mesa y luego comimos tranquilamente con mi hermano viendo tele. Al terminar hicimos la limpieza y nos fuimos a dormir, mañana seria un nuevo día.

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Despues de tanto tiempo volvi, tengo muchisimas nueva ideas para esta novela, tarde, pero lo bueno tarda en llegar ¿no? jajaja se pasarian por mi nueva novela? porfaaaa 

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La bailarina de balletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora