Capitulo 19.

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Dos días, tan solo dos días y nos graduaríamos, me graduaria, no lo podía creer. Había pasado tan rápido el año, y pensar que había empezado de la peor manera posible, pero todo cambio en mi vida, esta dio un giro repentino y conocí a personas increíbles a las que le tengo un gran afecto. Había conocido a Rose, mi mejor amiga, la persona a la que le cuento todo y a una de las que le tengo más confianza y se que nunca me va a fallar. También conocí a Dilan, que es la persona que me saca una sonrisa todos los días, con tan solo un mensaje, un beso o el más mínimo detalle regalandome una flor, preguntándome como me siento, respetandome en todo momento. Llevábamos dos meses de novios y últimamente han sido los mejores.
En este momento me encontraba esperando a Rose, Camila y Lucía para ir al centro comercial a comprar los vestidos para nuestra graduación, por suerte había estado ahorrando la mitad de mi suelto estos últimos cuatro meses para poder comprarme lo necesario.

(...)

-¿Cómo me veoooo? -salió cantando Rose del vestidor, levantando sus brazos y luciendo un vestido naranja apretado al cuerpo y con una flor amarilla dibujada en el vientre de este.

-Horrible.- dijimos Camila, Lucía y yo a la misma vez poniendo cara de asco.

-Saben que no soy buena con estas cosas ¡deberían ayudarme!

-¡Es lo que tratamos de hacer hace ya dos horas! -dice Lucía alterada e fingiendo indignación.
Evite la discusión que se aproximaba y comencé a caminar por la tienda para encontrar un vestido adecuado para mi mejor amiga.

Mientras corría los vestidos a medida que los iba mirando las chicas seguían discutiendo sobre que vestido debería comprarse Rose, nosotras habíamos comprado ya los nuestros y la única que faltaba era ella.
Puse toda mi atención en un vestido bordo y lo saque de su lugar para poder verlo mejor, era bastante largo y perfecto para Rose, ya que es alta como yo, y los vestidos largos quedan excelentes en las personas con altura.
Camine sonriente hasta las chicas y coloque el vestido en las narices de Rose.

-Es perfecto para ti. -dije.

-¿Por qué no lo vi antes? -dijo Camila poniendo una mueca de tristeza.

Rose entró al probador con el vestido en sus manos y salio a los minutos, realmente se veía espectacular.

Rose entró al probador con el vestido en sus manos y salio a los minutos, realmente se veía espectacular

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(...)

-Yo solo quiero un café. -le dije al mesero ya que habíamos entrado a una confitería cuando terminamos de comprar las cosas.

-Ya quiero que sea nuestra fiesta de graduación. -Dijo Camila emocionada mientras miraba al mesero cuando se alejaba.

-Yo igual ¿Quien será tu pareja en el baile de graduación? Eres la única que no tiene novio. -dijo Rose a Lucia.

-No lo sé, Grayson me ha invitado, pero aun no le he dicho que si o que no. -nos contó ella mirando su móvil.

-¿Grayson Picc? -pregunto Camila.

-Sip, ese mismo.

(...)

-¡Stefan tienes que usar traje, es una fiesta de gala! -le reproche a mi hermano.

-Pero no me gustan, ya te lo he dicho.

-Tan sólo ponte uno de tus pantalónes negros, una camisa  blanca y una corbata, es mi graduación ¡es lo único que te pido, nunca haces nada por mi! -le respondo enojandome y comenzando a subir a mi cuarto con las bolsas en mis manos.

-¡¿Que nunca hago nada por ti?! -grito exasperado.

Mierda, ya lo había echo enojar.

-No, nunca.-dije dándome vuelta y mirándolo desde el final de las escaleras.

-¡Te recuerdo que estoy aquí por tu maldita culpa Carrie, podría haberme quedado viviendo tranquilamente allí pero no, tuve que dejar hasta la universidad por ti y ahora me dices que nunca hago nada por ti! Pero que egoísta que eres. -dijo herido.

Tenia razón, se que tenia razón, siempre la tiene.

-Lo siento. -logre susurrar mientras unas lágrimas caían por mi rostro.

-Me voy a la mierda de aquí, no volveré hasta mañana, no me llames. -dijo mi hermano colocándose su abrigo y saliendo de casa.

Baje las escaleras corriendo y gritando su nombre tratando de frenarlo para pedirle disculpas pero cuando abrí la puerta el coche ya había cruzado la esquina. Entre y azote la puerta con todas mis fuerzas apoyándome en esta y sentandome en el piso mientras las lágrimas inundaban mi rostro.

Soy una completa mierda.

Marque el numero de Dilan y al tercer tono de llamada me contesto.

-Hola bebé. -dijo él. 

-Te necesito. -dije llorando.

-Carrie ¿ha pasado algo? ¿donde estas? -dijo preocupado.

-En casa ¿puedes venir?

-Claro, ya salgo para allá bebé.

La bailarina de balletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora