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- ¡¿Pero que mierda le pasa?! - Grité dando media vuelta y volviendo al local.

Esto no podía quedarse así. Se que fue algo malo que me enamorara de Sony pero sobrepasó sus límites y esta vez ya no callaría.

Sony agarró mi brazo con fuerza. La observé con las cejas fruncidas.

- Sueltame Sonia - espeté furiosa. Ella sabía que estaba mal lo que hizo Trent pero evitando que le reclame por lo que le hizo al carro de mis padres no solucionaría nada.

- No Coley, dejalo así. - observó mi rostro suplicante.

- ¿Que lo deje así?, ¡¿acaso te diste cuenta del auto de mis padres como está?!

Grité espantadola, nunca le había alzado la voz pero estaba furiosa.

Empezé a sentirme un poco culpable por como me comporté.

- Ya tranquilizate amor - acarició mi mejilla y mi rostro se relajó.

- ¿Que haré?, mis padres llegaran mañana y me matarán.

Si preocupada era una palabra no puedo describir como me sentía en ese momento. Los nervios se apoderaron de mi mente y la imagen de mis padres viendo el parabrisas con aquella frase. Retumba en mi cabeza.

- Lo solucionaremos, Riley tiene muchos contactos. Ella puede ayudarnos - sonrió debilmente.

Tragué saliva, debía tranquilizarme ya que enojada no solucionaba nada.

- Tienes razón amor. Perdóname por haber reaccionado así. - agache mi rostro.

Ella solo acercó sus labios a los míos y los besó. Sonreí.

Horas después Riley, Sony y yo estabamos en una mecánica de autos. Que resultó ser de su hermano mayor David, el cual se ofreció gratuitamente a ayudarnos con los rayones de la cubierta.

Pero lo del parabrisas debíamos limpiarlo nosotros con agua y un químico que deshace la pintura en spray del cristal.

Riley había ido por las cosas de limpieza. Mientras que Sony y yo la esperabamos en el garage.

- Creo que ya es hora de que se los digas amor. No quiero presionarte, ni nada pero dudo que puedas seguir ocultándoselo.

La morena y yo hablabamos sobre mis padres a los cuales les diré mi orientación sexual. Y no me imagino sus reacciones.

- Lo sé , solo que tengo miedo - murmuré suspirando y jugando con sus dedos.

- Pase lo que pase siempre estaremos juntas, ¿ de acuerdo? - enseño su dedo meñique como una niña de cinco.

- Lo prometo - enganche mi dedo con el suyo y acerqué mis labios a los suyos, masajeandolos.

Como es posible que la llegara a amar tanto como para poner en juego mi relación con mis padres, No lo sé.

- Me va a dar diabetes pastelillos - Riley apareció por la puerta con esponjas, cubetas de agua y el spray.

Nos lanzó las esponjas y comenzamos el trabajo limpiando ese graffiti, si podría llamarlo así.

Terminamos con el cristal impecable, de hecho quedo mejor que nunca. Y a Riley se le ocurrió lanzarnos agua y pasamos toda la tarde así, como si de un carnaval se tratara.

Empapadas y ya con frío, empezó a obscurecer y tomamos un baño por separado en casa de Riley.

Nos prestó sus camisas a cuadros que suele usar casi siempre y unos pantalones cómodos.

Girls like GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora