2da-19

77 6 0
                                    

Sus ojos me observaban suplicantes, pidiendo una respuesta inmediata.
Que Kathe me haya pedido ser su novia me tomó por desprevenida.

- Tu y yo, sin mentiras. Piénsalo amor-besó mis labios, mientras seguía sin decir alguna palabra- no es necesario que me lo digas ahora, pero yo quisiera que lo hagas. - confiesa relamiendo sus labios, con cierta esperanza de lo que yo pueda contestar.

- Pues... - Kathe era una chica asombrosa, no entiendo que me hacía dudar de aceptar. Muy idiota soy.- me encantaría amor - comente no muy convencida.

Sentí sus brazos alrededor de mi cuello mientras esbozaba una sonrisa alegre. Provocando que yo sonriese.

- Amor, vamos a casa. Te quiero presentar a mis padres. - sujeto mi mano y me haló por el pasto.

No se si era mi impresión pero estabamos yendo muy rápido , sin embargo, no dije nada. Preferí quedarme callada.

Caminamos por dos minutos hasta llegar a su casa, mientras entrábamos por la puerta principal, mis manos comenzaron a temblar. No porque estuviera nerviosa, sino porque temía que Agus me viera y enloqueciera, ya que el me pidió que me alejara de Kathe por Amy.

- No te preocupes amor que Amy fue a la escuela - murmuró entre risillas al ver mi rostro.
Suspiré.

Me haló hasta la cocina donde estaban exactamente todos- Un hombre que parecía ser su padre, una mujer morena que era idéntica a Sony, y el tatuado Agus.

Los padres me observaban curiosos, mientras Agus tenía una cara de pocos amigos.

- ¿Qué hace ella aquí? - pregunta el tatuado molesto.

- Que te importa - responde la rubia a la defensiva.

- Agus, esa no es forma de tratar a la invitada. - le regañó la mujer que me observaba y sentía como si Sony lo hiciera.

Solo bufó enojado, saliendo de la cocina. No sin antes, dedicarme una mirada de "cuando estes sola te mataré".

- Papá y lily, ella es Coley mi novia. - me presentó. Los dos me observaron sonrientes.

- Mucho gusto Coley, me llamo Robert pero puedes llamarme Ro - el hombre estrechó su mano con la mía.

- El gusto es mío señor. - sonreí amable.

- Yo soy Lily - estreché la mano con la morena, la cual parecía hermana de Sony.  Ya entiendo de donde tuvo esa belleza exótica la morena.

- Es un placer - respondí esta vez un poco nerviosa.

- Bueno, iremos a mi habitación. - haló mi mano sin poder despedirme de los señores, llevándome por las escaleras.

- Kathe, creo que no fue buena idea - admití una vez encerrándonos en  su habitación.

- ¿A que te refieres? - sus ojos me observaban preocupados. Envolví mi brazo alrededor de su cintura.

- A traerme a tu casa, tu hermano me quería matar con la mirada.

- Lo sé.. - suspiró. - pero no importa lo que  él piense.

- Creo que sí, lo hace por Amy. - su sonrisa se desvaneció.

- Amy, es muy pequeña aún. No lo entendería. Además, tu y yo vamos a lograr que ella deje de odiarte y entienda que lo que tenemos es amor real. - besó mis labios. Sonreí.

- Podríamos intentarlo. -asentí aún con nuestros labios pegados.

Entrelacé mis manos alrededor de su cintura como una cadena mientras ella las entrelazaba en mi nuca para intensificar el beso.
De repente, y para estar más cómodas, ella sobre mi regazo mientras yo estaba arrimada al espaldar de la cama.  Nuestras lenguas se encontraron y mis manos viajaban alrededor de su cuerpo, terminando en su trasero, el cual lo apreté al sentirlo.

Mi vientre empezó a palpitar dándome a entender que me estaba excitando.

- Mmmm... - murmuré un poco debilitada por que comenzó a mover sus caderas sobre mi regazo.

Besé su cuello, dejándole ciertas marcas por succionar su piel.

Unos ojos marrones de piel bronceada aparecieron en mi cabeza, logrando que me encendiera más. Imaginar sus labios sobre los míos y como lograba encenderme aquella morena.

A quien estaba viendo encima de mí, no era a Kathe, era a Sony.

Reaccioné bruscamente y con el corazón a mil.

Estaba comenzando a tener alucinaciones con la morena. Imaginar que Kathe era Sony, era algl muy despreciable , muy bajo de mi parte.

Una oleada de sentimientos encontrados atravesaron por mi pecho.

Me separé de la rubia con la vista gacha. No podía hacerle eso, imaginarla como si fuera Sony. No lo merecía.

- ¿Qué ocurre? - sus manos levantaron mi mentón para que la viese a los ojos.

- Creo que debemos esperar un poco - su rostro lucía inexpresivo un poco decepcionado.

- Entiendo -me observó asintiendo.

Se levantó de mi regazo para acostarse a mi lado. Colocó su cabeza en mi pecho mientras la abrazaba con ternura.

Después de unos minutos en silencio, sentí su respiración lenta y relajada. Confirmando que se había quedado dormida.

Me separé cuidadosamente de que no despertara para darle un beso en la frente e ir a mi casa.

Sony's Pov

Salí echa una furia de la casa de mi madre, siempre he sido una carga para ella. Las lágrimas  brotaron salvajemente por mi rostro, haciendo que los sollozos aparezcan por mi boca.

Me sentía tan sola, tan rechazada por mi madre. Prefería a su otra familia, al igual que mis hermanos lo prefieren. Solo tenía a mi abuela, mi única compañía.
Fuí en el primer taxi que ví hasta mi casa, apenas entré por la puerta me despoje de mis zapatos dando un mini orgasmo al quitármelos.

- Sony, ¿Eres tu? - escuche la voz de Marge, mi abuela apareciendo por el umbral de la puerta.

- Abuela - me acerqué y la abracé con delicadeza.

- ¿Dónde te habías metido? ¡Estuve despierta toda la noche esperándote! - una ola de culpabilidad me invadió.

- Lo siento abue, me había quedado sin dinero para regresar y tuve que dormir en la casa de mi madre.

- ¡Que alegría!, visitaste a tu madre cariño. - besó mi mejilla.

Mi abuela deseaba con todas su fuerzas que pudiera reconciliarme con mi madre y llevar una gran relación.

- Exactamente prefería ver solo a Agus pero mi madre me vió y.. - agache la mirada.

- ¿Volviste a entrar a escondidas? - asentí con pena. - Sony, debes dejar de hacer eso.

- Abue lo sé, es solo que no quería que nadie lo notara. Planeaba irme temprano pero mi madre lo notó por un descuido de Agus y me persiguió hasta tener una charla seria.

- Tu madre solo quiere lo mejor para tí. Te ama más que nada en este mundo, cariño - limpió con su pulgar, las lágrimas que invadían mi rostro.

Mi abue era como una mejor amiga para mí, sentir sus manos arrugaditas y notar que ya no tenía las fuerzas para cuidar de mi como lo hacía antes, me ponía muy sensible.

- Calmate cielo, te prepararé tu platillo favorito - la observé con una sonrisa mientras la acompañaba a la cocina para ayudarla.

Girls like GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora